jueves, 1 de noviembre de 2012

El Proposito de la Cadena


Las mil y un formas de perderse en el fin.

 
Lo más discutido en las redes sociales profesionales en donde se tocan tópicos de Cadena de Suministro son dos puntos muy interesantes y fundamentales: uno es referente al objetivo de la cadena, es decir, si la función es ahorrar dinero o ahorrar tiempo; el otro es una discusión eterna de cómo hacer la cadena más efectiva.
Existen millones de opiniones y discusiones de la mas diversa índole, puntos de vista que van desde lo mas conceptual y ortodoxo, con fundamentaciones teóricas validas en el mundo de la teoría pero inmanejables en el mundo real; hasta posiciones muy practicas, liberales y controvertidas que casi casi retan el “status quo” de la cadena de suministro.
Es entretenido entrar en el detalle de algunas discusiones y los posicionamientos de los participantes, todos muy respetables pero no necesariamente atinados.
No pretendo erigirme en la autoridad central de toda discusión ni mucho menos en calificar las opiniones como buenas o malas, de hecho no creo que se pueda utilizar algún criterio de calificación valido en este tipo de discusiones; no, el propósito de la presente intervención es precisamente la de tratar de ubicarnos en la realidad y dimensionar de forma adecuada el propósito y fundamentación de toda cadena de suministro.
No es cosa fácil pero si creo que los seres humanos tenemos la tendencia natural a complicar las cosas, a buscar fundamentaciones inexistentes y crear discusiones interesantes pero fútiles en cuanto a los propósitos y fundamentos de sistemas complejos como lo es una cadena de suministro.
 
Repito que existen discusiones y opiniones muy, muy interesantes al respecto de estos temas, sin embargo creo que debemos de tomarnos un poco de tiempo para reflexionar y pensar de forma práctica, sencilla y enfocada cual es el fin último de la cadena de suministro. El proceso en si mismo es lo suficientemente complicado en su diseño y operación, por lo que entonces debiéramos de definir un propósito simple y sencillo que valide y le de razón de ser a este Organismo –si, asi tal cual, un Organismo con vida y objetivo propio-de tal forma que cuando mas confundidos estemos, la revisión de este propósito nos re-enfoque en la dirección correcta y nos ayude a clarificar y simplificar las decisiones.
 
¿Cual es el fin de la Cadena?
La pregunta en si misma nos debe de dar una idea del tipo de respuesta, debemos de definir un fin único, simple y contundente que le de dirección, sentido y fuerza a nuestra cadena de suministro, debe de ser la idea primordial y básica alrededor de la cual nos decidimos a crear esta organización, sus sistemas procesos y controles, la idea bajo la cual selecciono a los integrantes de la misma, y sobre todo, la idea alrededor de la cual defino los objetivos intermedios y finales de la misma.
No es fácil y sobre todo, no existe un parámetro o una escala en la cual alguien externo al proceso y a la organización pueda emitir una calificación al respecto de la definición del propósito ni de la misión y objetivos derivados de esta definición.
 
No, la cadena será o no exitosa en función de la definición inicial y validada de su propósito, solo en función del mismo podremos definir los criterios de éxito requeridos para la calificación y evaluación del desempeño de esta.
Dicho de otra forma, en función de lo que defino como propósito de mi cadena, podre evaluarla y calificarla y para esto estableceré los criterios de éxito que mejor cumplan con este propósito.
Es cierto que existen objetivos y métricas predefinidas para ciertas funciones y actividades de la cadena, sin embargo estos objetivos no están diseñados en función del propósito final de la cadena sino del proceso o función especifica de determinado componente de la cadena. Es valido tomarlos como referencia a la hora de diseñar nuestra operación,  pero estos objetivos intermedios son solo parte de los procesos intrínsecos de una cadena, califican un proceso determinado –lo cual es de mucha ayuda- pero no nos ubican de forma real y centrada a la hora de calificar el desempeño versus el propósito de la cadena.
 
Definir y tener claro el propósito de la cadena nos va a ayudar a romper los conflictos de la toma de decisiones acerca del diseño, operación y orientación de nuestra cadena.
Nos evitara discusiones conceptuales y metodológicas interminables –como las que hoy inundan las redes sociales- que lejos de realmente aportar una mejora a nuestro proceso, solo lo complican y lo enredan más.
Es correcto fundamentar el diseño y la operación en conceptos y metodologías validadas, pero es mucho más importante definir un propósito y que el diseño y operación se adecuen de forma lógica y practica a este.
Cuando no se tiene claro el propósito de la cadena es muy fácil terminar con un diseño de lo que nos gustaría tener como operación y no en lo que realmente necesitamos para operar y así tenemos que decidimos implementar un sistema ERP de ultima generación como SAP para una operación de dos almacenes, 50 SKU’s y 500 pedidos al mes y seguimos operando en un almacén con solo dos andenes de acceso para entrada y salida y con un operador logístico que no cumple con las expectativas de tiempos de entrega requeridas por nuestros clientes, solo por dar un ejemplo.
 
¿Como se hace la cadena más eficiente y efectiva?
Por definición, una cadena será más efectiva y eficiente en la medida que en su diseño y operación cumple con su propósito, en otras palabras, seré mas efectivo mientras mejor cumpla mi propósito no importando que metodologías, sistemas, herramientas, procesos o instalaciones utilice para tal fin.
Aquí es donde las discusiones metodológicas son interminables, todo mundo tiene una opinión y un ejemplo de cómo y que hacer para mejorar la efectividad de la cadena de suministro.
Ciertamente existen metodologías probadas orientadas a resolver alguna parte de la operación integral de la cadena, siempre tendremos que hacer uso de ellas, sin embargo estas herramientas metodológicas por si mismas no sustituyen a la cadena y su propósito en si mismo, es decir, el MRP por si solo no resolverá ni hará mas efectivo mi proceso de procurement de materiales, la solución estará radicada en como influye y como interacciona dentro de la cadena esta parte del proceso y como se subordina hacia el propósito de la misma.
 
Que si una lectura correcta de la demanda me ayuda a ser eficiente, es cierto, pero el no tenerla no me debe impedir cumplir con mi propósito, tal vez tendré que modificar, eliminar o añadir algunos otros componentes, pero de que puedo cumplir con el fin último de la cadena, lo puedo hacer. Todo es cuestión de tener claridad en el propósito.
La eficiencia y la efectividad no son el fin, son los medios mediante los cuales podre establecer procesos de mejora continua que me permita adaptarme a los constantes cambios en el mercado,  en los hábitos de consumo y en el entorno que me rodea.
 
Finalmente, ¿cual es el fin ultimo de cualquier cadena de suministro?, como le he mencionado en otras entradas, la cadena de suministro no tiene una fundamentación en si misma, depende del negocio al cual apoya y soporta, como lo he señalado, la cadena de suministro necesariamente se debe de subordinar a los objetivos y necesidades de negocio, solo así lograra encontrar y entender su real propósito y operar acorde al mismo.
Cuando esto esta perfectamente claro las discusiones conceptuales y metodológicas salen sobrando ya que al final del día, el responsable del diseño podrá disponer de las herramientas y metodologías que puedan cumplir con el propósito y que se adecuen a las circunstancias especificas de recursos, tiempo y gente con la que cuente para diseñar y operar la cadena.
 
O como alguien dijo hace tiempo………………………………………….No se hagan bolas!!!!

martes, 23 de octubre de 2012

Los Vicios de la Cadena II


Lo que debemos de eliminar


El vicio de la inmediatez o la capacidad de ser puramente reactivos.
Continuando con estas situaciones, tenemos una falla sistemática en la operación de las cadenas, afecta desde las compras y el procurement, la manufactura, el almacenamiento y la distribución, tiene un gran impacto en el servicio a clientes y descompone los objetivos y logros financieros, es decir, es la peor pesadilla a la que uno se puede enfrentar, esta siempre ahí y es difícil de eliminar pues normalmente se ve como algo normal y a veces hasta prioritario.
 
Muchas operaciones son concebidas, diseñadas y parametrizadas para detectar, resolver y generar problemas del día a día y del corto plazo, se jactan de tener un excelente sistema que detecta y apaga fuegos en lugar de contar con todo un sistema que los prevenga, es mas, el sistema esta diseñado para generarlos de forma continua y obviamente con la solución disponible y efectiva de forma rápida esto no es para nada una cadena eficiente, es todo lo contrario.
¿Porque llegamos a este punto?, la mayoría de las veces por una sencilla razón: no somos capaces de ver más allá de nuestras narices.
La explicación es un poco mas complicada y mas profunda pero tiene mucho que ver con los dos vicios anteriores, demasiada especialización y poco conocimiento y experiencia practica y sistemas y procesos generados e implementados solo por moda, no por convencimiento.
El denominador común de los lideres y operadores de este tipo de operaciones es una gran carencia de metodologías y herramientas de planeación a mediano y largo plazo y sobre todo, el resultado generado de entender y aplicar estas herramientas: el proceso mental de la visión a futuro, de visualizar el estado futuro de la operación, de ejercicios mentales de “what if” de soñar con algo mejor, esto no se enseña en un libro, como todo proceso mental, se debe de practicar y entrenar en el día a día, bastante paradójico.
 
Diseñamos procesos y controles para monitorear la operación en base diaria y reaccionamos ante los problemas, es decir, nos volvemos eminentemente reactivos, a veces llegamos a lograr la eficiencia absoluta en esta materia, somos los campeones de la reacción, el problema es que el resultado de nuestras acciones no depende directamente de la acción en si misma sino de las circunstancias y esto, es un riesgo que ninguna operación se puede dar el lujo de tener, menos en un mercado tan demandante como el actual. Veamos un ejemplo:

Recibimos bastantes quejas del área de ventas porque en el canal de autoservicios tenemos constantes faltantes de los productos A y B, salimos corriendo a diseñar y desarrollar la solución para eliminar o minimizar los faltantes de esos productos en ese canal, que es lo que hacemos entonces;
-         Contabilizamos los faltantes acumulados en el ultimo mes/semana/día para hacer un análisis y dimensionar el problema
-         Con esta información hacemos una reunión de trabajo con el área de distribución para ver si por ahí esta el problema, como resultado de la sesión de trabajo encontramos que no se distribuye porque en el almacén siempre ahí faltantes y los pedidos no se completan.
-         Generamos otra sesión de trabajo con el almacén y encontramos que los faltantes se deben a que los embarques de Planta siempre llegan tarde.
-         Hacemos otra sesión de trabajo con la Planta y encontramos que los embarques llegan tarde porque estos salen ya muy tarde de la Planta –bastante obvio-.
-         Los embarques salen tarde porque la Planta no tiene capacidad de producción, situación que ya se había notificado al área de ventas pero siguen vendiendo cantidades fuertes de estos productos. Incrementar la capacidad de la Planta no es factible en estos momentos porque se necesita una inversión importante de capital y se requiere un paro mayor y desabasto de estos productos por al menos tres semanas. Finalmente, el proveedor de uno de los empaques del producto B tiene problemas en su Planta y contamos con un suministro restringido de materiales.
Echamos mano de todas nuestras metodologías y herramientas y como somos especialistas en lo que hacemos y tenemos todo el conocimiento llegamos a la solución correcta que resuelve los problemas del día a día de la siguiente forma:
 
-         Como los clientes de este canal son muy importantes, no podemos dejar de surtir los pedidos completos, entonces diseñamos un “procesito” que nos permite revisar el día anterior los pedidos a entregar el siguiente día.
-         Con esta revisión generamos el requerimiento especial del canal y lo mandamos a la Planta para que aparten producción y se asegure el abasto del mismo.
-         Finalmente, como no podemos esperar a que los embarques se completen, diseñamos un plan de entregas especiales a nuestro almacén para que un transporte de menor capacidad cubra esa ruta y los productos requeridos lleguen a tiempo al almacén y puedan ser surtidos con el resto de los pedidos, como somos muy buenos para resolver los problemas tenemos una alternativa para que, en caso de que los productos lleguen tarde, estos sean re-expedidos con un pedido complementario y entregados a los clientes el mismo día.
 
¿Quien podría quejarse de soluciones de este tipo que “cubren” los propósitos de toda cadena efectiva? Pero porque sostengo que los beneficios dependen de las circunstancias y no de las acciones, muy simple, ¿que pasa si los clientes se niegan a recibir pedidos complementarios?, ¿Qué pasa si ese día los requerimientos son mayores que lo disponible para el canal?, ¿Qué pasa si el proveedor llega tarde con el material y retrasa la producción del producto B?, ¿Qué pasa si se generan requerimientos adicionales a lo largo del día? Todo depende de las circunstancias externas a nuestra operación, por lo que no podemos aseguran que el procesos diseñado es confiable, y repetible.
Y lo que es mas importante como visión integral del negocio ¿Qué pasa con los otros canales y los otros clientes?, ¿Qué pasa con los crecimientos proyectados?, ¿Qué pasa con las restricciones de capacidad, por que no se aprueban los incrementos?
 
Resulta ser que cuando hacemos el balance anual, la suma de ventas y crecimiento de los productos A y B son menores que la capacidad anual de producción instalada, sin embargo nos damos cuenta de que la programación de producción de esos mismos productos es inferior a la demanda proyectada de los mismos, ¿Cómo pudo ser?, muy sencillo, esto no se ve cuando se programa solo el día a día y cuando se tiene un horizonte de planeación de las siguientes tres a cuatro semanas.
 
Y así podemos analizar un sinfín de ejemplos de todo tipo, me llega a la mente alguna vez en una entrevista de trabajo en una empresa muy grande de distribución de medicamentos, el requerimiento indispensable de disponibilidad de tiempo, ya que la operación de picking y packing se tenia que realizar invariablemente en el tercer turno del día anterior para poder entregar durante la mañana a los clientes tal y como era el compromiso. Por lo tanto se requería estar disponible durante la madrugada en caso de que alguna situación se presentara, lo más común en el Valle de México un corte de energía eléctrica. Preguntando un poco mas de información y detalles de este requerimiento tan “especial” entendí que el ciclo de recolección de pedidos comenzaba la mañana anterior y que estos se agrupaban y consolidaban durante la tarde y se operaban durante la noche para cumplir el compromiso de entrega al siguiente día, o sea una operación casi perfecta.
No me mantuve en ese proceso y días después ante la curiosidad de la situación me di a la tarea de investigar en varias farmacias este mecanismos de operación, los hallazgos fueron muy simpáticos por decir lo menos.
Resulta ser que en muchos casos los pedidos se manejaban como urgentes, es decir de un día para otro porque al vendedor se le había pasado colocar el pedido a tiempo o de plano se le había pasado visitar la farmacia.
A los encargados de las farmacias no les importaba si el pedido se surtía a 24, 48 o 72 horas, siempre y cuando el distribuidor se asegurara en mantener los stocks necesarios para la venta diaria.
Ciertamente tenemos un tema de nivel de inventarios y su consecuente tema de flujo de efectivo, y en el tema de medicamentos es todo un tema, pero……………………¿y el costo de procesamiento?.
Para la operación de un almacén y más si se realizan procesos de picking y packing lo mas caro e inefectivo es operar en el tercer turno, asi mismo, lo mas ineficiente para correr procesos vías sistemas (electricidad) es durante la tarde noche por los costos de la misma, entonces, ¿Dónde están los análisis costo-beneficio que nos indiquen que el sobrecosto continuo y constante de operar es mejor que le inversión en inventario, inventario que regresa al flujo una vez que se vende y se cobra?
En fin, muchos y variados paradigmas equivocados que se toman como ciertos y como validos por la falta de visión y de ejercicios mentales de mejora continua.

El vicio de la pretensión del conocimiento.
Este es el tema mas escabroso que puedo tocar y seguramente muchas personas no van a estar de acuerdo con punto de vista, sin embargo es real, lo veo todos los días y las empresas lo padecen a diario, cuesta millones y millones de dólares en decisiones erróneas y genera cualquier cantidad de enfrentamientos dentro de la Organización.
 
¿Como explico yo este vicio tan extendido en la operación?, muy sencillo, es la pretensión de algunos –o muchos- lideres, responsables, dueños, etc. de que lo saben TODO.
La preminencia de la persona versus el equipo, aun cuando –por moda- se pregone a los cuatro vientos acerca del trabajo en equipo, siempre prevalece el yo por el simple hecho de que yo SI se  y lo se TODO.
Aun cuando pertenezca a un equipo de trabajo, YO ya me di cuenta que están mal y no me quieren hacer caso, esto en el mejor de los casos si es que solo soy un integrante del equipo.
Cuando soy el líder entonces impongo mi opinión basado en la premisa de que yo tengo el poder de decisión y lo decido porque lo se, -aunque no tenga ni idea de lo que planteo- pero, ¿porque llegamos a este punto? Es compleja la respuesta y seguramente tiene muchas aristas, desde mi perspectiva he encontrado algunas muy interesantes.
 
La integración de la cadena y su conceptualización tiene una base muy sencilla de entender y se puede definir como la “Ingeniería del Sentido Común”, desde esta perspectiva los conceptos alrededor de la operación de la cadena son muy lógicos y casi casi libres de confusiones, en otras palabras, los “Que’s” son incuestionables y hacen sentido para todo mundo en la Organización, si aparte los matizamos con terminología y conceptos mas rebuscados damos la idea –y generalmente nos auto convence- de que somos casi seres iluminados por entender algo tan complejo como lo es la cadena de suministro. Las cadenas normalmente son complejas, el concepto alrededor del cual deben de ser diseñadas no lo debe de ser, he ahí el detalle.

Si a esto le añadimos algunos cursos, certificaciones, diplomados y/o grados académicos pues cerramos el círculo del conocimiento perfecto, sin embargo dejamos un pequeño detalle pasar por alto:
El verdadero conocimiento y solución de una cadena suministro radica en aplicar los conceptos y hacerlos “operativos” es decir, que funcionen, o sea en entender los “Que’s” y diseñar y fundamentar los “Como’s” y esto, por la complejidad y variedad de las operaciones no es tarea fácil de entender y asimilar, por eso es que solo es factible entender y conocer nuestra cadena de forma integra a través del equipo, ahí radica el conocimiento general y ahí se pueden encontrar las soluciones correctas, diseñar los “como’s” adecuados y entender la operación detallada de mi cadena.
 
Nunca una individualidad, por muy inteligente y capaz que sea va a poder superar al conocimiento colectivo de la cadena, ni jamás la suma del conocimiento individual será mayor a el conocimiento colectivo.
Esta es una verdad que he vivido y reconocido a lo largo de 27 años de desarrollo, esto solamente se desarrolla a través de un real cambio de paradigma en el trabajo, no se requieren los grandes cambios para tener los grandes resultados, simplemente hacer algo un poco mejor cada día y por todos y a lo largo del tiempo los cambios se ven impresionantes.
 
En conclusión, si esperamos tener el gran cambio en las variables de negocio y los resultados de la cadena por contratar al super experto y conocedor que va a implementar Lean Manufacturing, estamos completamente fuera de la realidad y cuando esta nos alcance los resultados en términos de frustración y desmotivación pueden ser catastróficos.
Es mejor comenzar con una real integración, entendiendo el cambio de paradigma y realizando un pequeño cambio –o mejora- día a día todos y cada uno de los integrantes, solo así podremos comenzar a ser un poco los líderes y responsables que en el futuro las cadenas de suministro necesitan y dejaremos de ser los lideres que las actuales cadenas y Organizaciones quieren.

lunes, 22 de octubre de 2012

Los Vicios de la Cadena


Lo que nadie quiere decir…………………………
 
Un tema muy escabroso y delicado pero alguien tiene que decirlo, creo que ya me he ganado el derecho a expresarlo, además es un tema de interés general, no solo afecta la cadena de suministro y las operaciones, afecta a toda entidad organizacional o negocio.
Muchos que lean esta entrada encontraran un espejo de la situación que guarda la Organización a la que pertenecen, algunos otros –los menos- aun cuando inconscientemente estén de acuerdo, tenderán a negar la situación, a auto-justificarse y a descalificar las opiniones por muy variadas y diversas razones.
Al final del día, las situaciones existen, son reales y afectan a la gran mayoría de las Organizaciones, puntualizarlas aquí solo busca hacer una reflexión y de alguna manera, tratar de generar un pequeño punto de inflexión para quien tenga la disposición de comenzar con un real cambio de paradigma.
 
Muchos y muy variados son los “vicios” que se llegan a acumular en una operación, son tan diversos como diversas son las operaciones y los fundamentos de negocio de una empresa, sin embargo se pueden agrupar y una vez agrupados se pueden clasificar en una base común.
No es que exista arreglo para estos vicios y tampoco es que se requiera una solución, a veces con el simple hecho de estar consientes de ellos nos da para no caer en los mismos.
Alguno de mis mentores y maestros me decía que de todo se tiene un aprendizaje, sobre todo de lo que hacemos mal, podemos aprender un método de cómo NO hacer algo, de hecho Thomas Alva Edison descubrió 1000 formas de cómo NO hacer una bombilla eléctrica antes de inventarla, al final del día el resultado positivo prevalece ante lo negativo.
 
Podemos agrupar los vicios o prácticas erróneas dentro de la operación de la cadena de suministro en varias “categorías”, pero antes que nada creo que es valido clarificar a que le denomino “vicio” antes de seguir.
Para mi un “vicio” es una acción, metodología, practica o visión encuadrada dentro de la realidad del negocio pero que no necesariamente esta obligada a cumplir con el deber ser del proceso, sistema u Organización. Esta encuadrada en el ámbito de lo que “yo quiero” y lo que” yo creo” para mi Organización en lugar de ser lo que “yo necesito” y en base a lo que “yo se”. Este es mi muy personal punto de vista, pero creo que es valido.
 
Los vicios de la “Especialización”.
Es practica normal que para cubrir ciertas posiciones requiramos de recursos “especializados”, esto en si mismo es correcto, lo que falla es el enfoque que le damos a la especialización, por ejemplo; requerimos un comprador especializado en tornillería de aluminio porque así no tenemos que entrenarlo en los específicos de nuestro negocio que requiere una gran variedad de tornillos de aluminio. Suena correcto pero, ¿que estamos dejando pasar?.........por principio de cuentas requerimos un comprador porque lo que realmente necesitamos es alguien que desarrolle e implemente mejores sistemas de adquisiciones o compras estratégicas, que es donde nos esta doliendo porque no tenemos claramente definidos procesos y controles que nos aseguren compras de tornillos realmente eficientes.
Lo peor del caso es que no tenemos ese “know-how” dentro de la empresa, es mas lo único que tenemos desarrollado al 100% es……………………………………la metodología de selección y clasificación de tornillos de aluminio, pues es parte de nuestro “core business”; y tenemos entonces que en lugar de salir a buscar al mejor comprador con el mejor conocimiento de los sistemas y procesos de compras buscamos alguien “especialista” en tornillería de aluminio, cuando ese conocimiento es de dominio publico dentro de mi Organización. Y así desechamos una serie de recursos invaluables y que podrían ser de gran contribución al desarrollo de mi operación porque no cuenta con la especialidad que yo creo o que yo quiero y todo por no clarificar que necesito y de que estoy cierto. En este punto contamos además con la gran complicidad y apoyo de nuestra área de RH que sin más ni más descalifica a un excelente comprador porque este tiene experiencia solo en la industria del papel y la harinas para panificación, es triste pero es una realidad.
De igual forma, si planeamos cubrir la posición con recursos internos, le damos mayor preponderancia a la persona con “20 años de experiencia” en el manejo de tornillos de aluminio que a la persona que “apenas” cuenta con 5 años de experiencia desarrollando procesos y controles; por ejemplo.
Si este ejemplo lo pasamos a áreas con requerimientos y habilidades más específicas como por ejemplo las áreas y puestos de calidad, la cosa se pone todavía más dramática.
 
La visión moderna de la calidad, desde el punto de vista conceptual, es el de un enfoque integral, es decir, la calidad se genera desde el inicio de la operación -o lo que es lo mismo, desde el inicio de la cadena- y, como en cualquier función de la operación, existen cualquier cantidad de metodologías de soporte que nos ayudan a establecer programas y sistemas de calidad.
Aquí tenemos pues que, siempre se deshecha a un muy buen recurso con mucho potencial por el solo hecho de no estar “especializado” en x metodología de calidad, nunca exploramos los logros y conceptos de la persona domina y aplica, que en cuestiones de calidad, es la base y la sustancia de todo.
El mejor recurso para administrar el sistema de calidad es el recurso entrenado y capacitado para tener una vision integral y global de la operación, es una persona que logro entender la base conceptual en la que se fundamenta cualquier metodología de administración de la calidad. Y asi tenemos que los requerimientos de recursos de calidad para la Industria Automotriz están completamente cerrados para alguien que venga de una Farmacéutica o de Alimentos por ejemplo, perdón pero la fundamentación de los sistemas de calidad utilizados en ambas industrias es exactamente la misma.
Nos perdemos en la situación de “ahorrarnos” el tiempo de entrenar a la persona en nuestra metodología y perdemos la oportunidad de contar con un recurso que nos venga a dar una perspectiva diferente, que realmente entienda los conceptos y los logre aterrizar en el piso. Esto es a lo que yo llamo un vicio en la operación, esta perfectamente fundamentado en su base de percepciones equivocadas, sobre todo por la falta de conocimiento de los directamente involucrados. Y asi nos podemos ir revisando cualquier cantidad de ejemplos de fallas por este vicio de la “especialización” mal enfocada.
 
Es cierto, la cadena y la operación requieren de especialistas, pero en procesos, sistemas y conceptos; una vez que se logra entender y dominar el concepto y sus fundamentaciones, no importa el tipo de proceso que se tenga, se pueden desarrollar las mejoras y controles que ayuden al crecimiento de la operación. Entonces debiéramos estar buscando especialistas en planeación, en distribución, en controles, en calidad, en suministro estratégico, etc y no andarnos preocupando por la industria de donde vienen, el tamaño de esta y sobre todo, la fama de la misma. Como alguien alguna vez me comento, esto es hacerse tonto solo.
Finalmente, debemos de aprender a siempre añadir valor a mi cadena, privilegiar las fortalezas de la operación para tener una ventaja. Nadie es mas experto en MI negocio que yo –o al menos así debiera de ser-por lo que el conocimiento y fundamentación de mi negocio y de mi operación es la parte que  no debiera de pretender encontrar fuera de mi Organización, es algo que yo puedo “dar” a cambio de conocimientos con los que no cuento dentro de mi equipo; ya que al final del dia, la mezcla de estos conocimientos y de estas habilidades es lo que realmente hace la diferencia y añade valor a la operación.
 
Los vicios de las “modas”.
Es muy común que la operación de las cadenas de suministro –sobre todo los procesos de conversión o manufactura- se lleven de acuerdo a las modas del momento, es decir metodologías que se ponen en boga por diversas causas, que son efectivas en la medida que se fundamentan en el conocimiento completo y correcto de la operación pero que por si mismas no añaden valor alguno a la operación, por el contrario, desvían atención y recursos importantes para la mejora de las operaciones en aras de implementar el proceso “de moda” y pretender lograr un reconocimiento externo que no ayuda en nada a los resultados de negocio.
La falta de preparación, de conocimiento y de experiencia en uno o varios lideres de la Organización así como la pasiva complicidad de los mandos medios los niveles operativos y los dueños de la tecnología, acrecientan esta situación que en ocasiones realmente llega a poner en peligro la viabilidad y permanencia del negocio.
 
Un caso típico de este tipo de situaciones son las implementaciones de los Sistemas Integrados de ERP como SAP, Oracle y demás software de gestión empresarial.
Pretendemos que con el solo hecho de instalar un software de última generación, todas las fallas, vacíos, malas practicas, descontroles y errores de la operación se van a corregir como por arte de magia. Solo porque leímos un articulo en donde “x” empresa comenta los excelentes resultados obtenidos a raíz de la implementación de tal o cual sistema de gestión, ¿y los básicos, que hay de ellos?.
No nos damos cuenta que la mala operación de la cadena y sus malos resultados son la consecuencia de una serie de carencias y fallas en los procesos y controles intrínsecos de la operación; o sea que si corregimos esta situación, en automático eliminamos los malos resultados, el re-trabajo y las perdidas. Ya después puedo mejorar todavía más si además implemento un ERP que me hace ser mas rápido y ágil para enfrentar los cambios en el mercado.
 
Pero ¿que es lo que pasa normalmente?, mantenemos las ineficiencias, en la fase de análisis pre-implementación acomodamos o “maquillamos” números o procesos para cumplir con el requisito y nos lanzamos de lleno a la implementar el sistema bajo la premisa de que entre mas pronto mas rápido se elimina el problema, varias semanas después del lanzamiento o “go live” nos damos cuenta que la situación es un desastre, que el poco control y referencia del negocio que teníamos se ha perdido –y lo peor es que no sabemos donde quedo- y que si no hacemos algo realmente drástico el negocio se va por la borda. El cliente –o sea nosotros- culpamos al consultor por hacer una mala estudio y diseño de lo que necesitábamos; a su vez el consultor, se queja d que nosotros nos empeñamos en desarrollar las soluciones que queríamos y no las que realmente necesitábamos y así nos llevamos algunas semanas mas para terminar con un “Frankestein” que no es lo que esperábamos, que nos costó un dineral, y que al final del día termino haciendo lo mismo que mi software viejito pero de una forma mas complicada, pero como ya nos gastamos una buena lana en el proceso pues no queda de otra mas utilizarlos, al fin ya lo pagamos. Cuando la gente nos pregunta como nos resulto es ERP nuestra respuesta es invariablemente la misma: Pues para lo que cuesta y lo que lo promocionan no es nada del otro mundo, estaba mejor el anterior pero como es lo que estaba de moda pues………………………………se implemento, ¿y los básicos?, bien gracias.
 
Así también pasa con los sistemas modernos de manufactura como Lean o TPM, en esencia la base conceptual es exactamente la misma, es mas, se generaron en el mismo grupo de factorías en el Japón de la Postguerra. Sin embargo hay quienes sostienen que son cosas diferentes y que el que seas especialista en una, casi, casi te excluye de aplicar la otra, nada mas falso.
La implementación de este tipo de metodologías por el simple hecho de estar “a la moda” sin entender la fundamentación de las mismas es el peor error que se puede cometer.
La base de estas metodologías tiene que ver básicamente con un cambio de paradigma, es decir del marco conceptual que tenemos, mientras este cambio de paradigma no se de, estaremos implementando la metodología repitiendo y replicando las mismas fallas y errores del sistema actual, mas aun, estaremos invirtiendo tiempo y dinero que no tenemos en algo que no nos va a funcionar, pero que nos va a poner “a la moda”.
Lo más triste del caso es que vamos a perder una excelente oportunidad de desarrollar y contar con una excelente y maravillosa herramienta que, bien fundamentada, es un excelente vehículo para desarrollar procesos de conversión de clase mundial, aumentar la flexibilidad, la eficiencia y la capacidad de respuesta del sistema.
 
En la siguiente intervención estaré comentando de otros dos “vicios” importantes que aquejan a la cadena y que limitan la capacidad de reacción como son el vicio de la pretensión del conocimiento y el vicio del corto plazo o reactividad.
 
Hasta la próxima.