miércoles, 10 de octubre de 2012

Controles para los 3PL’s


Manteniendo el control de mi operación.

 
Como ya lo he venido comentando, aun cuando un tercero este realizando la operación, esta sigue siendo parte de mi cadena y de mi empresa, no debemos de ceder el control al tercero, es el principio del fin.
Si bien existen operadores logísticos muy capaces y competentes, no olvidemos que el objetivo de negocio de los operadores logísticos es diferente al objetivo de negocio interno, por muy éticos y apegados al servicio a sus clientes para ellos es un negocio y debe de dejar las mayores utilidades.
Requerimos entonces un set de controles diseñados dentro de la operación que realmente nos permita vincular los objetivos de negocio internos con los de nuestro operador logístico, la premisa es muy sencilla, la operación de la cadena tiene que ser negocio para ambos y ambos debemos de compartir las ganancias.
No se trata de enseñarle al operador logístico como realizar su operación, se supone que para eso son expertos, se trata de que esa operación entregue los resultados de negocio esperados de nuestra compañía.
 
Debemos de partir del principio de pertenencia de la operación, si por el hecho de tercerizarla vamos a dejarle el control al operador logístico ya comenzamos mal, el operador logístico siempre va a requerir de nuestra guía para que la operación siempre este alineada con nuestros objetivos de negocio.
Comencemos pues con los básicos de cualquier operación:

 
Control de costos.
Una de las premisas básicas para tercerizar una operación es la de obtener ahorros debido a las sinergias y economías de escala que el operador logístico puede –y debe- hacer. Debemos entonces de establecer los objetivos de costo acordes a nuestros requerimientos y a los objetivos de negocio de nuestro operador logístico.
Los grandes errores –y sobrecostos en una operación contratada- provienen del hecho de asumir que el operador logístico, por el simple hecho de serlo, va a resolver los errores y sobrecostos generados por un proceso mal diseñado.
Los operadores logísticos le apuestan a que la excepción se convertirá en regla y que los requerimientos “especiales” que son mucho más costosos, serán la regla de todos los días con lo que la facturación aumentara de forma considerable.
Debemos pues, de establecer muy claramente los parámetros de operación, las correcciones de procesos y la solución de las fallas antes de considerar siquiera la alternativa de tercerizar una operación.
Nosotros y no el operador logístico, debemos de ser capaces de proyectar nuestra operación, costearla y corregir con la anticipación debida, las desviaciones y/o desviaciones de costo que podamos tener. Debemos de costear todas y cada una de las fases de la operación, mas aun, debemos de desarrollar un esquema de integración de los costos, de proyección de gastos fijos y de utilidades de nuestro operador logístico para saber por donde andamos y que podemos esperar.
El hecho de que en el pasado mi operación interna haya sido muy cara, no es justificación para aceptar pagar un sobrecosto al operador logístico, de otra forma: si mi operación interna me costaba 100, no tengo porque pagar 80 si el costo promedio del mercado es de 60.
Aquí requerimos de mucho soporte y de trabajo en equipo con el área de compras para establecer de forma clara y bien definida los estándares del mercado y definir una base adecuada de negociación con los operadores logísticos.
Con esta base es mucho más fácil definir los parámetros y controles referentes al costo de la operación.
 
Controles de Operación.
Son aquellos que van a calificar de forma sustancial y a nivel general el desempeño de la operación, estos dependerán del tipo de operación que se trate, por ejemplo; si tenemos una operación de almacenaje y manejo de pedidos, los controles generales se podrán definir como el numero y cantidad de SKU’s almacenados; el numero de pedidos procesados a tiempo y el numero de entradas y salidas de materiales.
Si tenemos una operación de distribución los parámetros pudieran ser: el número de entregas realizadas, las rutas recorridas, el costo por caja/pedido/envío/kilometro etc.
En fin, de acuerdo a nuestros objetivos y a la razón de ser de la operación podemos definir los controles y métricas que se requieran, el objetivo de estos controles es el de asegurar que la operación entrega lo que definimos en la fase de diseño y que esta alineada con nuestro negocio.
No confundamos los controles con la simple medición, existen muchas operaciones con innumerables métricas que no funcionan, ¿por qué? Pues porque no existen los mecanismos para actuar una vez que nos damos cuenta que algo no esta funcionando como debiera. El control efectivo es una serie de avisos, medidas y acciones a tomar una vez que la métrica no cumple con el objetivo, la acción inmediata es la que nos ayuda a minimizar los efectos.
Un control adecuado parte de la base de que el primero en generar la acción es el propio operador logístico, cuando sabe de antemano que una situación especifica no va a cumplir con los parámetros establecidos puede y debe tomar las acciones correctivas, estas deben de estar en plena concordancia con el dueño de la operación y deben de estar orientadas a mantener los objetivos comunes de negocio dentro de los parámetros establecidos.
 
Controles de Servicio y Calidad.
Para que una operación sea efectiva, no solo debe de cumplir con los parámetros de costo sino también con los parámetros de servicio y calidad, solo así podemos decir que la operación añade valor a la cadena. Por lo consiguiente, debemos de diseñar una serie de controles que aseguren que este valor añadido se cumpla en todo momento, que no vaya en detrimento del costo –o viceversa-, y que siempre cuenta con la solución adecuada.
Estos controles son los mas difíciles de seguir toda vez que en el dia a dia van –aparentemente- en contra de los controles de la operación y del costo de la misma; por lo tanto debemos de ser muy cuidadosos en como los diseñamos, cuales son las acciones requeridas y sobre todo……………….como impactan en las demás variables.
Debemos de partir de una premisa básica: El servicio y la calidad son parte inherente de la operación y, en consecuencia, no se deben disociar o desintegrar de la salida general de la operación.
Que no se cumplan los parámetros de servicio y calidad se debe de calificar igual de mal que si no se cumple el costo de la misma.
 
Controles Internos, Seguridad y de Gestión.
Estos controles a veces son tan obvios que los dejamos de lado y nos damos cuenta de las fallas a través de las consecuencias, a veces es demasiado tarde –un accidente fatal o de tiempo perdido, un fraude o perdida significativa, una paro laboral, etc- debemos de asegurarnos que están presentes en todas y cada una de las acciones que se generan a raíz de la operación.
Un adecuado control interno nos ayudara también a mantener los parámetros de costo, servicio y calidad dentro de los estándares acordados, evitara conductas y comportamientos equivocados y nos prevendrá de pérdidas considerables por malas prácticas en la operación. Es de capital importancia desarrollar estos controles de forma conjunta con las áreas de contraloría y gobierno corporativo.
Un adecuado set de controles internos y su estricto cumplimiento manda la señal al operador logístico de lo que esperamos de el como operador, del como logra los resultados y sobre todo de cómo consideramos internamente nuestra operación. No me canso de recomendar el estricto cumplimiento de estos controles, sobre todo en los temas logísticos donde el mercado y la industria no cuentan con los mejores estándares y practicas al respecto. Evitemos y cortemos de inicio cualquier duda o cuestionamiento al respecto de cómo administrar la operación y de la forma en como se dan los resultados.
 
Una situación muy común –mas de lo que debería- es la de mantener una operación con practicas no muy seguras y con altos riesgos de lastimar a la gente. Muchos parten de la base de que esa es responsabilidad del operador logístico y que en consecuencia este es el que debiera de aplicar las medidas y correcciones adecuadas. Mal, muy mal, no olvidemos que la operación integrada a nuestra cadena es nuestra responsabilidad, por lo tanto debemos de ser los primeros en promover y buscar una cultura de prácticas y condiciones seguras en la operación. Solo así nuestro operador logístico pondrá la atención requerida a este tipo de situaciones, que en el día a día son de las mas susceptibles de repetirse.
No podemos hablar de una operación de excelencia o de clase mundial si los parámetros básicos de seguridad no se cumplen o son muy “relajados” en estos casos o somos o no somos, la seguridad como la calidad son intrínsecamente parte de la operación y un termómetro de cómo opera la misma.
 
Finalmente debemos de contar con una serie de controles que nos ayuden a monitorear y en su caso, calificar la gestión de la operación por parte nuestra y por parte del operador logístico, esto esta íntimamente ligado con el “como” de la operación. De una mala gestión se pueden generar no solo problemas operativos y de calidad sino que pueden impactar de forma directa al ambiente de trabajo y generar problemas de índole laboral que ponen en riesgo la operación como un todo, la imagen de nuestro negocio y sobre todo los resultados integrales de negocio.
 
Integración de controles.
Lo mejor es integrarlos en una matriz, la metodología de balance scorecard nos puede ser de mucha ayuda, en lo particular me siento muy confortable adaptando la matriz de variables de TPM conocida como PQCDSM, esta matriz nos ayuda a clasificar el tipo de variables y controles a diseñar y monitorear, a establecer las métricas de control y de forma general a darle seguimiento a las situaciones generadas en el día a día.
Al final, la metodología es lo menos importante, lo importante es el concepto de controlar la operación, de cómo las variables y los controles trabajan e interactúan de forma integral y de cómo una acción puede impactar una o varias variables y uno o varios controles. Lo importante es que nosotros estemos consientes de la situación, de las acciones a tomar y de las consecuencias de las mismas.
Reitero lo que señale de inicio, los responsables de la operación somos nosotros, no esperemos que un tercero nos venga a decir que y como controlar en nuestro negocio, esa es responsabilidad nuestra.
Si no somos capaces de definir y controlar nuestros parámetros de operación, no podemos siquiera pensar que podemos tercerizar una operación. Si partimos del supuesto de que por el simple hecho de asignar a un operador logístico una operación problemática esta se va a controlar y corregir por si misma y que los efectos de esa operación van a desaparecer dentro de la operación de toda nuestra cadena, partimos del supuesto equivocado y con el tiempo estos errores se pagan a un costo muy alto para la el negocio, la organización y el operador logístico.
 
Finalmente, ¿quien dijo que tercerizar la operación es mas fácil que corregir la propia?, eso, desde mi perspectiva no es lo correcto.

miércoles, 3 de octubre de 2012

La Etica en la Cadena de Suministro III

Las Tribulaciones del Area de Compras.


Toda la vida he escuchado a la gran mayoría de las empresas quejarse de los manejos y situaciones “raras” que se generan en su área de Compras. De forma cíclica se realizan cambios y “limpias” dentro del área. A la voz de “ya nos saquearon, no nos volverán a saquear” los directivos toman cartas en el asunto, se involucran en la situación del área, revisan números procedimientos, situaciones desempeños y comportamientos y “eliminan” el mal.
Corren a la gran mayoría de los involucrados directamente en los malos manejos, sorprendentemente mantienen a cierto grupo que se dio cuenta de las cosas, no participó o fue forzado a participar y cuando la investigación se realizo, coopero completamente y señalo todas y cada una de las cosas que estaban mal. La pregunta es: ¿Qué carambas estaba haciendo ese grupo de personas mientras los demás se daban vuelo saqueando y haciendo negocios por su parte?.
Finalmente la limpia llega y se comienza de nuevo……………………………….con los mismos procesos, los mismos “controles”, las mismas políticas y a veces, la misma gente. Simple y sencillamente demencial.
No paran ahí, para remplazar a los elementos eliminados de la Organización, se dan a la tarea de contratar los remplazos……………………………………….siguiendo exactamente el mismo proceso que siguieron para contratar a los anteriores, con el mismo perfil y los mismos requerimientos.
¿Cómo pretender hacer un cambio si técnicamente se mantiene la misma estructura operativa?

La naturaleza humana es muy especial, no es una justificación es una realidad y a partir de esta es como debemos de analizar, explorar, diseñar, organizar y operar el grupo de compras dentro de la Organización.
Cuantas veces no hemos escuchado la misma historia, personas honestas que a fuerzas de ser presionadas constantemente y a raíz de ciertas circunstancias personales terminan por ceder y aplicar practicas no muy claras o de plano se pasan a lado oscuro de la fuerza.
Nuestra responsabilidad como parte de la Organización y aun mas, como responsables de la cadena; es la de prever estas situaciones, realizar y aplicar las acciones y cambios requeridos y proveer a las personas de herramientas, procesos, medios y canales para que puedan de forma consistente, realizar las mejores practicas y las transparentes acciones en el día a día de su trabajo.
No podemos ni debemos dejar que las personas por muy éticas y por mas valores que tengan, se enfrenten día a día con situaciones riesgosas, con la tentación de tener el poder amplio para hacer casi lo que quieran, sin un soporte y apoyo para el análisis y la toma de decisiones, esto simplemente no se vale, es exponer a las personas a las arcas abiertas de forma cotidiana, creo que es hasta perverso.

La dualidad Comprador – Vendedor.
 
Debemos de entender la mecánica de trabajo de cada comprador, la mayor parte del tiempo se la pasan interactuando con los vendedores de sus proveedores, analicemos por un momento las circunstancias en las que se da esta relación:
Al vendedor le exigimos honestidad, claridad en las acciones y transacciones que realiza, lo abrumamos con ciertos ahorros que “alguien” ya comprometió, etc, etc. Pero ante todo esperamos que sea el pilar y el sostén de la ética dentro del grupo y dentro de la empresa.
Por otro lado, los vendedores cuentan con una serie de objetivos o cuotas de venta y con la premisa de hacer lo que se tenga que hacer para lograr la venta, no se escatima en recursos para lograr la misma, no importa que a veces no sean los mas claros y mas éticos del mundo, el objetivo es lograr la venta y sumar volumen a los objetivos del mes y del año.
En esta dualidad tan disímbola pero a la vez tan importante y tan cotidiana, como esperamos que todo sea claro, transparente, limpio y ético si no proveemos a nuestro comprador de las herramientas y medios adecuados para mantenerse en esa línea de acción. Todo lo basamos en la ética y valores de cada persona, esto  no es valido y la realidad nos demuestra que tampoco es el camino correcto.
 
¿Que hacer entonces?
La exigencia de principios y valores, de ética y moralidad es algo que debe de permanecer y crecer, no solo para el área de compras sino para la Organización en general, esto no esta a discusión.
El cambio de paradigma viene de reconocer que la realidad y el ambiente en el que se mueve cualquier comprador esta lleno de riesgos, trampas, situaciones no muy claras y practicas arraigadas que se ven como “tradicionales” en el medio del que se trate.
Por consecuencia, debemos de diseñar un proceso claro y definido dentro de la Organización de que y como comprar, revisar los esquemas de decisión y enriquecerlos, implementar o mejorar los controles existentes, proveer de mecanismos de autocontrol y como medida extrema, de mecanismos de alerta y de aviso de situaciones “fuera” del procedimiento.
Debemos de estar alertas y realizar una verdadera y profunda autocritica de nuestros procesos y de nuestra organización, de otra forma solo vamos a caer en modas y remedios temporales que nos nos ayudaran en nada.
Una moda existente en las compañías actuales, es la de desarrollar y promover la lectura y firma de códigos de conducta y de ética. Esto es correcto si forma parte de paquete completo del cambio de cultura organizacional, sin embargo en la gran mayoría de los casos, es solo una moda del momento sin base ni sustento, sin arraigo y sobre todo, sin soporte en todos y cada uno de los niveles de la Organización. Vuelve a apuntar única y exclusivamente a la ética y valores de cada miembro del equipo, mas si no esta enmarcada como parte de una serie de medidas y acciones orientadas a modificar o mantener ciertos comportamientos detectados dentro de la organización.
 
He sido parte de compañías que todos los años realizan su campaña de firma de su código de ética o de conducta, y todos los años un grupo de personas de todos los niveles sale de la misma por malos manejos, entonces, ¿para que sirve la campaña previa?. Cuando no se predica con el ejemplo, es casi imposible lograr modificar un comportamiento o conducta.
Honestamente, cuantas compañías o equipos de compras no conocen en donde de forma constante corren a compradores por malos manejos pero el Gerente –que maneja los “grandes negocios” con otros directivos- es intocable, como podemos pretender modificar la conducta si no tomamos las medidas de fondo para hacer el cambio correcto.
Se termina corriendo al mas tonto y premiando a mas inteligente para “mover” el negocio, esto refuerza la conducta de explorar y encontrar mejores maneras de realizar los malos manejos en lugar de mejorar los controles y hacerlos mas eficientes y tener una operación mas transparente y controlada.
 
Otro error consistente es el de contratar recursos “baratos” para el área, como pretendemos que un comprador que gana 4,000 al mes y realiza compras por 500,000 mensuales no caiga en la tentación de “emparejarse” y mas si alguno de los vendedores con los que trata le ofrece “incentivos” para asignarle mas negocio.
Pasa una y otra vez y una y otra vez se mantiene el mismo resultado. A la larga sale muchísimo mas costoso ahorrarse unos pesos en sueldos y pagarlos en ineficiencias, sobrecostos, mala calidad o perdidas por fraudes y/o desfalcos. Pero no entendemos, limpiamos la casa y terminamos regresando a los mismos esquemas, o como dicen en mi pueblo, la misma gata nada mas que revolcada.
Debemos de reconocer que el área de compras además de ser un área delicada y critica es, ante todo, un área muy especializada, no en los productos y servicios que compra, sino en el proceso de estudio y análisis del mercado, desarrollo de ecuaciones de valor apara los productos y servicios, selección de proveedores, asignación de negocio y monitoreo de los mercados en los que se mueve.
Es muy simpático como se manejan las contrataciones, requieren expertos en ciertos productos, en ciertos proveedores o en ciertos mercados;  no les interesa si son expertos o no en el proceso de compra y abastecimiento que es lo más importante de esta área. Si la persona además cuenta con una aceptable “cartera de proveedores” es mucho mejor.
 
Cuando se contrata un contralor, un financiero o hasta un contable, lo que menos les importa es que mercados o industrias conoce, lo que realmente importa es si el contralor es experto en análisis y control, si el financiero es experto en análisis y proyecciones y si el contable es experto en procesos contables; esa es la razón y la naturaleza de su trabajo y nadie los cuestiona. Sin embargo a la hora de contratar compradores, gerente o directivos de compras el estándar cambia dramáticamente, otra vez, la demencia al máximo.
No podemos seguir contratando los mismos perfiles que se han cansado de demostrar las fallas, inconsistencias, malos manejos y tropelías de las que todos conocemos, todos sabemos pero que a nadie le gusta comentar.
Solo hace falta ver las bolsas de trabajo y analizar los requerimientos para el área de compras y se podrá uno dar cuenta de que la situación sigue igual. Pocas empresas realmente realizan un cambio de fondo y a la larga obtienen mucho mejores resultados, más ahorros y mejores prácticas.
El desarrollo correcto del área de compras, adquisiciones, abastecimiento, suministro estratégico o como se le quiera llamar requiere de inversión, en recursos, gente, métodos, sistemas, controles y herramientas para que las personas puedan realizar su trabajo de forma correcta.
 
 
Como todo en la cadena de suministro, el cambio es manejable con un  poco de conocimiento, mucha disposición, paciencia y mucho sentido común.
El primer paso para el real cambio de paradigma se tiene que dar desde la cabeza y ser seguido y “comprado” por todos y cada uno de los niveles, tiene que ver con el tipo de compañía, el tipo de trabajo y el tipo de vida que quiero tener.
Y ustedes……………………………………………….¿que es lo que quieren?

martes, 2 de octubre de 2012

Las Compras y El Procurement

Los básicos de la estrategia de suministro
 
En las últimas fechas ha habido cualquier cantidad de discusiones acerca de estos dos conceptos; que si uno contiene al otro, que si son separados, que si uno compra y otro lo planea; en fin un sinnúmero de posiciones al respecto de esta importante función y eslabón de la cadena de suministro.
 
Creo que muchas de estas situaciones se generan a partir de discusiones conceptuales alrededor de lo que debe de  ser y como debiera de ser sin lograr entender las particularidades y motivaciones que nos llevan a una realidad muy diferente.
No tengo nada en contra de las discusiones conceptuales, sin embargo cuando no se conecta el concepto con mecanismos funcionales que puedan corregir y cambiar la realidad presente se me hace una perdida de tiempo la discusión del concepto. Al final del día estamos discutiendo una función primordial dentro de la cadena de suministro no es una simple discusión filosófica, requerimos soluciones y acciones orientadas a corregir, modificar y/o evolucionar la forma actual de cómo se llevan las compras y el abastecimiento de materiales y productos, mientras esta realidad no se reconozca, no tendremos forma de adaptar nuestra cadena a las necesidades de los mercados de hoy.
 
Finalmente tampoco es ciencia nuclear, simplemente se requiere –otra vez- un cambio de paradigma, el actual ya no nos funciona, aun cuando enviemos a nuestros compradores y gerentes de compras a uno y mil cursos de compras estratégicas, procurement, estrategia de suministro, planeación de materiales, etc, etc; mientras no logremos cambiar el paradigma ellos seguirán haciendo lo que les funciona y como les funciona, así de simple y así de trágico.
Pero entonces, ¿Que hacer para cambiar el paradigma y darle la vuelta a esta situación? ¿Realmente existe una solución? ¿Qué podemos hacer para romper el paradigma actual?

La respuesta esta en el diseño de la cadena en si mismo, cuando no hemos entendido la base conceptual de la integración de una cadena va a ser difícil encontrar los puntos finos a manejar para diseñar un proceso de procurement y de compras acorde a las necesidades del mercado actual.
Lo mas común y de uso general es incluir un grupo de compras responsable de la selección de proveedores, de la negociación de precios y condiciones de pago, de las condiciones de entrega y – para que no sea menos- de asegurar los pagos a los proveedores.
Cual es la base fundamental de las compras tradicionales?.........La cotización, el mundo tradicional de las compras gira en base a las cotizaciones, no es que estas sean malas, estén pasadas de moda o no aporten valor a la operación, simplemente que se confunde un medio con un fin.
Un comprador tradicional va a ser bueno en función de dos conceptos que no necesariamente son lo mejor para el diseño y operación de una cadena: Sus tres cotizaciones por producto y su cartera de proveedores. Esto llego a ser muy útil y funcional en alguna época, sobre todo cuando la actividad industrial y la manufactura eran la base fundamental de cualquier negocio, es decir el viejo concepto de: Esto es lo que produzco a este precio, encuentren el mercado para venderlo.
 
Los mercados actuales son dominados por los consumidores, ellos dictan lo que requieren, como lo quieren, donde lo quieren y a que precio estarían dispuestos a adquirir un producto; la cadena de suministro –incluida la manufactura- se deben de adaptar a esa circunstancia y actuar en consecuencia, entonces la cadena debe de tener la siguiente misión: entregar el producto correcto en el lugar correcto, al precio adecuado, en la cantidad adecuada en el tiempo exacto. Fácil ¿No?.
Si partimos entonces de una fuente de suministro en donde vamos a comprar lo mas barato –no lo que mas valor dé- a las condiciones mas favorables para que se de la condición de lo mas barato y de un banco de proveedores limitado; como carambas queremos cumplir con el propósito de la cadena.
 
Planeador vs. Comprador.
El concepto moderno un comprador es ahora el de convertirse en un planeador de suministro, de materiales, de abastecimientos o de compras, la semántica es lo de menos lo importante es el concepto.
Estas personas deben de cumplir con un perfil especifico, una formación bien dirigida y por sobre todas las cosas; deben de contar con objetivos perfectamente definidos de cómo contribuir a agregarle valor a la cadena a través de una adecuada estrategia de suministro de materiales y/o productos.
Estos planeadores deben de tener un entendimiento claro del proceso que los precede y sobre todo, del proceso que les sigue.
Deben de contar con un inventario de habilidades y paquetes de procesos y metodologías que les permita realizar su trabajo, validar los resultados y realizar las correcciones pertinentes. Ante todo deben de contar con una visión global de su área, no es solo comprar el material A para el proceso X, es generar una estrategia de suministro de los materiales ABC para todos los procesos X involucrados en la cadena.
Al final del día, este planeador debe de ser experto en el proceso de selección fuentes de suministro –o proveedores- y asignaciones de negocio; ya no será más el experto en ciertos materiales y conocedor a detalle de ciertos proveedores. Un planeador de suministro deberá de ser experto en diseñar y asegurar el suministro de cualquier producto o material que se le encargue, no del material en si.
 
Precio vs. Valor.
Es algo muy trillado, muy discutido, muy manoseado y al final muy mal entendido, valor no es el precio mas bajo necesariamente, todo depende de la estrategia de suministro.
Por principio de cuentas se deben de definir ecuaciones de valor que cada material o producto debe de cumplir para contribuir al cumplimiento del propósito de la cadena de suministro de lo contrario estaremos partiendo de visiones encontradas y mutuamente excluyentes, algunos ejemplos:
 
-          Como añade valor a la cadena el hecho de tener el almacén lleno de un material para asegurar un precio mas barato, cuantos materiales vamos a dejar de recibir por esta situación, cuantos paros de planta vamos a generar y a que costo, cuantos retrasos se generan, al final del día todo se paga.
 
-          Que flexibilidad me da el tener que comprar todo un material a un solo proveedor y tener que esperar a sus ciclos de producción para producir mi producto, estas adecuaciones en el plan de producción que repercusión tiene en costo, cual es el costo de retrasar la entrega de productos al mercado.
 
-          Cual es la ganancia de tener el material X al precio más barato del mercado si por fallas en la calidad del producto tengo paros y re trabajos en la línea de producción que implican un sobrecosto mayor al potencial ahorro.
 
Y así no podemos ir con más ejemplos, al final del día lo más barato no siempre es lo mejor. Por eso es importante definir los parámetros que realmente le dan valor a TODA la cadena, no solo al proceso de Compras. Para esto debemos de entender el proceso del producto y el proceso de conversión y establecer ciertos lineamientos y políticas para diseñar la estrategia correcta y definir la ecuación de valor del producto.
Recordemos que la ecuación de valor esta conformada por tres parámetros básicos: Precio, Calidad y Servicio; el truco es asociar costos a cada uno de ellos para poder balancear la ecuación de valor adecuada para cada material o producto.
De esta forma el planeador siempre tratará de generar el mejor valor en la adquisición de algún material o producto y aun así se podrán llegar a cometer algunos errores, lo importante es diseñar las herramientas adecuadas para detectarlos y corregirlos.
 
Materiales vs. Productos Terminados.
Las mayores aberraciones se realizan en nombre de esta diferenciación, al menos la compra de materiales se establece en base a una formulación hecha para un proceso de conversión, con limitaciones y especificaciones definidas, de acuerdo a un programa de producción y bajo ciertos criterios de evaluación de parámetros de calidad y servicio.
La compra de PT’s para comercializar normalmente conlleva una serie de malas practicas, errores, supuestos incorrectos y malos resultados. No por nada el mercado laboral siempre anda en la búsqueda de “expertos en compras” con cartera de proveedores y que “dominen” cierto mercado.
Al final del día la fundamentación y propósito de la cadena de suministro sigue siendo exactamente la misma, entonces aplican exactamente los mismos principios, porque seguir diseñando lo incorrecto.
Un planeador de producto debe de estar perfectamente conectado y coordinado con el planeador de demanda, de aquí es de donde nace el plan de suministro porque, al final del día, para que queremos comprar algo que no se va a vender por muy barato que me lo ofrezcan.
Un gran error es el de erigir a los compradores de producto con un triple rol: comprar el producto mas barato, “manejar” la demanda y de paso establecer las estrategias de comercialización del producto. Lo peor de todo es que todo esto se resume a un simple: “es una ganga, si lo ponemos a X precio le ganamos tanto y vendemos tanto, de seguro la gente lo va a comprar”, asi es como se definen las grandes tragedias de algunas empresas.
Sin embargo la cosa no para ahí, después de pasar por estas situaciones, de sortear la mala situación “corrigen” corren al o los responsables del error y buscan otro “experto” con su “cartera de proveedores” y vuelta a lo mismo, una y otra vez.
 
Decía Einstein que la definición de demencia es la de pretender tener resultados diferentes realizando exactamente lo mismo cada vez.
Muchas empresas están dementes, la solución es sencilla pero nada fácil, se tiene que cambiar el paradigma, voltear a ver y entender mi cadena y rediseñar y adaptar los procesos, objetivos y metodologías a las necesidades de mi cadena que en teoría son las necesidades de mi mercado.
Reitero, la solución esta en la cadena en si misma, no se requieren recursos “expertos” en tal o cual producto o en tal o cual mercado o en X proveedores, se requieren expertos en diseñar estrategias de suministros acordes a las necesidades intrínsecas de mi cadena de suministro, entonces requerimos expertos en mi cadena, no en la del proveedor, al final del día existen metodologías que me llevaran a obtener y evaluar los datos necesarios para entender y comprender el proceso que me antecede –es decir mi cadena de proveedores- y actuar en consecuencia con una estrategia acorde a las circunstancias del mercado y de la cadena.
 
Esto no se va a corregir por el simple hecho de asistir a un par de cursos, como todo cambio de paradigma este se tiene que “vivir” asimilar y aceptar, de otra forma los cursos y entrenamientos solo sirven para reforzar lo que “ya domino y ya conozco” y refuerzan la resistencia al cambio y el dominio de los “expertos” en producto y proveedores.
Esta es la fuente para todas las malas practicas alrededor del proceso de compras pero ese es tema para otra discusión que tendremos mas adelante, por lo pronto tratemos de no caer en la demencia, la solución no es tan compleja y menos si comienzo a entender el funcionamiento integral de mi cadena de suministro.