miércoles, 30 de marzo de 2022

La Cadena de Suministro y su relación con las ventas y el mercadeo (Parte II)

 

En mi primera intervención acerca de esta crítica interrelación de dos relevantes funciones dentro de cualquier empresa, me oriente más hacia el foco de lo que no se debe de hacer, de las consecuencias negativas de las practica y hábitos comunes que la mayoría de las empresas padece y, en los falsos “monstruos sagrados” creados alrededor de paradigmas que hoy están fuera de uso, son anacrónicos y caducos; fue una experiencia catártica hasta cierto punto. En esta nueva entrega y como complemento a la anterior, abordare desde mi experiencia personal, lo que considero la evolucionada y proactiva interrelación entre estas dos funciones criticas -ambas operativas- que, desarrollada y construida bajo un nuevo paradigma, se convierten en una real ventaja competitiva que puede hacer ganar en el mercado a cualquier empresa que adopte este enfoque. Desde mi experiencia personal lo he vivido y he constatado como esta evolución en la relación genera mejores resultados, optimiza el tiempo y el esfuerzo invertido por los integrantes de cada función y; elimina las desgastantes, poco productivas discusiones y enfrentamientos entre las dos áreas.

 


El objetivo común.

Como en cualquier disciplina del conocimiento humano, se construye y se desarrolla a partir de explotar las coincidencias en lugar de pelearse por las diferencias. En este caso especifico debemos de centrarnos en el objetivo común y al cual las dos funciones se subordinan: Ganar en el mercado. ¿Como se gana en el mercado?, la respuesta puede ser y de hecho es, algo complicada si nos ponemos estrictos en la definición de todas y cada una de las estrategias diseñadas para competir y ganar en un mercado abierto; para efectos prácticos de explicar la interrelación entre estas dos funciones relevantes en la organización, me voy a tomar la libertad de utilizar un modelo muy simplista que no por eso, no deja de ser real. La formula simplificada para ganar en el mercado se rige en dos ejes fundamentales,

El primero: El cliente manda, es decir, debo de escuchar a mi cliente entendido este como mi consumidor final, en función de que quiere, como lo quiere, donde lo quiere, cuando lo quiere y cuanto quiere para diseñar mis productos y mi cadena de suministro en función de cumplir con la mayoría de estos requerimientos, es decir, ofrecer valor a nuestros consumidores.

El segundo eje: Control del punto de venta. Entendido este control como entendimiento de la interrelación de este con los hábitos y prácticas de compra de los consumidores, el entendimiento de la dinámica de comportamiento de los diferentes tipos de puntos de venta de los diferentes canales de distribución y de como los consumidores se relacionan con estos, es absolutamente indispensable para el diseño, operación y la cadena de suministro. Es una fuente de información invaluable para entender este comportamiento. Bien es sabido que quien controla el punto de venta, controla el mercado.

 

En el paradigma anterior, el contacto y “entendimiento” de los puntos de venta, de la relación comercial y de la administración y control de la información generada a partir de ese contacto y “entendimiento” era competencia exclusiva del área comercial y/o de ventas. Nadie podía ni cuestionar ni analizar la información ni contactar a los clientes sin la autorización del responsable comercial o el vendedor a cargo de la cuenta. Eran (son todavía) muy comunes las expresiones por parte de los vendedores como: “mi cliente”, “mi cuenta”, “mis pedidos”, “mi inventario”.

En el paradigma moderno, ese tipo de situaciones y expresiones simplemente ya no tienen cabida porque no son operables, los inventarios y los clientes son una parte fundamental e integral de las operaciones de la empresa y dse la forma como comercializa sus productos y los hace llegar a sus consumidores finales que son a los toda la cadena -proveedores y clientes incluidos- se deben de subordinar.

Esta evolución se genera a partir de la necesidad de integrar todas las operaciones y funciones bajo un enfoque holístico y practico que permita alinear a todos los participantes en una sola visión, un solo camino y un solo resultado. Si vemos a la organización como un solo ente vivo en donde todos los integrantes están alienados en un esfuerzo orientado en una misma dirección y de forma coordinada, entonces el requerimiento de energía necesaria (recursos) para empujar en esa dirección y lograr “x” movimiento será mínima. De eso se trata esta evolución, de que de forma coordinada y con objetivos comunes, cada función complemente a las otras en el logro de los objetivos, la implementación de estrategias ganadoras y como fin último, la satisfacción plena de nuestros consumidores.

 


La función de la Cadena de Suministro en este nuevo paradigma.

Por la naturaleza de las operaciones que se integran dentro de la cadena de suministro, el contacto con los clientes, los canales de distribución y en varios casos, con los puntos de venta; esta puede tener acceso a una cantidad importante de información critica relativa a los requerimientos de los consumidores, de sus hábitos y practicas de compra, de lo que le gusta y de lo que no le gusta, en fin de una variedad y cantidad de información de importancia extrema para el desarrollo del negocio. Sin embargo, esta información a veces no esta disponible o simplemente no se colecta de forma adecuada, es por eso por lo que se requiere el trabajo conjunto tanto de las dos funciones internas de la organización como con los clientes, distribuidores y operadores logísticos alrededor de los cuales cumplo con la tarea de distribuir y entregar mis productos a los consumidores.

Es aquí donde la operación de la cadena de suministro puede diseñar y operar un sistema de recolección y análisis de datos relevantes durante el proceso de procesamiento de pedidos, administración de la demanda y control de transporte y distribución. Esta información nos puede dar una mejor idea de como planear y suministrar productos a los diferentes puntos de venta de una forma más eficiente, ágil y flexible, solo el análisis de los datos en combinación con las estrategias de generación de valor a clientes y consumidores, nos pueden generar mejores planes de acción para mantenernos “ganando” en el mercado.

 

Por otro lado, tenemos que, el proceso de venta y colocación de productos en los diferentes canales de distribución se sigue generando a través de pedidos de clientes en función de las necesidades y requerimientos de los diferentes puntos de venta que a su vez responden en teoría, a las necesidades y requerimientos de los consumidores. Estos pedidos tradicionalmente se han manejado a través de la función de ventas o comercialización lo cual en muchas organizaciones es el núcleo central de trabajo y medición del desempeño de los vendedores. No voy a entra en los detalles y ejemplos variados de este tipo de manejo de los clientes y pedidos en este paradigma obsoleto.

En el paradigma evolucionado, se discriminan los productos de acuerdo a su ciclo de vida y todos aquellos productos que se encuentran en pleno auge o que requieren un mínimo de esfuerzo de ventas para que sean solicitados por los consumidores, y a su vez por nuestros clientes, que en términos coloquiales y simplistas se definen como que “se venden solos” no requieren que el tiempo y esfuerzo de los vendedores se centren en este tipo de productos, por el contrario, requieren de un eficiente proceso de administración de demanda y un óptimo procesamiento de pedidos de clientes de tal forma que, a través del análisis de la demanda en el punto de venta y en función de lo que cada punto de venta desplaza como respuesta a los requerimientos de los consumidores, se establece el pedido adecuado para reabastecer cada punto de venta en función de lo que ya desplazo hacia los consumidores (replenishment).

Para que esto se logre se requiere fundamentalmente un equipo de atención a clientes con procesos claros y óptimos que aseguren que cada requerimiento es analizado e incluido para el cumplimiento de entrega de los pedidos; por otro lado es necesario contar con un diseño logístico que asegure la entrega en tiempo en los lugares designados de los productos requeridos por los clientes para satisfacer las necesidades de los consumidores, es decir el desarrollo del plan logístico y la infraestructura que los soporte.

Finalmente, ya como un modelo más avanzado: el desarrollo e implementación de técnicas de DRP para definir los stocks mínimos adecuados en cada punto de venta en función de la demanda y el tiempo de ciclo de reabastecimiento (leadtime) en función del análisis de demanda especifica en el punto de venta, nos lleva a un modelos de reabastecimiento automático del punto de venta en donde los pedidos de clientes se generan de forma automática en función del desplazamiento de inventario en cada punto de venta.

 


Todo lo descrito anteriormente está en el ámbito del diseño y gestión de cadena de suministro, no de la función de ventas o comercialización, con esto, la cadena libera importantes recursos (personas, tiempos) para que la operación de la parte comercial sea más específica, más focalizada y de mayor eficiencia.

Bajo esta circunstancia tenemos entonces que las funciones estratégicas del área comercial o de ventas se especializan y canalizan básicamente a dos focos estratégicos relevantes para cualquier organización:

·        La introducción y desarrollo de nuevos productos en el mercado que continúen ofreciendo mayor valor a los consumidores, lograr que los nuevos productos penetren el mercado, que tengan presencia, que los consumidores los prueben y los “adopten” a través de trabajar conjuntamente con los clientes y distribuidores, no es un esfuerzo fácil ni rápido, tiene su chiste (y mucho) y se requiere de mucha disciplina, consistencia, manejo de información y datos validados del mercado.

·        El desarrollo de un nuevos canales de distribución, la introducción de nuevos clientes y/o regiones para expandir el mercado. De igual forma, el tiempo requerido para prospectar y desarrollar nuevos clientes en nuevos canales de distribución no menor y requiere también de disciplina, consistencia, manejo de información adecuada y datos validados del mercado. Con una complicación adicional, se trata de convencer a un tercero que actúa como mi cliente, del beneficio de integrarse a mi cadena de distribución como parte integral de ella, es decir, como parte del medio y no como el fin, no, no es tarea fácil.

Para cerra esta intervención, ¿porque creo que este es el futuro de la cadena de suministro en este país?, la respuesta es muy sencilla: porque este “futuro” ya es una realidad a nivel global, que nosotros vayamos tarde es otra cosa. Tomemos como referencia la clasificación anual de Gartner Inc. acerca de las empresas globales que mejor diseñan, implementan, operan y mejoran su cadena de suministro, no solo sus procesos de gestión de la misma, sino también sus avances y desarrollos en esa misma gestión. No voy a entrar en demasiados detalles, pero el ranqueo y clasificación toma en cuenta muchos detalles específicos y tiene que ver desde su modelos de negocio hasta su estructura y resultado pasando por el manejo de inventarios, cobranza, rentabilidad, sustentabilidad, etc, etc; un análisis a mucho detalle que ciertamente nos da una idea de quien es quien en la cadena de suministro y que hoy se toma como referente mundial. Dentro de esta clasificación anual se contempla una sección aparte que básicamente esta integrada por empresas que consistentemente (más de 5 años consecutivos) han estado en la lista de los 10 mejores, esto logran ju a clasificación como “masters”, dentro de esta lista tenemos a: Apple, Procter & Gamble, Amazon, Unilever y McDonalds y en otros años a Walmart. ¿Porque traigo esto a consideración y que relevancia tiene con el tema? Sencillo, lo único que todas estas empresas tienen en común -aparte de estar en esta lista de “masters”- es que ¡ninguna tiene vendedores o fuerza de ventas tradicional !!!

Esto no quiere decir que no realicen la importante función de venta de sus productos y/o servicios, simplemente evolucionaron en su paradigma y generaron mejor valor a sus consumidores, se convirtieron en los lideres de sus segmentos y ganaron en el mercado, todo fundamentado en una estrategia ganadora de su cadena de suministro como ventaja competitiva, alineando a todas sus funciones y subordinándolas a los requerimientos del mercado. Así de simple.

Por eso sostengo que esto ya es una realidad y que funciona. Nada más.

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