jueves, 13 de diciembre de 2012

Supply Chain para PyMEs


Mitos y realidades.


Mucho se habla de la cadena de suministro, mucho se discute y se debate alrededor de lo que deben y no deben de hacer la PyMES y si mezclamos los dos conceptos, pues no tenemos donde acabar.
La realidad desde mi perspectiva es mucho más clara y sencilla dado que los conceptos básicos de diseño, operación y control de una cadena son muy lógicos, obedecen a un principio fundamental de negocio –no importando el tamaño de este- y básicamente como lo he venido repitiendo, es lo que podemos denominar la Ingeniería del Sentido Común.
¿Porque me concentro ahora en las PyMES?, por una sencilla razón, son las que más guía requieren y mis últimas experiencias laborales han sido en Compañías de este tipo, además de que mis actividades de consultoría están más enfocadas a este tipo de empresas.
 
Desde el punto de vista de los conceptos de SCM la única diferencia entre las PyMES y una empresa grande ya establecida es solamente el volumen, los conceptos, controles y principios son exactamente los mismos.
Un factor importante a considerar también –yo diría que el principal- desde el punto de vista Organizacional es el grado de madurez administrativa del equipo de trabajo. Normalmente en las PyMES se cuenta con hombres-equipo que son los que hacen toda una función y el conocimiento de la misma está en su cabeza, no les da tiempo de plasmarlo en procesos escritos, procedimientos, controles, guías, etc., sin embargo son pieza importante en el engranaje de la empresa y son con los que se tiene que trabajar para desarrollar la madurez operacional y administrativa de cada función integrada en la cadena.
Cuando el volumen crece, este tipo de organización comienza a perder el control de la operación y en aras de mantener la responsabilidad total de la o las funciones que desempeñan, comienzan a crear una serie de “controles” y mecanismos para monitorear todas y cada una de las operaciones, se crea una complejidad innecesaria con la que la empresa comienza a crecer y que a futuro, si no se atiende a tiempo, puede generar serios problemas y comprometer la viabilidad del negocio.
 
El tema de la complejidad no es necesariamente una consecuencia del volumen, una operación muy grande pero sencilla es mucho más fácil de operar y controlar que una operación pequeña pero muy complicada, la clave de todo está en diseñar –o rediseñar- la operación de forma lógica, simple y sencilla pero eficiente.
Conozco empresas grandes e internacionales que no cuentan con la madurez suficiente –a pesar del tamaño y el nombre- y siguen padeciendo de extremada complejidad, fallas, inconsistencias e ineficiencias a lo largo de su cadena de suministro por lo que el tamaño no determina el éxito en el diseño y operación de la cadena, solo determina la cantidad y monto de los recursos aplicados a la misma.
Desde mi punto de vista el gran reto y lo más apropiado para las PyMES es diseñar una cadena de suministro sencilla, simple y eficiente, si a este nivel no somos capaces de lograr este importante objetivo, entonces dediquémonos a otra cosa.
Una cadena –y por lo tanto una operación- que con el paso del tiempo y el crecimiento solo requiera más capacidad de conversión y no tenga la necesidad de generar una complejidad que a nadie ayuda y que solo aumenta los costos, disminuye la eficiencia y la fuente de frustraciones de sus integrantes.
 
Todo esto suena muy sencillo pero, ¿Qué tan factible es hacerlo?
Aquí es donde solo los calificados y experimentados en el diseño y operación de cadenas de suministro pueden demostrar sus conocimientos y experiencias, pero sobre todo, la habilidad de aterrizar los conceptos y generar los mismos procesos, controles y políticas de operación que se generan en una gran corporación pero aterrizados y adecuados a la realidad de una empresa que está en sus primeras etapas de formación y en donde el correcto diseño y posterior operación le dará viabilidad a futuro a toda la Organización.
Aquí no valen las recetas de cocina ni la replicación de procesos y documentos corporativos, aquí se requiere de entender las fortalezas y debilidades de la empresa, sus necesidades inmediatas y a futuro y sobre todo, la visión de los dueños.
Se puede “vender” muy bien una “solución” a partir de una elocuente explicación teórica-conceptual, sin embargo si no se calibra antes el grado de madurez organizacional de la Operación y sus integrantes, esta “solución” será aplicable solo desde el punto de vista de concepto pero jamás lograra ser efectiva en el mundo real. Un ejemplo:
Desde el punto de vista teórico-conceptual lo correcto es tener un balance correcto en los niveles de inventario tanto de materiales, productos en proceso y producto terminado, este balance debe de estar en concordancia con los objetivos financieros y de negocio, además debe de ser capaz de soportar una operación eficiente y efectiva, es decir, que se tenga siempre lo necesario para seguir produciendo o vendiendo.
Nadie va a estar en desacuerdo con esta propuesta, menos si viene acompañada del típico análisis de inventarios y la propuesta de que niveles deben de tener cada componente, inclusive hasta el detalle de los puntos de reorden, el espacio de cada material y PT y la valuación –teórica- del mismo.
¿Pero?...........................que hay de la situación actual, donde la mitad del inventario total son materiales y productos obsoletos, ¿cómo se llegó a esa situación?, ¿Cuáles fueron los mecanismos que generaron esta situación?, ¿Ya fueron detectados y corregidos?, ¿Qué nos asegura que no volveremos a llegar o inclusive incrementar este nivel en el futuro?, todavía algo más interesante aun, ¿Qué vamos a hacer con el inventario actual?, ¿Simplemente lo vamos a destruir o rematar? ¿Y el costo?, ¿Cómo lo vamos a recuperar, quien lo va a hacer, como va a afectar a la viabilidad de la empresa?
Muchos cuestionamientos que son reales y que requieren de un análisis más amplio, más enfocado y que plantee como primer paso, la solución a la situación actual y posteriormente la corrección de los mecanismos que lo generaron.
Aquí es donde muchas PyMES son presa fácil de consultores que “saben mucho , que proponen soluciones muy “bonitas”; más aún si las adornan con un lenguaje teórico-conceptual rico en definiciones y muy elaborado con esquemas, graficas e imágenes impactantes.
Todo esto no está mal debe de ser parte del trabajo, sin embargo falta la sustancia real de lo que un consultor experimentado y eficaz debe de ser.
Es difícil dado que las expectativas de las empresas de este tipo es la de realmente “comprar” algo diferente, nuevo y sobre todo, efectivo.
Esto no es como comprar un nuevo automóvil que viene a solucionar las deficiencias del anterior, mejora la imagen y elimina las fallas por el simple hecho de ser nuevo.
La mejor cadena de suministro es la que ya se tiene, es cuestión de estudiarla, entenderla y mejorarla, para esto se requiere del trabajo conjunto de un consultor experimentado y sobre todo, de los actuales dueños de la operación, de la gente que vive el día a día.
El primer paso para mejorar mi proceso es conocerlo y entenderlo, solo así puedo saber que le tengo que cambiar, mejorar o eliminar, aquí es donde un consultor experto y efectivo puede hacer o no la diferencia.
O sea que no vamos a comprar un auto nuevo, vamos a adecuarlo a nuestras necesidades, vamos a entender que puede y que no puede hacer y actuar en consecuencia.
Siguiendo el modelo y concepto japonés de TPM o Lean, necesitamos entender nuestro proceso para eliminar todas las fallas y defectos y operarlo de acuerdo a sus capacidades originales, como fue concebido en su estado inicial, solo entonces podremos ser efectivos en hacer los cambios y adecuaciones necesarias para mejorar nuestra cadena, no antes. El riesgo es el de estar solucionando el síntoma y no la causa y esto, que es tan básico y que debiera de ser muy sencillo de entender y operar es, desde mi personal punto de vista, la causa principal por la cual la mayoría de las empresas fallan en su operación.
Necesitamos regresar a los básicos y a la sencillez de la operación, aquí es donde podemos lograr la eficiencia y la eficacia, por eso el modelo japonés es tan efectivo.
En pocas palabras, regresamos al consabido Cambio de Paradigma, que en una PyME no necesariamente requiere de un cambio, por estar en las etapas tempranas de su gestación como empresa, podemos hablar entonces de una “adopción” más que un cambio; aquí esta –para mí en lo personal- lo interesante y mágico de trabajar con PyMES, se puede crear este nuevo paradigma y diseñar la operación idónea que le de viabilidad a la empresa no solo en el corto y mediano plazo, sino que establezca las bases de un crecimiento sólido y efectivo en el largo plazo.
 
Se requiere de mucha voluntad y empeño por parte de los dueños de la empresa, asimismo del consultor, los retos son grandes en función de la limitación de recursos, pero la perspectiva de creación de modelos adecuados es lo que vale la pena.
Posteriormente estaré publicando algunos tips y consejos tanto para los empresarios como para los consultores, no valen las recetas de cocina por eso son tips, de que hacer y qué no hacer cuando se decide a ir por este camino, los beneficios a futuro pueden ser muy importantes, mas allá de darle viabilidad y consolidar el negocio.

jueves, 29 de noviembre de 2012

Liderazgo en la Cadena


Que se requiere para trascender en la operación.

 
Existen una y mil discusiones al respecto de los modelos, técnicas, descripciones y teorías del liderazgo por lo que no pretendo entrar en discusiones conceptuales, teóricas y mucho menos retoricas; la red esta llena de estas. Yo solo quiero externar mi punto de vista fundamentado en 25 años de experiencia como integrante y –muchos de los mismos- como líder de un área, función o cadena completa en diversas partes del mundo.

Por principio de cuentas considero que trabajar y ser parte de una cadena de suministro es una gran reto, un plan de vida y se requiere tener una vocación especial para afrontar los diferentes retos, encontrar las soluciones y sobre todo………….disfrutar de lo que uno hace, de lo contrario es solo “un trabajo mas”.
Durante esta larga trayectoria profesional he conocido un sinnúmero de líderes de diverso tipo y en diversas circunstancias; debo de decir que de todos he aprendido algo y de todos he tenido alguna enseñanza.
Ser líder en la cadena tiene dos vertientes, se es líder por designación, es decir, el liderazgo que viene con la posición que es lo mas común; o se es líder por reconocimiento, es decir cuando el resto del equipo o integrantes de la cadena reconocen ciertas cualidades y virtudes por las cuales están dispuestos a seguir al líder en su visión y su forma de ver los negocios. Esta es la parte más difícil pero la que mas satisfacciones genera.
Considero que lo mejor es una mezcla de las dos, es decir, tener la posición de liderazgo y a la vez contar con el reconocimiento del resto del equipo de las cualidades, la visión y las habilidades para poderlos llevar no solo a cumplir los objetivos sino, lo mas difícil, contar con un adecuado balance de vida.
 
Liderazgo a través del Conocimiento.
Una forma de poder liderar una operación es teniendo el conocimiento de la misma, sin embargo en los últimos años esta situación se ha desvirtuado un poco –sobre todo en Mexico-. Conocer implica entender los Que’s pero sobre todo, poder desarrollar los Como’s específicos de determinada operación; entonces tenemos que tenemos lideres de función expertos en los Que’s teóricos con grados académicos y certificaciones, pero que no son capaces de entender y aterrizar los conceptos básicos a la operación especifica de la cual son responsables. No digo que tener un grado académico o una certificación no sea positivo, por el contrario nos da una perspectiva conceptual y teórica más amplia pero solo a través de la experiencia en la aplicación de los conceptos es como vamos a ser más efectivos. Aquí es donde la misma operación nos demanda un mejor balance entre la teoría y la práctica para poder ser un líder mas efectivo. La gente reconoce y entiende mejor cuando se les explica en “como” de las cosas que cuando se pierde en discusiones conceptuales de los “porque’s” que al final del día no resuelven por si mismos los problemas cotidianos a los que la operación se enfrenta.
Un buen líder debe de saber y conocer, pero es más efectivo si sabe y conoce las fortalezas y necesidades de su operación y sobre todo, de su equipo de trabajo. Con la pena pero una certificación o un grado académico poco o nada nos ayudara en ese sentido.
Se puede llegar al conocimiento y entendimiento de los conceptos más “revolucionarios” que aplican a la cadena de suministro si se logra entender la fundamentación de los básicos de una operación, es decir, planeación, diseño y control de operaciones. Estas se aprenden de forma teórica durante los años universitarios y se racionalizan y entienden en los primeros años de desarrollo profesional, si esto no se logra de forma natural, es muy difícil que con el simple hecho de volver al aula y memorizar más conceptos estos fluyan de forma automática en la visión correcta de la operación.
Al final del día y cuando se llega a cierto nivel conocimientos lo único que prevalece es una verdad absoluta, entre mas sabemos, mas consientes estamos de lo ignorantes que somos al respecto del “todo” de la cadena.
En resumen, es fundamental contar con un conocimiento adecuado de los fundamentos y conceptos básicos de cada operación, pero es también fundamental contar con la experiencia adecuada en la aplicación y seguimiento de dichos conceptos. Continuar con la tendencia de colocar en los puestos de liderazgo a cualquier nivel solo personas con conocimientos teóricos –por muy bastos que estos sean- a la larga genera una serie de problemas mucho mas complejos de resolver.
 
Liderazgo y Poder.
Cuando uno llega a cierto nivel jerárquico digamos importante dentro del concepto de importancia que le damos a esta tipo de cosas, como Director Nacional, Director Corporativo, Director Regional o semánticas mas o menos parecidas; ya no digamos VP o superior y sobre todo dentro de una Corporación Internacional conocida y reconocida, en otras palabras “famosa”. El sentimiento es muy agradable, no lo voy a negar, sin embargo y por desgracia, en muchos casos se desconecta uno de la realidad –la nuestra y la de la operación- y comienza una serie de desatinos, malas decisiones, incoherencias, y sobre todo injusticias.
Creo sinceramente que un líder no nace, se hace. Por el simple hecho de que me nombren o me contraten al puesto de Director, Gerente o Vicepresidente no voy a tener en automático el inventario de habilidades, competencias y cualidades que un buen líder requiere para dirigir un grupo de personas, hacer que estas crean en la visión correcta y sobre todo, que estén dispuestas a cambiar lo que se tenga que cambiar en aras de lograr esa visión.
No, lo único que viene en automático con el nombramiento es el “poder”. Y este es uno de los peores elementos con los que cuenta uno en estas circunstancias si no estamos preparados para lidiar con el mismo.
Aquí es donde la experiencia, pero sobre todo, la conciencia que da esa experiencia de saber quien es uno y de donde viene, es uno de los mejores contrapesos para ejercer el “poder” obtenido por el simple hecho de tener cierto nivel jerárquico; en pocas palabras, la experiencia positiva nos ayuda no marearnos cuando nos subimos en un ladrillo.
Cuando no estamos lo suficientemente preparados a nivel experiencias –no solo conocimientos- no podemos ser capaces de entender los “como’s” de una operación -que a nuestro nivel jerárquico-, es ya muy compleja. De entender las interrelaciones entre las personas, las funciones y los procesos lo cual nos hace caer en la dictadura de los dogmas, es decir, en tomar decisiones sobre personas y procesos solo en base al “deber ser”, un ejemplo: Como los inventarios de PT están consistentemente en un nivel muy alto tomamos la decisión de cortar al responsable bajo el fundamento de que “los inventarios deben de estar en un nivel menor y mas acorde a los objetivos de negocio”, pero…………………………………..¿porque llegamos a esta situación?, no lo se ni me importa por eso tengo el poder de tomar decisiones en base a lo que debería de ser, si no esta bien es porque alguien no esta haciendo su trabajo.
 
Para eso tengo el poder.
 
En estos niveles es cuando debemos de ser mas humildes, menos protagonistas, mas considerados y sobre todo, escuchar mas y estar mas en contacto con nuestros colaboradores.
El nombramiento y el nivel jerárquico ya la tenemos, nadie nos lo va a quitar –solo alguien con mas poder en la Organización- y el “poder” de la posición también.
La sugerencia es la de realmente compartir el poder con el equipo de trabajo, es decir, ejercer mi poder pero a través de los diferentes niveles de la operación, lo que hoy se conoce pomposamente como “empowerment”. Las decisiones de mis Gerentes, Supervisores, jefes de área o como se denominen son intrínsecamente mías, por lo cual las apoyo y las fortalezco y en esa medida ejerzo mi poder.
Obviamente mi principal misión es la de revisar y monitorear las decisiones tomadas y retroalimentar a las personas de forma positiva sin dejar de ser enérgico cuando se deba de ser.
Cuesta trabajo pero al final se logra uno quitar el peso de “poder” de encima al compartirlo y por si fuera poco, es mas estimulante y satisfactorio cuando los resultados se dan.
 
Liderazgo y Equipo.
Todo aquel que presuma que tiene cierto nivel jerárquico o conocimiento bien fundamentado de la cadena por si solo y de forma individual vive en el error.
Podrá tener un grado académico o una certificación gracias a su esfuerzo personal, esto no esta a discusión, pero el crecimiento dentro de la Organización de la cadena de suministro se debe en mucho a los logros obtenidos a través del equipo de trabajo, si esto no lo alcanzamos a visualizar y entender, estamos perdidos en la inmensidad de las operaciones de la cadena de suministro.
No conozco a nadie que por si solo pueda diseñar, implementar, operar y controlar una cadena de suministro por si solo, tampoco conozco a nadie que tenga el conocimiento solido y completo de todos y cada uno de los componentes.
Al final del día nuestros logros personales son un reflejo del trabajo del equipo al que pertenecemos, ni más ni menos. La visión individualista – tan socorrida en estos tiempos- de mis objetivos, mis logros, mis promociones, etc. no es de ninguna forma valida para operar una cadena ya no digamos con estándares de clase mundial sino mas o menos pasable.
Cuando anteponemos los objetivos personales –remuneración, promociones, bonos- a los objetivos de negocio, perdemos el foco en lo que es realmente importante,  aquí es donde el equipo nos ayuda a mantener la guía y la dirección correcta; por eso es mas fácil salirnos de este contexto bajo el pretexto de que “no van al mismo paso que yo”, recordemos que “el que va piano va lontano” y es mejor tomarse el tiempo para entender al equipo y hacer que el equipo lo entienda a uno, se gana en experiencia, en aprendizaje y en sinergia.

Estos temas dan para mucho mas pero por hoy creo que es suficiente.

jueves, 1 de noviembre de 2012

El Proposito de la Cadena


Las mil y un formas de perderse en el fin.

 
Lo más discutido en las redes sociales profesionales en donde se tocan tópicos de Cadena de Suministro son dos puntos muy interesantes y fundamentales: uno es referente al objetivo de la cadena, es decir, si la función es ahorrar dinero o ahorrar tiempo; el otro es una discusión eterna de cómo hacer la cadena más efectiva.
Existen millones de opiniones y discusiones de la mas diversa índole, puntos de vista que van desde lo mas conceptual y ortodoxo, con fundamentaciones teóricas validas en el mundo de la teoría pero inmanejables en el mundo real; hasta posiciones muy practicas, liberales y controvertidas que casi casi retan el “status quo” de la cadena de suministro.
Es entretenido entrar en el detalle de algunas discusiones y los posicionamientos de los participantes, todos muy respetables pero no necesariamente atinados.
No pretendo erigirme en la autoridad central de toda discusión ni mucho menos en calificar las opiniones como buenas o malas, de hecho no creo que se pueda utilizar algún criterio de calificación valido en este tipo de discusiones; no, el propósito de la presente intervención es precisamente la de tratar de ubicarnos en la realidad y dimensionar de forma adecuada el propósito y fundamentación de toda cadena de suministro.
No es cosa fácil pero si creo que los seres humanos tenemos la tendencia natural a complicar las cosas, a buscar fundamentaciones inexistentes y crear discusiones interesantes pero fútiles en cuanto a los propósitos y fundamentos de sistemas complejos como lo es una cadena de suministro.
 
Repito que existen discusiones y opiniones muy, muy interesantes al respecto de estos temas, sin embargo creo que debemos de tomarnos un poco de tiempo para reflexionar y pensar de forma práctica, sencilla y enfocada cual es el fin último de la cadena de suministro. El proceso en si mismo es lo suficientemente complicado en su diseño y operación, por lo que entonces debiéramos de definir un propósito simple y sencillo que valide y le de razón de ser a este Organismo –si, asi tal cual, un Organismo con vida y objetivo propio-de tal forma que cuando mas confundidos estemos, la revisión de este propósito nos re-enfoque en la dirección correcta y nos ayude a clarificar y simplificar las decisiones.
 
¿Cual es el fin de la Cadena?
La pregunta en si misma nos debe de dar una idea del tipo de respuesta, debemos de definir un fin único, simple y contundente que le de dirección, sentido y fuerza a nuestra cadena de suministro, debe de ser la idea primordial y básica alrededor de la cual nos decidimos a crear esta organización, sus sistemas procesos y controles, la idea bajo la cual selecciono a los integrantes de la misma, y sobre todo, la idea alrededor de la cual defino los objetivos intermedios y finales de la misma.
No es fácil y sobre todo, no existe un parámetro o una escala en la cual alguien externo al proceso y a la organización pueda emitir una calificación al respecto de la definición del propósito ni de la misión y objetivos derivados de esta definición.
 
No, la cadena será o no exitosa en función de la definición inicial y validada de su propósito, solo en función del mismo podremos definir los criterios de éxito requeridos para la calificación y evaluación del desempeño de esta.
Dicho de otra forma, en función de lo que defino como propósito de mi cadena, podre evaluarla y calificarla y para esto estableceré los criterios de éxito que mejor cumplan con este propósito.
Es cierto que existen objetivos y métricas predefinidas para ciertas funciones y actividades de la cadena, sin embargo estos objetivos no están diseñados en función del propósito final de la cadena sino del proceso o función especifica de determinado componente de la cadena. Es valido tomarlos como referencia a la hora de diseñar nuestra operación,  pero estos objetivos intermedios son solo parte de los procesos intrínsecos de una cadena, califican un proceso determinado –lo cual es de mucha ayuda- pero no nos ubican de forma real y centrada a la hora de calificar el desempeño versus el propósito de la cadena.
 
Definir y tener claro el propósito de la cadena nos va a ayudar a romper los conflictos de la toma de decisiones acerca del diseño, operación y orientación de nuestra cadena.
Nos evitara discusiones conceptuales y metodológicas interminables –como las que hoy inundan las redes sociales- que lejos de realmente aportar una mejora a nuestro proceso, solo lo complican y lo enredan más.
Es correcto fundamentar el diseño y la operación en conceptos y metodologías validadas, pero es mucho más importante definir un propósito y que el diseño y operación se adecuen de forma lógica y practica a este.
Cuando no se tiene claro el propósito de la cadena es muy fácil terminar con un diseño de lo que nos gustaría tener como operación y no en lo que realmente necesitamos para operar y así tenemos que decidimos implementar un sistema ERP de ultima generación como SAP para una operación de dos almacenes, 50 SKU’s y 500 pedidos al mes y seguimos operando en un almacén con solo dos andenes de acceso para entrada y salida y con un operador logístico que no cumple con las expectativas de tiempos de entrega requeridas por nuestros clientes, solo por dar un ejemplo.
 
¿Como se hace la cadena más eficiente y efectiva?
Por definición, una cadena será más efectiva y eficiente en la medida que en su diseño y operación cumple con su propósito, en otras palabras, seré mas efectivo mientras mejor cumpla mi propósito no importando que metodologías, sistemas, herramientas, procesos o instalaciones utilice para tal fin.
Aquí es donde las discusiones metodológicas son interminables, todo mundo tiene una opinión y un ejemplo de cómo y que hacer para mejorar la efectividad de la cadena de suministro.
Ciertamente existen metodologías probadas orientadas a resolver alguna parte de la operación integral de la cadena, siempre tendremos que hacer uso de ellas, sin embargo estas herramientas metodológicas por si mismas no sustituyen a la cadena y su propósito en si mismo, es decir, el MRP por si solo no resolverá ni hará mas efectivo mi proceso de procurement de materiales, la solución estará radicada en como influye y como interacciona dentro de la cadena esta parte del proceso y como se subordina hacia el propósito de la misma.
 
Que si una lectura correcta de la demanda me ayuda a ser eficiente, es cierto, pero el no tenerla no me debe impedir cumplir con mi propósito, tal vez tendré que modificar, eliminar o añadir algunos otros componentes, pero de que puedo cumplir con el fin último de la cadena, lo puedo hacer. Todo es cuestión de tener claridad en el propósito.
La eficiencia y la efectividad no son el fin, son los medios mediante los cuales podre establecer procesos de mejora continua que me permita adaptarme a los constantes cambios en el mercado,  en los hábitos de consumo y en el entorno que me rodea.
 
Finalmente, ¿cual es el fin ultimo de cualquier cadena de suministro?, como le he mencionado en otras entradas, la cadena de suministro no tiene una fundamentación en si misma, depende del negocio al cual apoya y soporta, como lo he señalado, la cadena de suministro necesariamente se debe de subordinar a los objetivos y necesidades de negocio, solo así lograra encontrar y entender su real propósito y operar acorde al mismo.
Cuando esto esta perfectamente claro las discusiones conceptuales y metodológicas salen sobrando ya que al final del día, el responsable del diseño podrá disponer de las herramientas y metodologías que puedan cumplir con el propósito y que se adecuen a las circunstancias especificas de recursos, tiempo y gente con la que cuente para diseñar y operar la cadena.
 
O como alguien dijo hace tiempo………………………………………….No se hagan bolas!!!!

martes, 23 de octubre de 2012

Los Vicios de la Cadena II


Lo que debemos de eliminar


El vicio de la inmediatez o la capacidad de ser puramente reactivos.
Continuando con estas situaciones, tenemos una falla sistemática en la operación de las cadenas, afecta desde las compras y el procurement, la manufactura, el almacenamiento y la distribución, tiene un gran impacto en el servicio a clientes y descompone los objetivos y logros financieros, es decir, es la peor pesadilla a la que uno se puede enfrentar, esta siempre ahí y es difícil de eliminar pues normalmente se ve como algo normal y a veces hasta prioritario.
 
Muchas operaciones son concebidas, diseñadas y parametrizadas para detectar, resolver y generar problemas del día a día y del corto plazo, se jactan de tener un excelente sistema que detecta y apaga fuegos en lugar de contar con todo un sistema que los prevenga, es mas, el sistema esta diseñado para generarlos de forma continua y obviamente con la solución disponible y efectiva de forma rápida esto no es para nada una cadena eficiente, es todo lo contrario.
¿Porque llegamos a este punto?, la mayoría de las veces por una sencilla razón: no somos capaces de ver más allá de nuestras narices.
La explicación es un poco mas complicada y mas profunda pero tiene mucho que ver con los dos vicios anteriores, demasiada especialización y poco conocimiento y experiencia practica y sistemas y procesos generados e implementados solo por moda, no por convencimiento.
El denominador común de los lideres y operadores de este tipo de operaciones es una gran carencia de metodologías y herramientas de planeación a mediano y largo plazo y sobre todo, el resultado generado de entender y aplicar estas herramientas: el proceso mental de la visión a futuro, de visualizar el estado futuro de la operación, de ejercicios mentales de “what if” de soñar con algo mejor, esto no se enseña en un libro, como todo proceso mental, se debe de practicar y entrenar en el día a día, bastante paradójico.
 
Diseñamos procesos y controles para monitorear la operación en base diaria y reaccionamos ante los problemas, es decir, nos volvemos eminentemente reactivos, a veces llegamos a lograr la eficiencia absoluta en esta materia, somos los campeones de la reacción, el problema es que el resultado de nuestras acciones no depende directamente de la acción en si misma sino de las circunstancias y esto, es un riesgo que ninguna operación se puede dar el lujo de tener, menos en un mercado tan demandante como el actual. Veamos un ejemplo:

Recibimos bastantes quejas del área de ventas porque en el canal de autoservicios tenemos constantes faltantes de los productos A y B, salimos corriendo a diseñar y desarrollar la solución para eliminar o minimizar los faltantes de esos productos en ese canal, que es lo que hacemos entonces;
-         Contabilizamos los faltantes acumulados en el ultimo mes/semana/día para hacer un análisis y dimensionar el problema
-         Con esta información hacemos una reunión de trabajo con el área de distribución para ver si por ahí esta el problema, como resultado de la sesión de trabajo encontramos que no se distribuye porque en el almacén siempre ahí faltantes y los pedidos no se completan.
-         Generamos otra sesión de trabajo con el almacén y encontramos que los faltantes se deben a que los embarques de Planta siempre llegan tarde.
-         Hacemos otra sesión de trabajo con la Planta y encontramos que los embarques llegan tarde porque estos salen ya muy tarde de la Planta –bastante obvio-.
-         Los embarques salen tarde porque la Planta no tiene capacidad de producción, situación que ya se había notificado al área de ventas pero siguen vendiendo cantidades fuertes de estos productos. Incrementar la capacidad de la Planta no es factible en estos momentos porque se necesita una inversión importante de capital y se requiere un paro mayor y desabasto de estos productos por al menos tres semanas. Finalmente, el proveedor de uno de los empaques del producto B tiene problemas en su Planta y contamos con un suministro restringido de materiales.
Echamos mano de todas nuestras metodologías y herramientas y como somos especialistas en lo que hacemos y tenemos todo el conocimiento llegamos a la solución correcta que resuelve los problemas del día a día de la siguiente forma:
 
-         Como los clientes de este canal son muy importantes, no podemos dejar de surtir los pedidos completos, entonces diseñamos un “procesito” que nos permite revisar el día anterior los pedidos a entregar el siguiente día.
-         Con esta revisión generamos el requerimiento especial del canal y lo mandamos a la Planta para que aparten producción y se asegure el abasto del mismo.
-         Finalmente, como no podemos esperar a que los embarques se completen, diseñamos un plan de entregas especiales a nuestro almacén para que un transporte de menor capacidad cubra esa ruta y los productos requeridos lleguen a tiempo al almacén y puedan ser surtidos con el resto de los pedidos, como somos muy buenos para resolver los problemas tenemos una alternativa para que, en caso de que los productos lleguen tarde, estos sean re-expedidos con un pedido complementario y entregados a los clientes el mismo día.
 
¿Quien podría quejarse de soluciones de este tipo que “cubren” los propósitos de toda cadena efectiva? Pero porque sostengo que los beneficios dependen de las circunstancias y no de las acciones, muy simple, ¿que pasa si los clientes se niegan a recibir pedidos complementarios?, ¿Qué pasa si ese día los requerimientos son mayores que lo disponible para el canal?, ¿Qué pasa si el proveedor llega tarde con el material y retrasa la producción del producto B?, ¿Qué pasa si se generan requerimientos adicionales a lo largo del día? Todo depende de las circunstancias externas a nuestra operación, por lo que no podemos aseguran que el procesos diseñado es confiable, y repetible.
Y lo que es mas importante como visión integral del negocio ¿Qué pasa con los otros canales y los otros clientes?, ¿Qué pasa con los crecimientos proyectados?, ¿Qué pasa con las restricciones de capacidad, por que no se aprueban los incrementos?
 
Resulta ser que cuando hacemos el balance anual, la suma de ventas y crecimiento de los productos A y B son menores que la capacidad anual de producción instalada, sin embargo nos damos cuenta de que la programación de producción de esos mismos productos es inferior a la demanda proyectada de los mismos, ¿Cómo pudo ser?, muy sencillo, esto no se ve cuando se programa solo el día a día y cuando se tiene un horizonte de planeación de las siguientes tres a cuatro semanas.
 
Y así podemos analizar un sinfín de ejemplos de todo tipo, me llega a la mente alguna vez en una entrevista de trabajo en una empresa muy grande de distribución de medicamentos, el requerimiento indispensable de disponibilidad de tiempo, ya que la operación de picking y packing se tenia que realizar invariablemente en el tercer turno del día anterior para poder entregar durante la mañana a los clientes tal y como era el compromiso. Por lo tanto se requería estar disponible durante la madrugada en caso de que alguna situación se presentara, lo más común en el Valle de México un corte de energía eléctrica. Preguntando un poco mas de información y detalles de este requerimiento tan “especial” entendí que el ciclo de recolección de pedidos comenzaba la mañana anterior y que estos se agrupaban y consolidaban durante la tarde y se operaban durante la noche para cumplir el compromiso de entrega al siguiente día, o sea una operación casi perfecta.
No me mantuve en ese proceso y días después ante la curiosidad de la situación me di a la tarea de investigar en varias farmacias este mecanismos de operación, los hallazgos fueron muy simpáticos por decir lo menos.
Resulta ser que en muchos casos los pedidos se manejaban como urgentes, es decir de un día para otro porque al vendedor se le había pasado colocar el pedido a tiempo o de plano se le había pasado visitar la farmacia.
A los encargados de las farmacias no les importaba si el pedido se surtía a 24, 48 o 72 horas, siempre y cuando el distribuidor se asegurara en mantener los stocks necesarios para la venta diaria.
Ciertamente tenemos un tema de nivel de inventarios y su consecuente tema de flujo de efectivo, y en el tema de medicamentos es todo un tema, pero……………………¿y el costo de procesamiento?.
Para la operación de un almacén y más si se realizan procesos de picking y packing lo mas caro e inefectivo es operar en el tercer turno, asi mismo, lo mas ineficiente para correr procesos vías sistemas (electricidad) es durante la tarde noche por los costos de la misma, entonces, ¿Dónde están los análisis costo-beneficio que nos indiquen que el sobrecosto continuo y constante de operar es mejor que le inversión en inventario, inventario que regresa al flujo una vez que se vende y se cobra?
En fin, muchos y variados paradigmas equivocados que se toman como ciertos y como validos por la falta de visión y de ejercicios mentales de mejora continua.

El vicio de la pretensión del conocimiento.
Este es el tema mas escabroso que puedo tocar y seguramente muchas personas no van a estar de acuerdo con punto de vista, sin embargo es real, lo veo todos los días y las empresas lo padecen a diario, cuesta millones y millones de dólares en decisiones erróneas y genera cualquier cantidad de enfrentamientos dentro de la Organización.
 
¿Como explico yo este vicio tan extendido en la operación?, muy sencillo, es la pretensión de algunos –o muchos- lideres, responsables, dueños, etc. de que lo saben TODO.
La preminencia de la persona versus el equipo, aun cuando –por moda- se pregone a los cuatro vientos acerca del trabajo en equipo, siempre prevalece el yo por el simple hecho de que yo SI se  y lo se TODO.
Aun cuando pertenezca a un equipo de trabajo, YO ya me di cuenta que están mal y no me quieren hacer caso, esto en el mejor de los casos si es que solo soy un integrante del equipo.
Cuando soy el líder entonces impongo mi opinión basado en la premisa de que yo tengo el poder de decisión y lo decido porque lo se, -aunque no tenga ni idea de lo que planteo- pero, ¿porque llegamos a este punto? Es compleja la respuesta y seguramente tiene muchas aristas, desde mi perspectiva he encontrado algunas muy interesantes.
 
La integración de la cadena y su conceptualización tiene una base muy sencilla de entender y se puede definir como la “Ingeniería del Sentido Común”, desde esta perspectiva los conceptos alrededor de la operación de la cadena son muy lógicos y casi casi libres de confusiones, en otras palabras, los “Que’s” son incuestionables y hacen sentido para todo mundo en la Organización, si aparte los matizamos con terminología y conceptos mas rebuscados damos la idea –y generalmente nos auto convence- de que somos casi seres iluminados por entender algo tan complejo como lo es la cadena de suministro. Las cadenas normalmente son complejas, el concepto alrededor del cual deben de ser diseñadas no lo debe de ser, he ahí el detalle.

Si a esto le añadimos algunos cursos, certificaciones, diplomados y/o grados académicos pues cerramos el círculo del conocimiento perfecto, sin embargo dejamos un pequeño detalle pasar por alto:
El verdadero conocimiento y solución de una cadena suministro radica en aplicar los conceptos y hacerlos “operativos” es decir, que funcionen, o sea en entender los “Que’s” y diseñar y fundamentar los “Como’s” y esto, por la complejidad y variedad de las operaciones no es tarea fácil de entender y asimilar, por eso es que solo es factible entender y conocer nuestra cadena de forma integra a través del equipo, ahí radica el conocimiento general y ahí se pueden encontrar las soluciones correctas, diseñar los “como’s” adecuados y entender la operación detallada de mi cadena.
 
Nunca una individualidad, por muy inteligente y capaz que sea va a poder superar al conocimiento colectivo de la cadena, ni jamás la suma del conocimiento individual será mayor a el conocimiento colectivo.
Esta es una verdad que he vivido y reconocido a lo largo de 27 años de desarrollo, esto solamente se desarrolla a través de un real cambio de paradigma en el trabajo, no se requieren los grandes cambios para tener los grandes resultados, simplemente hacer algo un poco mejor cada día y por todos y a lo largo del tiempo los cambios se ven impresionantes.
 
En conclusión, si esperamos tener el gran cambio en las variables de negocio y los resultados de la cadena por contratar al super experto y conocedor que va a implementar Lean Manufacturing, estamos completamente fuera de la realidad y cuando esta nos alcance los resultados en términos de frustración y desmotivación pueden ser catastróficos.
Es mejor comenzar con una real integración, entendiendo el cambio de paradigma y realizando un pequeño cambio –o mejora- día a día todos y cada uno de los integrantes, solo así podremos comenzar a ser un poco los líderes y responsables que en el futuro las cadenas de suministro necesitan y dejaremos de ser los lideres que las actuales cadenas y Organizaciones quieren.

lunes, 22 de octubre de 2012

Los Vicios de la Cadena


Lo que nadie quiere decir…………………………
 
Un tema muy escabroso y delicado pero alguien tiene que decirlo, creo que ya me he ganado el derecho a expresarlo, además es un tema de interés general, no solo afecta la cadena de suministro y las operaciones, afecta a toda entidad organizacional o negocio.
Muchos que lean esta entrada encontraran un espejo de la situación que guarda la Organización a la que pertenecen, algunos otros –los menos- aun cuando inconscientemente estén de acuerdo, tenderán a negar la situación, a auto-justificarse y a descalificar las opiniones por muy variadas y diversas razones.
Al final del día, las situaciones existen, son reales y afectan a la gran mayoría de las Organizaciones, puntualizarlas aquí solo busca hacer una reflexión y de alguna manera, tratar de generar un pequeño punto de inflexión para quien tenga la disposición de comenzar con un real cambio de paradigma.
 
Muchos y muy variados son los “vicios” que se llegan a acumular en una operación, son tan diversos como diversas son las operaciones y los fundamentos de negocio de una empresa, sin embargo se pueden agrupar y una vez agrupados se pueden clasificar en una base común.
No es que exista arreglo para estos vicios y tampoco es que se requiera una solución, a veces con el simple hecho de estar consientes de ellos nos da para no caer en los mismos.
Alguno de mis mentores y maestros me decía que de todo se tiene un aprendizaje, sobre todo de lo que hacemos mal, podemos aprender un método de cómo NO hacer algo, de hecho Thomas Alva Edison descubrió 1000 formas de cómo NO hacer una bombilla eléctrica antes de inventarla, al final del día el resultado positivo prevalece ante lo negativo.
 
Podemos agrupar los vicios o prácticas erróneas dentro de la operación de la cadena de suministro en varias “categorías”, pero antes que nada creo que es valido clarificar a que le denomino “vicio” antes de seguir.
Para mi un “vicio” es una acción, metodología, practica o visión encuadrada dentro de la realidad del negocio pero que no necesariamente esta obligada a cumplir con el deber ser del proceso, sistema u Organización. Esta encuadrada en el ámbito de lo que “yo quiero” y lo que” yo creo” para mi Organización en lugar de ser lo que “yo necesito” y en base a lo que “yo se”. Este es mi muy personal punto de vista, pero creo que es valido.
 
Los vicios de la “Especialización”.
Es practica normal que para cubrir ciertas posiciones requiramos de recursos “especializados”, esto en si mismo es correcto, lo que falla es el enfoque que le damos a la especialización, por ejemplo; requerimos un comprador especializado en tornillería de aluminio porque así no tenemos que entrenarlo en los específicos de nuestro negocio que requiere una gran variedad de tornillos de aluminio. Suena correcto pero, ¿que estamos dejando pasar?.........por principio de cuentas requerimos un comprador porque lo que realmente necesitamos es alguien que desarrolle e implemente mejores sistemas de adquisiciones o compras estratégicas, que es donde nos esta doliendo porque no tenemos claramente definidos procesos y controles que nos aseguren compras de tornillos realmente eficientes.
Lo peor del caso es que no tenemos ese “know-how” dentro de la empresa, es mas lo único que tenemos desarrollado al 100% es……………………………………la metodología de selección y clasificación de tornillos de aluminio, pues es parte de nuestro “core business”; y tenemos entonces que en lugar de salir a buscar al mejor comprador con el mejor conocimiento de los sistemas y procesos de compras buscamos alguien “especialista” en tornillería de aluminio, cuando ese conocimiento es de dominio publico dentro de mi Organización. Y así desechamos una serie de recursos invaluables y que podrían ser de gran contribución al desarrollo de mi operación porque no cuenta con la especialidad que yo creo o que yo quiero y todo por no clarificar que necesito y de que estoy cierto. En este punto contamos además con la gran complicidad y apoyo de nuestra área de RH que sin más ni más descalifica a un excelente comprador porque este tiene experiencia solo en la industria del papel y la harinas para panificación, es triste pero es una realidad.
De igual forma, si planeamos cubrir la posición con recursos internos, le damos mayor preponderancia a la persona con “20 años de experiencia” en el manejo de tornillos de aluminio que a la persona que “apenas” cuenta con 5 años de experiencia desarrollando procesos y controles; por ejemplo.
Si este ejemplo lo pasamos a áreas con requerimientos y habilidades más específicas como por ejemplo las áreas y puestos de calidad, la cosa se pone todavía más dramática.
 
La visión moderna de la calidad, desde el punto de vista conceptual, es el de un enfoque integral, es decir, la calidad se genera desde el inicio de la operación -o lo que es lo mismo, desde el inicio de la cadena- y, como en cualquier función de la operación, existen cualquier cantidad de metodologías de soporte que nos ayudan a establecer programas y sistemas de calidad.
Aquí tenemos pues que, siempre se deshecha a un muy buen recurso con mucho potencial por el solo hecho de no estar “especializado” en x metodología de calidad, nunca exploramos los logros y conceptos de la persona domina y aplica, que en cuestiones de calidad, es la base y la sustancia de todo.
El mejor recurso para administrar el sistema de calidad es el recurso entrenado y capacitado para tener una vision integral y global de la operación, es una persona que logro entender la base conceptual en la que se fundamenta cualquier metodología de administración de la calidad. Y asi tenemos que los requerimientos de recursos de calidad para la Industria Automotriz están completamente cerrados para alguien que venga de una Farmacéutica o de Alimentos por ejemplo, perdón pero la fundamentación de los sistemas de calidad utilizados en ambas industrias es exactamente la misma.
Nos perdemos en la situación de “ahorrarnos” el tiempo de entrenar a la persona en nuestra metodología y perdemos la oportunidad de contar con un recurso que nos venga a dar una perspectiva diferente, que realmente entienda los conceptos y los logre aterrizar en el piso. Esto es a lo que yo llamo un vicio en la operación, esta perfectamente fundamentado en su base de percepciones equivocadas, sobre todo por la falta de conocimiento de los directamente involucrados. Y asi nos podemos ir revisando cualquier cantidad de ejemplos de fallas por este vicio de la “especialización” mal enfocada.
 
Es cierto, la cadena y la operación requieren de especialistas, pero en procesos, sistemas y conceptos; una vez que se logra entender y dominar el concepto y sus fundamentaciones, no importa el tipo de proceso que se tenga, se pueden desarrollar las mejoras y controles que ayuden al crecimiento de la operación. Entonces debiéramos estar buscando especialistas en planeación, en distribución, en controles, en calidad, en suministro estratégico, etc y no andarnos preocupando por la industria de donde vienen, el tamaño de esta y sobre todo, la fama de la misma. Como alguien alguna vez me comento, esto es hacerse tonto solo.
Finalmente, debemos de aprender a siempre añadir valor a mi cadena, privilegiar las fortalezas de la operación para tener una ventaja. Nadie es mas experto en MI negocio que yo –o al menos así debiera de ser-por lo que el conocimiento y fundamentación de mi negocio y de mi operación es la parte que  no debiera de pretender encontrar fuera de mi Organización, es algo que yo puedo “dar” a cambio de conocimientos con los que no cuento dentro de mi equipo; ya que al final del dia, la mezcla de estos conocimientos y de estas habilidades es lo que realmente hace la diferencia y añade valor a la operación.
 
Los vicios de las “modas”.
Es muy común que la operación de las cadenas de suministro –sobre todo los procesos de conversión o manufactura- se lleven de acuerdo a las modas del momento, es decir metodologías que se ponen en boga por diversas causas, que son efectivas en la medida que se fundamentan en el conocimiento completo y correcto de la operación pero que por si mismas no añaden valor alguno a la operación, por el contrario, desvían atención y recursos importantes para la mejora de las operaciones en aras de implementar el proceso “de moda” y pretender lograr un reconocimiento externo que no ayuda en nada a los resultados de negocio.
La falta de preparación, de conocimiento y de experiencia en uno o varios lideres de la Organización así como la pasiva complicidad de los mandos medios los niveles operativos y los dueños de la tecnología, acrecientan esta situación que en ocasiones realmente llega a poner en peligro la viabilidad y permanencia del negocio.
 
Un caso típico de este tipo de situaciones son las implementaciones de los Sistemas Integrados de ERP como SAP, Oracle y demás software de gestión empresarial.
Pretendemos que con el solo hecho de instalar un software de última generación, todas las fallas, vacíos, malas practicas, descontroles y errores de la operación se van a corregir como por arte de magia. Solo porque leímos un articulo en donde “x” empresa comenta los excelentes resultados obtenidos a raíz de la implementación de tal o cual sistema de gestión, ¿y los básicos, que hay de ellos?.
No nos damos cuenta que la mala operación de la cadena y sus malos resultados son la consecuencia de una serie de carencias y fallas en los procesos y controles intrínsecos de la operación; o sea que si corregimos esta situación, en automático eliminamos los malos resultados, el re-trabajo y las perdidas. Ya después puedo mejorar todavía más si además implemento un ERP que me hace ser mas rápido y ágil para enfrentar los cambios en el mercado.
 
Pero ¿que es lo que pasa normalmente?, mantenemos las ineficiencias, en la fase de análisis pre-implementación acomodamos o “maquillamos” números o procesos para cumplir con el requisito y nos lanzamos de lleno a la implementar el sistema bajo la premisa de que entre mas pronto mas rápido se elimina el problema, varias semanas después del lanzamiento o “go live” nos damos cuenta que la situación es un desastre, que el poco control y referencia del negocio que teníamos se ha perdido –y lo peor es que no sabemos donde quedo- y que si no hacemos algo realmente drástico el negocio se va por la borda. El cliente –o sea nosotros- culpamos al consultor por hacer una mala estudio y diseño de lo que necesitábamos; a su vez el consultor, se queja d que nosotros nos empeñamos en desarrollar las soluciones que queríamos y no las que realmente necesitábamos y así nos llevamos algunas semanas mas para terminar con un “Frankestein” que no es lo que esperábamos, que nos costó un dineral, y que al final del día termino haciendo lo mismo que mi software viejito pero de una forma mas complicada, pero como ya nos gastamos una buena lana en el proceso pues no queda de otra mas utilizarlos, al fin ya lo pagamos. Cuando la gente nos pregunta como nos resulto es ERP nuestra respuesta es invariablemente la misma: Pues para lo que cuesta y lo que lo promocionan no es nada del otro mundo, estaba mejor el anterior pero como es lo que estaba de moda pues………………………………se implemento, ¿y los básicos?, bien gracias.
 
Así también pasa con los sistemas modernos de manufactura como Lean o TPM, en esencia la base conceptual es exactamente la misma, es mas, se generaron en el mismo grupo de factorías en el Japón de la Postguerra. Sin embargo hay quienes sostienen que son cosas diferentes y que el que seas especialista en una, casi, casi te excluye de aplicar la otra, nada mas falso.
La implementación de este tipo de metodologías por el simple hecho de estar “a la moda” sin entender la fundamentación de las mismas es el peor error que se puede cometer.
La base de estas metodologías tiene que ver básicamente con un cambio de paradigma, es decir del marco conceptual que tenemos, mientras este cambio de paradigma no se de, estaremos implementando la metodología repitiendo y replicando las mismas fallas y errores del sistema actual, mas aun, estaremos invirtiendo tiempo y dinero que no tenemos en algo que no nos va a funcionar, pero que nos va a poner “a la moda”.
Lo más triste del caso es que vamos a perder una excelente oportunidad de desarrollar y contar con una excelente y maravillosa herramienta que, bien fundamentada, es un excelente vehículo para desarrollar procesos de conversión de clase mundial, aumentar la flexibilidad, la eficiencia y la capacidad de respuesta del sistema.
 
En la siguiente intervención estaré comentando de otros dos “vicios” importantes que aquejan a la cadena y que limitan la capacidad de reacción como son el vicio de la pretensión del conocimiento y el vicio del corto plazo o reactividad.
 
Hasta la próxima.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Mitos y realidades del proceso S&OP.


Tomado de las publicaciones de Oliver Wight “Oliver Wight whitepapers”

 

Hoy quiero compartir los puntos mas importantes de esta publicación de la consultora internacional Oliver Wight porque los comparto al 100% y creo que son una guía interesante de cual podría ser el enfoque correcto ante el dilema de que hacer ante una implementación del proceso S&OP.
A lo largo de mi carrera profesional he vivido varias y diversas implementaciones de este importante proceso, he visto y he padecido estaos mitos, de hecho cuando utilicé la frase “mitos y realidades” fui objeto de burlas por parte de pseudo-directivos cortos de inteligencia, de visión y de conocimientos, pero en fin.
Hoy una muy importante firma de consultoría –y desde mi punto de vista, la mas importante- especialista en implementaciones de este proceso, detecta y define estas situaciones como un potencial freno o desviación durante la implementación.
Sin mas preámbulo ni discusión entremos a ver los 10 mitos y realidades definidos por Oliver Wight bajo la lupa de mi propia experiencia e interpretación.
 
No. 1. ¿Quien es el dueño del proceso S&OP?
Mito: El dueño y sponsor del proceso es la función de Administración de Demanda y/o de Supply Chain, ellos son los responsables de que el proceso se implemente ya que esta bajo su responsabilidad lo relativo a la logística y la planeación de la demanda.
Realidad: El dueño del proceso S&OP es el comité ejecutivo encabezado por el director o gerente general o presidente de la Compañía. La base del proceso es la de aterrizar la planeación estratégica en un plan táctico u operacional que este orientado al cumplimiento de los objetivos de negocio. El comité directivo y las funciones de la empresa que ahí se representa, revisara y validara los planes y objetivos emanados del proceso, podrá contar con la toma de decisiones adecuada, y podrá modificar en base a un control de cambios, lo que considere correcto y pertinente para el negocio.
Cuando este proceso es únicamente liderado por la función de Supply Chain se pierde la oportunidad de realmente establecer un proceso de planeación estratégica a nivel operativo para todas las áreas funcionales de la empresa.
 
No. 2 “El siguiente problema a resolver hoy por S&OP es……….”
Mito: S&OP es un proceso muy operativo orientado a resolver los problemas de suministro, inventario, distribución, etc. Como el área de Supply Chain cuenta con los procesos y controles necesarios entonces S&OP debe de atender los problemas del día a día y resolverlos y al final informar al resto de la Organización.
Realidad: Los problemas del día a día siempre estarán presentes, cometer el error de utilizar una herramienta estratégica como S&OP para monitorear y resolver estas situaciones es un error.
Por eso es que la ventana de planeación de un proceso S&OP es de al menos 24 meses, esta herramienta debe de proveer la visión estratégica a todas las áreas y funciones del negocio para que mantengan el foco en las cosas importantes y de mediano y largo plazo.
Se trata de ser oportunista y prever las situaciones con anticipación para reducir los problemas del día a día y, cuando se presenten, la solución ya esté contemplada dentro del mismo plan.
De cualquier forma, toda Organización mas o menos integrada debe de contar con procesos de monitoreo y trabajo diario o “Daily Management Systems” que se ocupan de estas situaciones bajo una metodología especifica y con respuesta especifica.
 
No 3. Mucha Estrategia y Poca Ejecución.
Mito: S&OP es un sumario integrado de familias de productos o categorías, sin embargo la clave esta en los detalles por producto o por sku y el proceso no va a ese detalle.
Realidad: Los errores de planeación, visión de negocio o pobre ejecución del plan estratégico no se resuelven modificando alguna sku en el día a día, por el contrario, son una pérdida de tiempo, un sobrecosto y no añaden valor al plan estratégico.
Por otro lado, antes de siquiera pensar en implementar S&OP primero me tengo que asegurar que ciertos procesos y herramientas existen. Una muy importante es el proceso de integración-dispersión de ciertas variables como por ejemplo las ventas.
¿Que valor agregado le da al plan estratégico saber que en la tienda “x” de la comunidad “x” se venderán 5 unidades del producto “y”?, de igual forma, ¿Qué valor agregado al plan estratégico le da el hecho de saber que el día 15 del mes se producirán 200 unidades del producto “y”?
Lo importante es balancear el total de la demanda estimada del producto “y” con los inventarios y producción del mismo para asegurar disponibilidad en cualquier momento.
Es indispensable contar con sistemas de dispersión (MRP II, DRP, etc) que nos ayuden a planear y dar seguimiento a los planes específicos con el detalle adecuado. Esto es parte intrínseca del proceso S&OP.
 
No. 4 Solo se ve la historia.
Mito: S&OP es una revisión estadística de la historia pasada, no prevé lo que viene.
Realidad: Si bien la revisión del pasado inmediato es parte del proceso, el objetivo es el de tomar experiencia y aprendizajes de acciones hechas en el pasado a través de sus consecuencias y resultados para poder establecer un plan de acción en el futuro que nos permita alcanzar las metas establecidas en el propio plan.
Al final del día el plan se arma en base a suposiciones, inteligencia de mercado, planes de contingencia, etc. No es solo un plan numérico estadístico basado en la historia pasada. Se trata de anticipar situaciones que ya han acontecido en el pasado y desarrollar una serie de acciones, -o plan- orientadas a evitar el resultado adverso que tuvimos en el pasado.
 
No.5 Son solo números
Mito: S&OP es solo un set de números de demanda, producción y objetivos financieros, en los números en si mismos esta el plan y las decisiones a tomar.
Realidad: si bien el plan se refleja en objetivos numéricos, la base del plan se fundamenta en suposiciones validas revisadas a la luz de las variables de negocio, dicho de otra forma, el plan de negocio es una serie de acciones y supuestos de venta, producción y distribución que hacen sentido, están validadas numéricamente y nos llevaran a logro de los objetivos de negocio establecidos.
Los números por si mismos no deben de ser el resultado del proceso, si desarrollaron un proceso S&OP que solo entrega el reporte o plan basado en solo números y se espera que estos se cumplan, están en el proceso equivocado.
 
No. 6 S&OP es solo otro proceso consumidor de tiempo en reuniones con muy poca acción.
Mito: S&OP son solo las reuniones donde todo mundo discute, nadie se pone de acuerdo y no se acciona ni se logra nada.
Realidad. Muchas de las juntas ejecutivas pierden su razón de ser pro algunas razones, la principal es porque el proceso esta limitado o dirigido hacia una sola área (Ver mito No 1), entonces el comité directivo no logra entender los alcances y el enfoque del plan, solo ven los números y no las acciones, esto se convierte en una guerra de acusaciones y justificaciones de porque los resultados no se dan.
Por otro lado la información no se presenta de forma agregada y con la mecánica de razonamiento que los miembros del comité ejecutivo utilizan para la toma de decisiones; otra vez, el Director de Ventas le va a costar visualizar si las 200 unidades producidas en el primer turno del día 15 van a ser suficientes y van a estar a tiempo para cumplir con su plan de ventas mensual.
Las reuniones ejecutivas del proceso S&OP son la punta del iceberg de todo el proceso, ciertamente son la culminación y el cierre del mismo porque hay se toman las decisiones que afectan al negocio hoy y en el futuro, pero para llegar a eso, mucho trabajo de integración - dispersión de cada área se tuvo que haber realizado, solo entonces las reuniones ejecutivas serán de utilidad y provecho.
 
No7. ¿Quién se preocupa por la demanda?
Mito: S&OP se basa en una demanda estadística basada en el pasado o en una demanda fija, y que pasa con los cambios en la misma.
Realidad: La estadística es solo una base, sobre todo en empresas donde nunca se ha contemplado la demanda real, las ordenes de clientes adolecen de muchas situaciones generadas por nosotros mismos, en la mayoría de los casos no las podemos aceptar como demanda real.
Lo que S&OP realmente hace es la de verbalizar y cuantificar la información de inteligencia de mercado, tendencias y aspectos en los gustos y necesidades de los consumidores que puedan afectar la demanda, en base a esto es que se genera el plan y dependiendo de la madurez de la organización, de la flexibilidad de la cadena, de los proveedores, etc se puede y debe de llegar a un plan que este orientado a la demanda real.
 
No 8. Es muy compleja para incluir a socios de negocios.
Mito: El proceso es muy complejo y pesado para poner de acuerdo a las funciones internas de la Compañía, por lo que incluir a socios de negocios claves en mi plan de negocios (Distribuidores, Proveedores) es imposible.
Realidad: S&OP como parte de la cadena integrada es una excelente herramienta para conectar con los socios de negocio claves en mi compañía, es el proceso mediante el cual realmente puedo conectar con las necesidades, requerimientos y capacidades de estos socios de negocios. Si por el contrario, no he tenido la visión de definir y construir mi cadena de suministro incluyendo estos socios de negocio, entonces el problema no es el proceso S&OP, el problema es mi definición de negocio y de cadena de suministro.
Al ser un simple set de números integrados orientados al cumplimiento de objetivos de negocio, debe de ser más fácil establecer la comunicación y comunión de objetivos con mis clientes y proveedores clave.
 
No. 9 Finanzas siempre tiene la última palabra.
Mito: No importa que haga para balancear demanda y suministro, al final el área de finanzas cambio todo e impone los objetivos que quiere.
Realidad: Esto normalmente sucede por dos cosas; nunca involucramos al área financiera, hicimos nuestro plan de forma conjunta con la parte comercial y llegamos a algo que consideramos “aceptable” desde el punto de vista del balance demanda/suministro o; no hicimos bien nuestra tarea y no validamos los supuestos acorde a las variables financieras ya comprometidas de antemano.
Consecuencia: el área financiera nunca se va a tentar el corazón para modificar el plan y exigir el cumplimiento de ciertas variables críticas ya comprometidas de antemano.
Por eso el trabajo de cada área debe de pasar por una validación financiera, se deben de entender estas variables y como afectan las acciones que estoy tomando a las mismas. Debemos de llegar a la reunión con alternativas validadas para que la toma de decisiones en conjunto se lleve a cabo de forma correcta, recordemos que el principio de la toma de decisiones en el proceso S&OP es por consenso.
 
No. 10 Dejemos el proceso S&OP correr en automático.
Mito: Como son solo una serie de números, busquemos las fuentes de información, diseñemos el software, validemos el sistema y corrámoslo en automático todos los meses.
Realidad: Este es otro de los errores mas comunes, me ha tocado ver personas que pretenden hacer todo el proceso automatizado en ………………………………………………………….una hoja de exel!!!!!! (¡¡¡¡¡O.M.G.!!!!!)
El proceso es lo bastante complejo como la situación a la que pretende dar solución: establecer el plan estratégico de la empresa.
No podemos pensar que un proceso de este calibre, se realice de forma automática, no esta fundamentado para ser así, requiere de la intervención de personas, sistemas y herramientas para poder generar la información, realizar las integraciones de datos, fundamentar suposiciones, evaluar alternativas, etc, etc.
En pocas palabras, es un proceso vivo que implica un cambio de paradigma, por tal razón con frecuencia las compañías contratan consultores externos que les ayuden a desarrollar las herramientas, procesos y sistemas adecuados así como reentrenar a las personas en esta nueva visión de ver el negocio y su operación.