Que se requiere para trascender en la operación.
Existen una y mil discusiones al respecto
de los modelos, técnicas, descripciones y teorías del liderazgo por lo que no
pretendo entrar en discusiones conceptuales, teóricas y mucho menos retoricas;
la red esta llena de estas. Yo solo quiero externar mi punto de vista
fundamentado en 25 años de experiencia como integrante y –muchos de los mismos-
como líder de un área, función o cadena completa en diversas partes del mundo.
Por principio de cuentas considero que
trabajar y ser parte de una cadena de suministro es una gran reto, un plan de
vida y se requiere tener una vocación especial para afrontar los diferentes
retos, encontrar las soluciones y sobre todo………….disfrutar de lo que uno hace,
de lo contrario es solo “un trabajo mas”.
Durante esta larga trayectoria profesional
he conocido un sinnúmero de líderes de diverso tipo y en diversas
circunstancias; debo de decir que de todos he aprendido algo y de todos he
tenido alguna enseñanza.
Ser líder en la cadena tiene dos
vertientes, se es líder por designación, es decir, el liderazgo que viene con
la posición que es lo mas común; o se es líder por reconocimiento, es decir
cuando el resto del equipo o integrantes de la cadena reconocen ciertas
cualidades y virtudes por las cuales están dispuestos a seguir al líder en su
visión y su forma de ver los negocios. Esta es la parte más difícil pero la que
mas satisfacciones genera.
Considero que lo mejor es una mezcla de las
dos, es decir, tener la posición de liderazgo y a la vez contar con el
reconocimiento del resto del equipo de las cualidades, la visión y las
habilidades para poderlos llevar no solo a cumplir los objetivos sino, lo mas
difícil, contar con un adecuado balance de vida.
Liderazgo a través del Conocimiento.
Una forma de poder liderar una operación es
teniendo el conocimiento de la misma, sin embargo en los últimos años esta
situación se ha desvirtuado un poco –sobre todo en Mexico-. Conocer implica
entender los Que’s pero sobre todo, poder desarrollar los Como’s específicos de
determinada operación; entonces tenemos que tenemos lideres de función expertos
en los Que’s teóricos con grados académicos y certificaciones, pero que no son
capaces de entender y aterrizar los conceptos básicos a la operación especifica
de la cual son responsables. No digo que tener un grado académico o una
certificación no sea positivo, por el contrario nos da una perspectiva
conceptual y teórica más amplia pero solo a través de la experiencia en la
aplicación de los conceptos es como vamos a ser más efectivos. Aquí es donde la
misma operación nos demanda un mejor balance entre la teoría y la práctica para
poder ser un líder mas efectivo. La gente reconoce y entiende mejor cuando se
les explica en “como” de las cosas que cuando se pierde en discusiones
conceptuales de los “porque’s” que al final del día no resuelven por si mismos
los problemas cotidianos a los que la operación se enfrenta.
Un buen líder debe de saber y conocer, pero
es más efectivo si sabe y conoce las fortalezas y necesidades de su operación y
sobre todo, de su equipo de trabajo. Con la pena pero una certificación o un
grado académico poco o nada nos ayudara en ese sentido.
Se puede llegar al conocimiento y
entendimiento de los conceptos más “revolucionarios” que aplican a la cadena de
suministro si se logra entender la fundamentación de los básicos de una
operación, es decir, planeación, diseño y control de operaciones. Estas se
aprenden de forma teórica durante los años universitarios y se racionalizan y
entienden en los primeros años de desarrollo profesional, si esto no se logra
de forma natural, es muy difícil que con el simple hecho de volver al aula y
memorizar más conceptos estos fluyan de forma automática en la visión correcta
de la operación.
Al final del día y cuando se llega a cierto
nivel conocimientos lo único que prevalece es una verdad absoluta, entre mas
sabemos, mas consientes estamos de lo ignorantes que somos al respecto del
“todo” de la cadena.
En resumen, es fundamental contar con un
conocimiento adecuado de los fundamentos y conceptos básicos de cada operación,
pero es también fundamental contar con la experiencia adecuada en la aplicación
y seguimiento de dichos conceptos. Continuar con la tendencia de colocar en los
puestos de liderazgo a cualquier nivel solo personas con conocimientos teóricos
–por muy bastos que estos sean- a la larga genera una serie de problemas mucho
mas complejos de resolver.
Liderazgo y Poder.
Cuando uno llega a cierto nivel jerárquico
digamos importante dentro del concepto de importancia que le damos a esta tipo
de cosas, como Director Nacional, Director Corporativo, Director Regional o
semánticas mas o menos parecidas; ya no digamos VP o superior y sobre todo
dentro de una Corporación Internacional conocida y reconocida, en otras
palabras “famosa”. El sentimiento es muy agradable, no lo voy a negar, sin
embargo y por desgracia, en muchos casos se desconecta uno de la realidad –la
nuestra y la de la operación- y comienza una serie de desatinos, malas
decisiones, incoherencias, y sobre todo injusticias.
Creo sinceramente que un líder no nace, se
hace. Por el simple hecho de que me nombren o me contraten al puesto de
Director, Gerente o Vicepresidente no voy a tener en automático el inventario
de habilidades, competencias y cualidades que un buen líder requiere para dirigir
un grupo de personas, hacer que estas crean en la visión correcta y sobre todo,
que estén dispuestas a cambiar lo que se tenga que cambiar en aras de lograr
esa visión.
No, lo único que viene en automático con el
nombramiento es el “poder”. Y este es uno de los peores elementos con los que
cuenta uno en estas circunstancias si no estamos preparados para lidiar con el
mismo.
Aquí es donde la experiencia, pero sobre
todo, la conciencia que da esa experiencia de saber quien es uno y de donde
viene, es uno de los mejores contrapesos para ejercer el “poder” obtenido por
el simple hecho de tener cierto nivel jerárquico; en pocas palabras, la
experiencia positiva nos ayuda no marearnos cuando nos subimos en un ladrillo.
Cuando no estamos lo suficientemente
preparados a nivel experiencias –no solo conocimientos- no podemos ser capaces
de entender los “como’s” de una operación -que a nuestro nivel jerárquico-, es
ya muy compleja. De entender las interrelaciones entre las personas, las
funciones y los procesos lo cual nos hace caer en la dictadura de los dogmas,
es decir, en tomar decisiones sobre personas y procesos solo en base al “deber
ser”, un ejemplo: Como los inventarios de PT están consistentemente en un nivel
muy alto tomamos la decisión de cortar al responsable bajo el fundamento de que
“los inventarios deben de estar en un nivel menor y mas acorde a los objetivos
de negocio”, pero…………………………………..¿porque llegamos a esta situación?, no lo se ni
me importa por eso tengo el poder de tomar decisiones en base a lo que debería
de ser, si no esta bien es porque alguien no esta haciendo su trabajo.
Para eso tengo el poder.
En estos niveles es cuando debemos de ser
mas humildes, menos protagonistas, mas considerados y sobre todo, escuchar mas
y estar mas en contacto con nuestros colaboradores.
El nombramiento y el nivel jerárquico ya la
tenemos, nadie nos lo va a quitar –solo alguien con mas poder en la
Organización- y el “poder” de la posición también.
La sugerencia es la de realmente compartir
el poder con el equipo de trabajo, es decir, ejercer mi poder pero a través de
los diferentes niveles de la operación, lo que hoy se conoce pomposamente como
“empowerment”. Las decisiones de mis Gerentes, Supervisores, jefes de área o
como se denominen son intrínsecamente mías, por lo cual las apoyo y las
fortalezco y en esa medida ejerzo mi poder.
Obviamente mi principal misión es la de
revisar y monitorear las decisiones tomadas y retroalimentar a las personas de
forma positiva sin dejar de ser enérgico cuando se deba de ser.
Cuesta trabajo pero al final se logra uno
quitar el peso de “poder” de encima al compartirlo y por si fuera poco, es mas
estimulante y satisfactorio cuando los resultados se dan.
Liderazgo y Equipo.
Todo aquel que presuma que tiene cierto
nivel jerárquico o conocimiento bien fundamentado de la cadena por si solo y de
forma individual vive en el error.
Podrá tener un grado académico o una
certificación gracias a su esfuerzo personal, esto no esta a discusión, pero el
crecimiento dentro de la Organización de la cadena de suministro se debe en
mucho a los logros obtenidos a través del equipo de trabajo, si esto no lo
alcanzamos a visualizar y entender, estamos perdidos en la inmensidad de las
operaciones de la cadena de suministro.
No conozco a nadie que por si solo pueda
diseñar, implementar, operar y controlar una cadena de suministro por si solo,
tampoco conozco a nadie que tenga el conocimiento solido y completo de todos y
cada uno de los componentes.
Al final del día nuestros logros personales
son un reflejo del trabajo del equipo al que pertenecemos, ni más ni menos. La
visión individualista – tan socorrida en estos tiempos- de mis objetivos, mis
logros, mis promociones, etc. no es de ninguna forma valida para operar una
cadena ya no digamos con estándares de clase mundial sino mas o menos pasable.
Cuando anteponemos los objetivos personales
–remuneración, promociones, bonos- a los objetivos de negocio, perdemos el foco
en lo que es realmente importante, aquí
es donde el equipo nos ayuda a mantener la guía y la dirección correcta; por
eso es mas fácil salirnos de este contexto bajo el pretexto de que “no van al
mismo paso que yo”, recordemos que “el que va piano va lontano” y es mejor
tomarse el tiempo para entender al equipo y hacer que el equipo lo entienda a
uno, se gana en experiencia, en aprendizaje y en sinergia.
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