lunes, 1 de junio de 2015

Dogmas vs cambio de paradigma: el error al implementar "Lean"


Sé que la opinión que voy a dar a continuación me va a atraer muchas críticas y desacuerdos, está bien de eso se trata todo esto, además no por muchas críticas no voy a tener razón.
 
En la actualidad existen muchos "profesionales" dedicados a la implementación y desarrollo de la metodología "lean", existe también una gran variedad de empresas que han adoptado esta metodología como su base y fundamento para renovar o hacer más eficiente y flexible su operación. Celebro que existan las dos vertientes, sin embargo, a través del tiempo y de cara a los resultados obtenidos claramente se pude ver que algo no está funcionando, la pregunta es, ¿porque?.
 
Ante todo quiero resaltar una sutil diferencia, si bien el concepto "Lean Manufacturing" se aplica a través de una metodología (Conjunto de métodos que se siguen en una investigación científica o en una exposición doctrinal), es básicamente una filosofía de trabajo basada en ciertos principios válidos y en objetivos específicos orientados a la satisfacción del cliente. Como toda filosofía, se requiere un paradigma (modelo o ejemplo) específico para poder entenderla y aplicarla, esto es un "mindset" especifico que hará que esta filosofía de trabajo sea efectiva y fluya de forma eficiente dentro de la organización.
 
Aquí es donde está centralizada mi principal crítica a esos "profesionales" y esas empresas que adoptan la metodología pero no aplican el cambio de paradigma requerido para que esta sea exitosa. Al final del día las herramientas y componentes de la metodología lean esta orientadas a trabajar en el cambio de paradigma y a crear un diferente "mindset" que nos dé una solución mejor y una educación de mejora continua que se adopte por el simple hecho de desarrollar un proceso más efectivo. "Lean" es un proceso de mejora continua a través de la ingeniería del sentido común en donde todos aportan y comparten lo que mejor saben hacer dentro de las labores y tareas del proceso.
Lo que quiero decir es que las herramientas son exitosas en la medida que generan ese cambio de paradigma en las organizaciones y los resultados cambian dramáticamente por el simple hecho de hacer las cosas de forma diferente, es decir, de forma sencilla, simple y eficiente.
 
Cuando ese cambio de paradigma no se genera la metodología por si misma pasa a ser un dogma en el cual la metodología en sí misma es el único y valido objetivo. Ese es el mayor error, calificar un proceso por el simple hecho de contar con un mapeo, resultados en un pizarrón y cumplir religiosamente y cada semana con actividades de 5 S's no es tener una organización "lean".
 
Hace poco me entrevistaron para una posición directiva dentro de un importante proveedor logístico, uno de los requerimientos era ser experto en "lean", cuando respondí que estaba calificado en TPM por el JIPM a través de un consultor japonés conociendo la aplicación de la metodología y el consabido cambio de paradigma trabajando 6 meses en un modelo gerencial "hands on" y después dos años de implementación en la Planta donde laboraba. Las siguientes dos preguntas fueron: ¿Y qué es TPM? ¿es algo parecido a Lean?. Me quede sin palabras, pues me comento esta persona que la filosofía "lean" es la base de la operación de este operador logístico y que son "expertos" en esta filosofía de trabajo.
 
Imaginemos por un momento la siguiente situación: en el más reciente check-up medico nos informan que tenemos una tumoración en la región abdominal, de inmediato buscamos un especialista reconocido para que nos dé el mejor diagnóstico y la mejor solución, con la salud no se juega. ¿Cómo validamos su conocimiento y experiencia? Creo que en términos generales lo hacemos a través de la recomendación, vamos con nuestro médico de cabecera al que más confianza le tenemos y le pedimos una recomendación, es decir un experto (para nosotros) recomendando a otro; después analizamos los logros y resultados del especialista, cuántos casos ha atendido y cuantos ha sanado u operado (es decir sus resultados); ahora imaginemos que en la primera consulta al momento de auscultarnos tiene abierto el libro de texto en su escritorio y comienza a ver el diagrama de donde colocar el estetoscopio para escuchar nuestra frecuencia cardiaca, posteriormente vuelve a checar otro manual para colocar el baumanómetro para tomarnos la presión.
 
El ejemplo puede sonar absurdo pero ayuda, a un experto no le cuestionamos el método y el procedimiento que sigue, es mas no nos importa porque asumimos que los resultados que tiene lo preceden y puede tomar el ritmo cardiaco y la presión arterial como le venga en gana. Los resultados y el reconocimiento de los demás especialistas lo avalan como experto, punto. En este aspecto hace mucho sentido los diplomas y certificados colgados en la pared de su consultorio, sin las recomendaciones y los resultados esos diplomas y certificados no quieren decir absolutamente nada y por nada del mundo dejaríamos que nos tocara siquiera.
 
Creo que la filosofía lean aplica exactamente igual, o tienes el paradigma adecuado o simplemente no lo tienes y las herramientas y componentes de la metodología se convierten en simples recetas de cocina que se aplican de forma dogmática por los dueños únicos de la verdad absoluta. Así de fácil.
Por cierto; Lean, TPM, TPS son diferentes métodos de la misma filosofía de trabajo: fácil, sencillo, práctico y eficiente.

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