miércoles, 22 de octubre de 2014

Cuestionamientos básicos y fundamentales para el diseño y/o mejora de la cadena


¿Cuál es la misión de mi negocio?
¿Cuáles son los objetivos primordiales del negocio?
¿Cuáles son las estrategias?
¿Qué recursos tengo?
 

¿Cuál es la misión de mi cadena de suministro?
¿Cuáles son los objetivos de la cadena de suministro?
¿Cuáles son las estrategias?
¿Mi misión, mis objetivos y mis estrategias están alineados con los objetivos, estrategias y misión de mi negocio?
¿Por qué?
¿Cuento con un plan logístico?
¿Por qué?
¿El plan es compatible y alineado con el plan de negocios?
¿Por qué?
 

¿Tengo claro cuál es mi proceso básico de operación?
¿Lo tengo mapeado y documentado por escrito?
¿Se cuál es mi proceso restrictivo o cuello de botella?
¿Tengo claramente definido mi tiempo de proceso y la ruta crítica del mismo?
¿Se cuál es el ciclo normal de negocio?
¿Entiendo cuál es el ciclo natural de operación de mi cadena?
¿Están alineados los ciclos de negocio con los ciclos de operación de la cadena?
¿Cuento con los buffers adecuados?
¿He realizado un análisis de perdidas, fallas o desperdicio?
¿Tengo definidos y cuantificados los buffers necesarios para minimizar las fallas del proceso?
¿Tengo un análisis de ciclo y de leadtime de la operación y del proceso de planeación?
¿Los ciclos de operación y de planeación son compatibles?
¿Cuento con un plan de mejora de la restricción del proceso?
¿La restricción cuenta con buffers adecuados antes y después de la misma?
 

¿El negocio cuenta con un proceso de planeación del mismo?
¿Cuál es su ciclo de revisión?
¿Se cuenta con un proceso de planeación de las operaciones?
¿Cuál es su ciclo?
¿Está alineado e integrado al proceso de planeación del negocio?
¿Cómo se alinea?
¿Si no, porque no se alinea con la planeación del negocio?
¿Los ciclos de planeación son equivalentes o alineados?
¿Cuál es el ciclo y el leadtime de planeación integral y de cada sub-función?
¿Son compatibles y están alineados?
¿Se cuenta con los buffers necesarios para afrontar cualquier incompatibilidad en el ciclo de planeación?
 

¿Tengo claramente definidos y cuantificados los recursos necesarios para la operación de la cadena?
¿Tengo claramente definidos los objetivos específicos de costo y los recursos necesarios para lograr esos objetivos?
¿Los objetivos de costo de mi operación están alineados con los objetivos de costo del negocio en general?
¿Por qué?
¿Cuento con una estructura definida para la operación y para cada sub-función?
¿La estructura tiene nombre y apellidos?
¿Cuento con definiciones claras de cada puesto, sus objetivos y responsabilidades?
¿Mi estructura esta validada para evitar re-trabajos, duplicidades y fallas por omisión?
¿Cuento con los recursos adecuados para cada posición dentro de la estructura?
¿Por qué?
¿Cuento con un plan de desarrollo de talento para siempre tener los recurso adecuados en la estructura?
¿Por qué?
¿Todos los integrantes de la operación tienen claramente definidas las expectativas y los objetivos esperados?
¿Tengo un proceso de control de las operaciones?
¿Funciona adecuadamente?
¿Las métricas de control están alineadas con los objetivos de la operación y del negocio?
¿Los algoritmos de cálculo de las métricas son claros y entendidos por los responsables?
¿La información para el cálculo de métricas y el control esta validada?
¿La información en general esta validada y es confiable?
¿Por qué?
¿La información está disponible y accesible para los responsables y directamente involucrados?
¿Por qué?
 

¿Tengo mapeados y documentados todos los procesos internos de operación, control y planeación de la cadena?
¿Estos procesos son conocidos y dominados por cada uno de los responsables?
¿Quién o quienes documentaron los procesos, quienes los revisaron y quienes los operan?
¿Cuento con un proceso formal de entrenamiento en cada proceso de la operación?
¿Los operadores y responsables de cada proceso han sido entrenados y se verifica que realmente dominen la operación?
¿Los responsables de cada operación, cuentan con las herramientas y equipos necesarios y acordes para la misma?
¿Cuento con un proceso formal de entrenamiento y certificación de la operación?
¿Mi proceso de retribución y reconocimiento esta 100% alineado con los requerimientos del negocio y de la operación?
¿Cuento con un proceso formal de medición del desempeño?
¿Este proceso es conocido y dominado por cada uno de los integrantes de la operación?
¿Cuál es ciclo normal de revisión del desempeño?
¿Cuáles son las medidas correctivas en caso de algún desvío en el desempeño?
¿Este proceso está alineado con los valores y principios del negocio?
 

¿Cuento con un proceso de mejora continua en la operación?
¿Cada cuando reviso los resultados de la operación?
¿Cuál es el plan en caso de no obtener los resultados deseados?
 

Preguntas finales…………………………………….

Si contestas a estas preguntas con un SI
 
¿La operación actual esta perfecta y libre de defectos?
¿Nadie sabe más la operación que yo?
¿Nadie entiende mi operación como yo?
¿Los resultados obtenidos son los mejores que puedo generar y no hay nada más que hacer?
¿No necesito ayuda para mejorar la operación, solo necesito mas recursos y mas tiempo?
¿Considero que mi operación es única y que no se puede comparar con nada fuera de mi organización?
 
 
Una sincera disculpa por haberte hecho “perder” el tiempo leyendo los cuestionamientos anteriores.

lunes, 13 de octubre de 2014

Mantener el foco de la cadena de suministro. Misión casi imposible.

He fundamentado la importancia del balance en la cadena como un elemento de diseño básico y primordial en el desarrollo de la misma, sin balance es muy difícil mantener una operación y evolución adecuada de la operación; sin embargo tenemos otro elemento fundamental dentro del diseño y operación de la cadena de suministro, sin el cual toda la operación pierde sentido y por más esfuerzos que se realicen no se logran los resultados esperados, este elemento primordial es el foco.
Mantener a la organización de la cadena de suministro enfocada en la aplicación de estrategias, el logro de los objetivos y sobre todo, en la razón de ser de la cadena se convierte a veces y dependiendo de las circunstancias, en la misión más importante del líder o los líderes de la misma.
Es relativamente fácil perder el foco y en el día a día y desperdiciar talento y energía de la organización en logros de corto plazo que debieran de ser consecuencia de una operación efectiva y eficiente con el enfoque adecuado.
Por esta situación es que es muy importante y particularmente sensible la definición de la misión y las estrategias al momento de diseñar y desarrollar nuestra cadena de suministro.
 
¿Cuál es el foco?
Una cadena de suministro por sí sola no tiene ningún sentido si no está subordinada a satisfacer los requerimientos y necesidades de un negocio específico. Un negocio no se construye a partir de su definición de cadena de suministro, por el contrario, primero definimos cual es el o los objetivos de nuestro negocio y cuál es la estrategia para lograr ese o esos objetivos. Obviamente un negocio se diseña para hacer y generar utilidades por lo que la parte financiera cobra una significativa preponderancia, sin embargo esto no quiere decir que la misión de la cadena de suministro sea la de reducir costos, caer en esta simplista interpretación es comenzar a cavar la tumba en la que enterraremos el negocio más temprano que tarde.
 
La razón de ser de una cadena de suministro es la de darle viabilidad al negocio que atiende, es decir, ser la parte operativa que materializa y ejecuta las operaciones de suministro, conversión distribución y servicio que nuestro negocio requiere ofrecer y proveer en términos de las necesidades y circunstancias reales y específicas internas, de nuestro entorno y nuestro mercado para ser exitoso.
En base a esta misión debemos de establecer las estrategias adecuadas para el logro de la misma, estas pueden ser varias dependiendo de las circunstancias específicas del mercado y el entorno y las necesidades reales del negocio.
Las estrategias nos deben de llevar al desarrollo del plan logístico que nos permita lograr ser exitosos en la misión además de mantener el enfoque y foco adecuado durante el día día de la operación.




 
Tenemos entonces que; si desde un inicio no tenemos clara la misión correcta de la cadena de suministro y no contamos con las estrategias acordes a la misión y estas no están contenidas en un plan logístico muy poco podemos hacer para mantener enfocada la organización en el real objetivo de la cadena. Trabajo difícil este si no contamos con las herramientas adecuadas que nos señalen la dirección correcta y que sean el soporte y guía de las decisiones a tomar en la ejecución de las operaciones.
El foco debe de centrarse en el plan logístico y en el desarrollo y cumplimiento de las estrategias definidas para el cumplimiento de la misión.
Enfocarse en objetivos intermedios o necesidades de corto plazo, o peor aún, en síntomas de operaciones deficientes solo acelerara el proceso de degradación e incompetencia de nuestra cadena de suministro.
 
Principales distractores del foco correcto en la cadena.
 
Costos altos.
Es muy cierto que la razón de ser del negocio es el de generar utilidades, dentro de esta ecuación el control adecuado de los costos es una pieza fundamental, sin embargo si solo nos enfocamos a reducir costos –no perdidas, desperdicios, sobrecostos, etc- estamos condenados a fallecer en el futuro, como cuenta el refrán popular….”pobre burrito, ya que se había acostumbrado a no comer, que se muere¡¡¡¡”
Es muy fácil desenfocarse de la estrategia por tratar de reducir los costos operativos, a la larga ciertamente lograremos reducciones importantes en el corto plazo pero esta no es la solución.
Los costos competitivos o adecuados son la consecuencia de mejoras en la operación, en procesos simples y aterrizados y controles y métricas correctas.
De otra forma estamos condenados a no invertir en el desarrollo de nuestra operación y volverla obsoleta en términos de su capacidad de respuesta a los constantes cambios y demandas del mercado y el entorno
Esto no quiere decir que los costos no son importantes y parte substancial de los objetivos de negocio, solo quiere decir que debemos de mantener el foco correcto para lograr la optimización de los mismos.
 
Falta de recursos financieros.
Alguna vez pertenecí a un negocio en donde la reducción de inventarios para incrementar el flujo de efectivo rayaba en lo ridículo, los objetivos de inventario de PT no se calculaban en función de satisfacer un mercado a partir de fuentes de suministro globales sino en reducir todos los meses el nivel de inventario, esta empresa casi termina muriendo de éxito.
Los ciclos de producción y envío de producto para satisfacer el mercado eran de alrededor de 90 días, sin embargo se tenía la expectativa de mantener solo 30 días de inventario de producto terminado porque así se lograba una mejor posición de flujo de efectivo¡¡¡¡¡¡¡¡.
Después de 6 meses de forzarnos a esta situación casi se acabaron el mercado pues lo que se requería hoy podía llegar en 30 o 60 días, es decir cuando la demanda ya se había prácticamente acabado, obviamente nuestros clientes recurrieron a la competencia para lograr obtener a tiempo el producto que requerían para la venta.
El flujo de efectivo no solo se mejora con la reducción de inventarios, que tal la reducción del crédito y las cuentas por cobrar, si estamos cortos de efectivo ¿cómo es que damos crédito?, ¿no sería mejor ofrecer un pequeño descuento por pronto pago?
El producto más caro es aquel que no tengo para vender pues no tengo manera de recuperarlo.
El foco de la cadena está en optimizar los recursos en función de las necesidades y requerimientos, no el de meter una variable financiera en control.
 

Mejorar el servicio al cliente.
¿Cuántas veces no nos desgastamos la existencia en tratar de cumplir con todas y cada una de las necesidades –a veces hasta caprichos- de algún cliente en función de lo que nuestra área comercial determina que el cliente requiere.
¿Cuántas veces no nos metemos autogoles con promesas de servicio irrealizables y que de ninguna forma agregan valor a la relación comercial con nuestros clientes?
¿Cuántas veces no nos metemos en problemas en el afán de ofrecer diferenciadores que nos hagan aparentar ser más eficientes cuando en realidad no se requieren?
El mejor servicio a cliente es aquel que logra cumplir con las expectativas del cliente en función de las circunstancias y necesidades reales del mercado y el entorno.
¿Qué necesidad de prometer entregas diarias cuando el cliente solo necesita una entrega semanal?
Tal vez el resto de la competencia solo entrega una vez a la semana pero si nosotros ofrecimos entregas diarias y no cumplimos un día, estamos mal y la competencia bien. Qué necesidad.
¿Por qué no somos capaces de desarrollar un acuerdo de servicio a necesidades reales de los clientes y diseñar nuestra operación en función de esas necesidades reales?.
A la larga sin la estrategia correcta solo invertimos más tiempo, más recursos y más energía y no logramos satisfacer de forma correcta la expectativa-que no la necesidad- de nuestros clientes.
Una vez más, un correcto cumplimiento de las expectativas de nuestros clientes es la consecuencia de una adecuada operación de nuestra cadena de suministro.
 
Falta de personal o de talento.
De igual forma, esta situación es en mucha medida consecuencia directa de los otro tres distractores.
Como estoy en el día a día solamente, sin las estrategias adecuadas, sin un plan adecuado y completamente desenfocado de lo que es trascendente y prioritario en la operación de mi cadena, no me da tiempo de detectar y desarrollar el talento requerido y adecuado; más aún, como no tengo recurso financieros pues no puedo contratar el talento necesario.
Como no tengo talento pues me la paso poniendo recursos –aparentemente más baratos- pero en mayor cantidad para realizar labores de seguimiento, es decir muchos capataces. A la larga toda mi organización termina siendo inoperante y los objetivos no se logran, entonces viene la más fácil: recortar la operación y terminar de hacerla todavía menos inoperante y a la larga, matarla.
Los procesos de mejora continua, naturalmente desarrollan en talento el potencial que la organización tiene dentro de sus integrantes.
Si dentro de nuestras estrategias no tenemos una que nos enfoque al desarrollo del talento interno, que propicie la competencia y la participación de cada integrante, tenemos solo la mitad del camino recorrido.
 

Desarrollo e implementación de “nuevas” tecnologías y tendencias. (O la falta de)
La mayoría de las veces estamos entretenidos gastando recursos en desarrollar lo que nos gusta y no lo que realmente necesitamos.
Dentro de la operación de la cadena de suministro muy, pero muy pocos conceptos son realmente nuevos –me cuesta trabajo identificar uno que realmente sea eso, nuevo- lo que varía es la aplicación del mismo y sobre todo, de cómo adaptamos un concepto ya establecido a una necesidad real diferente.
Para esto lo que debemos de dominar es el concepto no la tecnología emergente, sería una pérdida constante de tiempo estar entrenándonos en todas y cada una de las tecnologías que salen a la luz todos los días si no logramos entender y dominar los conceptos básicos de la cadena de suministro.
La revolución de la tecnología para acceder de forma más rápida a la información es solo eso, acceder más rápido a la información. Si la información es correcta o adecuada ese ya es otro boleto –pero el concepto es el mismo: calidad y exactitud- . Todavía tenemos que resolver el viejo dilema de llevar el producto X del punto de producción A al punto de venta B de la forma más rápida y más competitiva posible y sin perdernos en el camino.
Como podemos constatar, el día a día nos genera una serie de distractores que fácilmente nos pueden desenfocar de la estrategia y la misión real de nuestra operación.
No quiere decir que no tenemos que tomar las decisiones adecuadas para resolver las circunstancias del día a día pero no nos podemos dar el lujo de no mantener el foco en lo realmente prioritario que a la larga no generara las soluciones adecuadas a cada uno de los detalles de la operación diaria.
Este es el reto y es aquí donde el liderazgo dentro de la operación es un factor clave, se trata de aguantar a veces la tormenta –con lo que implica de salir empapado de la misma- pero de mantener el rumbo correcto, de lo contrario solo estaremos irremisiblemente condenados a darle la vuelta a la tormenta que será nuestro naufragio en el futuro.