miércoles, 6 de febrero de 2013

Planeación Integral para PyME’s


Los secretos y ventajas de la planeación integrada del negocio.

 

Mucho se habla del concepto S&OP (Sales and Operation Planing) ahora evolucionado a IBP (Integrated Business Planing), normalmente se tiene la percepción de un metodología muy complicada y que para su implementación cuenta con prerrequisitos muy complejos y elevados como sistemas integrados, procesos y metodologías perfectamente establecidas, certificaciones y demás lindezas.
En el mundo ideal estaría yo de acuerdo en que los prerrequisitos serian algo con lo que se debiera contar de antemano, así mi trabajo como implementador sería bastante más sencillo. Sin embargo el mundo real es mucho muy diferente.
 
Por principio de cuentas creo que es un error considerar esta metodología solo como un set de procesos, utilerías y/o recetas de cocina. S&OP o IBP es básicamente un concepto y el éxito de la implementación y posterior operación exitosa depende básicamente del entendimiento de este concepto, de su aplicación y de crear un cambio de paradigma dentro de la Organización que los lleve a una visión integrada de cómo planear y ejecutar los planes estratégicos del negocio, es decir las ventas, la capacidad, el mercadeo, las finanzas.
 
Sigo sosteniendo que las Organizaciones son como las personas, por lo que para crear un cambio de paradigma es mucho más fácil implementarlo cuando la Organización es joven, no es tan compleja y está más abierta a adaptarse y a aceptar los cambios necesarios.
En Organizaciones más maduras y más grandes es mucho más difícil crear el cambio de paradigma por lo que se requiere más tiempo y más energía para realmente lograr el cambio.
Por lo que considero que la implementación de este tipo de conceptos en las etapas tempranas de la Organización son mas susceptibles de ser exitosas, de tomar menor tiempo en la implementación y los mas importante de todo: Le dan mucho mas viabilidad y potencial de éxito y crecimiento al negocio.
 
Pero ¿Cómo empezar y asegurar una implementación exitosa?
Algunos tips y recomendaciones que se deben de cumplir y que hacer y qué no hacer para llegar a buen puerto.
 
Recomendaciones.
·         Mantenga el foco y no se desoriente, la prioridad es y sigue siendo la viabilidad del negocio, eso es lo importante, mientras ese objetivo se mantenga, el paradigma alrededor del cual construir el concepto de planeación integral será el correcto. De lo contrario se perderá en la implementación por sí misma y el S&OP implementado, big, big mistake.
·         No de las cosas por sentadas, investigue, cuestione y analice, si usted y su Organización no logran entender y conceptualizar las actividades y procesos de su negocio, entonces ¿Quién lo hará?
·         Mantenga la mente abierta, no necesariamente lo complicado y complejo es lo más efectivo, las mejores soluciones son las más simples y las mas practicas aun en empresa gigantes y consolidadas. Recuerde que esta fundamentando las bases operacionales de su negocio, no querrá sufrir de extrema complejidad en el futuro.
·         Si ya se decidió, persevere y termine el ciclo, los beneficios se comienzan a ver cuando se cierra la primera iteración, no deje las cosas a medias.
·         Si tiene dudas no lo haga, la duda y la inconsistencia generada es el peor enemigo del cambio de paradigma.
 
Que NO Hacer.
·         No sobrestime a la metodología, por sí sola no va a dar los resultados, se requiere de mucha perseverancia y convencimiento para lograr el cambio de paradigma. Quien le venda la idea de que con una receta de cocina y un check list esta todo implementado estaba absolutamente equivocado.
·         No lo haga solo, este cambio de paradigma requiere de ayuda externa, existen profesionales calificados en el mercado que realmente le ayudaran y lo llevaran hacia una implementación exitosa. Sin embrago debe de ser cauteloso, también existen muchos charlatanes que con dos o tres certificaciones y diplomas que pretenden ser expertos en el tema, el cambio de paradigma requiere de mucha experiencia. Verifique los logros y resultados obtenidos por su consultor externo.
·         No se genere expectativas falsas, implementar S&OP o IBP no conlleva a sistemas complejos y caros, procesos rebuscados y un staff enorme para hacerlo, normalmente con el equipo que cuenta será más que suficiente y si hace las cosas correctas será muy efectivo.
·         No subestime los avances, al final del día terminara haciendo más del 80% de las cosas que ya venía haciendo, no espere grandes cambios en los procesos, los cambios y adaptaciones pequeñas y sutiles son las que van a hacer la gran diferencia. Sea paciente y perseverante.
·         No pretenda saber y hacer todo, la planeación integral del negocio conlleva una serie de retos riesgos y objetivos que se deben de compartir en un equipo de trabajo, aun cuando la Organización sea pequeña, las funciones se deben de delimitar perfectamente en preparación al crecimiento futuro. Es buen tiempo para detectar y en su caso, contratar el talento para desarrollar y asegurar el crecimiento y consolidación.
·         Por último, si no está convencido, no lo haga, de la voluntad y convencimiento depende el 99% de el éxito del concepto. No se va a acabar la empresa si no se implementa este cambio de paradigma. Este concepto sirve para una mejora sustancial en el corto, mediano y largo plazo que potencia a la Organización para el logro de objetivos agresivos de forma más eficiente y más rápida.
 
Tips rápidos.
·         Haga un mapa mental de las actividades estratégicas y prioritarias de su planeación del negocio, es la base de todo y en la medida que usted las entienda podrá hacérselas entender a los demás. Después póngalo por escrito
·         El cambio de paradigma esta básicamente en el cambio de concepto de dar en lugar de pedir. Normalmente las funciones de una empres y la dirección general asisten a las reuniones o sesiones de planeación y/o seguimiento, con la mentalidad de ver que obtienen de la reunión. S&OP básicamente se refiere a que va a aportar cada area y cada integrante a esa reunión y a ese proceso. Es muy sutil pero hace una gran diferencia. Analícelo.
·         Valide la información, muchas de las fallas en la planeación provienen de una base de información poco confiable, asegúrese de que todos llevan y comparten información validada. Maquillar números para hacerlos ver “mejor” no vale la pena. Los números deben de ser compartidos y validados por todos, no se vale que cada quien lleve sus propios análisis, de lo contrario solo se generara una guerra de información en la que el mejor manipule los datos es el que tendrá la razón y el negocio seguirá perdiendo.
·         Muy, muy, muy importante, el proceso y las reuniones son para buscar soluciones, no culpables. Si durante este proceso el resultado se centra en buscar a los responsables de los errores y castigarlos el proceso se desvirtúa y la información comienza a manejarse para no demostrar lo que está mal. Es importante siempre estar enfocado a la búsqueda de soluciones en conjunto con la aportación de todos los integrantes. El mundo real no es perfecto y los cambios en el mercado generan desviaciones en nuestro plan original, no busquemos a quien cargarle la culpa –es lo más fácil y siempre vamos a encontrar alguna persona- sino como adaptarnos a las nuevas circunstancias y cómo podemos utilizar las capacidades de la Organización para darle la vuelta a las cosas.
·         No exijamos lo que no somos capaces de hacer, planteamientos como “tienes 24 hrs para darme una solución o sufrirás las consecuencias” no son nada productivos ni enriquecen el proceso, tal vez la solución es más simple si todos participan en ella.
 
La Trampa del Compromiso con mi Cliente
 
No se comprometa a hacer lo que no tiene capacidad de cumplir. Este es un error muy común y conlleva en sí mismo una trampa y caer en un círculo perverso.
Cuando estamos iniciando la empresa y contamos con pocos clientes, estamos deseosos por demostrar nuestro compromiso y en ser un socio de negocio de mis clientes, es entonces cuando comenzamos a tomar riesgos y a hacer compromisos que a la larga nos llevan al fracaso.
No debemos de comprometer mas allá de lo que tengamos capacidad confiable de hacer cumpliendo los estándares de costo, calidad y seguridad. Un proveedor confiables es aquel que siempre cumple lo que promete y que además sigue cumpliendo con la rentabilidad establecida.
Un gran error de las empresas nacientes es la de pretender quedar bien con su cliente y decir a todo que si y aceptar todo los requerimientos aun a sabiendas de la falta de capacidad de conversión.
 
La trampa consiste en pensar que si le digo a lago que no a mi cliente, este saldrá en automático a buscar otro proveedor para eliminarme a mí. Esto no sucede así, un proveedor confiable es aquel que puede hacer uso correcto de su capacidad, maximizarla y ofrecerla a su cliente bajo las bases de costo calidad y seguridad. Recordemos que una relación de negocios debe de ser gan-gana, en el momento que alguien pierde ya nos es una relación de negocios correcta y exitosa.
Sobre-comprometerse con el cliente solo genera problemas y fallas en el futuro y pone en serio riesgo la relación de negocios y la viabilidad de la empresa.
 
S&OP es la herramienta que nos ayuda a minimizar este riesgo y nos ayuda a salir de la trampa, nos da las herramientas para demostrar de una forma clara, eficaz y rotunda porque no podemos ni debemos comprometer objetivos que no estamos listos para afrontar, cuando esto se logra nuestro cliente comienza a vernos como una real opción de largo plazo, un proveedor confiable y exitoso con el que pude contar aun y cuando el mismo tenga una falla en su planeación.
 
Finalmente, considero que la implementación de este concepto en las etapas tempranas de formación de la empresa es de gran ayuda para cimentar las bases correctas de crecimiento, darle claridad y certeza al modelo de negocio, y en casos extremos; hacer el cambio y adecuación del mismo modelo hacia objetivos y estrategias más viables.
 
 

martes, 5 de febrero de 2013

Mejorando el servicio a cliente


La mejor percepción de servicio por parte de los consumidores.

 

Hace poco tuve la mala suerte de comprar una laptop que al mes de uso sufrió un desperfecto en el disco duro y no se pudo recuperar.
Contacté vía telefónica al su área de servicio a clientes para hacer valida mi garantía y conocer cuál era el centro de servicio más próximo a mi domicilio, después de proporcionar mis datos personales como nombre, dirección y email la siguiente pregunta fue ¿Usted ha contactado anteriormente a nuestro centro de atención a clientes?, ahí caí en cuenta, después de comprar 9 equipos de esa misma marca era la primera vez que tenía que contactar su centro de atención a clientes, es decir, en casi 10 años nunca había tenido la necesidad o la queja al respecto de alguno de sus productos y servicios, en un análisis más profundo me di cuenta que aun teniendo pantallas, equipo de sonido y consolas de videojuegos de la misma marca, nunca habían fallado.
 
Eso me dio una muy buena perspectiva de lo que un servicio a cliente integral debe de ser: No tener que llamar nunca o casi nunca por una falla o defecto en el producto o en el servicio.
Desde mi perspectiva de cliente, consumidor o usuario este es el mejor nivel se atención que se me puede dar, es decir, no tener que conocer el área de atención a clientes, sino solo para casos extremos –como el que me aconteció-y en donde la respuesta es rápida y satisfactoria.
Podemos concluir que el mejor servicio a cliente se define y se desarrolla desde la manufactura o desarrollo de los productos o servicios; en la medida que estos son casi perfectos y no requieren de arreglos, ajustes, cambios y/o clarificaciones posteriores el nivel de servicio es el optimo.
 
Aquí es donde una cadena eficiente, simple, controlada y efectiva hace su trabajo y contribuye a ese ideal de servicio a cliente.
La perspectiva de tener grandes Calls Centers con innumerables menús de inicio, gran cantidad de opciones y un ejército de gente para atender todas las quejas y reclamos de una mala ejecución en la cadena es tener la perspectiva equivocada de lo que el servicio a cliente es.
De nada me sirve –además es muy molesto- que muy amablemente se despidan diciéndome que pase un excelente día cuando yo les tuve que llamar por una falla, omisión o incumplimiento y además no me la han resuelto.
No logro entender la estrategia atrás de este tipo de medidas, desde mi punto de vista la calidad en el diseño y ejecución de la cadena nos da la certeza de cumplir las expectativas de los consumidores al 100%.
 
Entonces ¿que debiéramos de estar haciendo en lugar de seguir invirtiendo recursos en atender las fallas de nuestros productos y servicios?, pues la respuesta es muy sencilla, mejorando día a día la ejecución e integrando eficiencia, calidad y seguridad en todas y cada una de las operaciones y todos y cada uno de  sus procesos de la cadena de suministro. Suena muy sencillo pero ahí radica la complejidad, esa es la base de éxito del modelo japonés, simple sencillo y eficiente. No es casualidad que mi laptop sea japonesa.
 
Cuando los conceptos realmente se integran en una sola visión, el resultado es por sí solo evidente y por consiguiente, lo que entendemos como servicio a cliente se da de forma automática y de la mejor manera posible logrando el reconocimiento de nuestros consumidores y clientes de forma unificada.
Asimismo, no solo es necesaria la calidad en la manufactura o concepción del producto o servicio en si mismo, se complementa con la forma en la que ponemos ese producto o servicio disponible a nuestros clientes (o distribuidores) y consumidores.
De nada nos sirve tener un producto de excelente calidad si no tenemos la misma capacidad de entregarlo y colocarlo en todas y cada una de las localidades donde se requiere, en base a los términos acordados y cumpliendo las condiciones prometidas con nuestros clientes.
 
Aquí encontramos nuevamente la fundamentación básica de cualquier cadena de suministro, entonces por consecuencia, el mejor servicio a cliente solo lo puede dar la mejor cadena de suministro, entonces porque nos desenfocamos tanto y andamos buscando soluciones en donde no las hay.
Creo firmemente que es mejor trabajar en las fundamentaciones de diseño de la cadena y de cómo estas están conectadas con los objetivos de negocio, las estrategias de venta y mercadeo y las promesas de entrega a clientes y consumidores.
Si la cadena no se encuentra alineada con estos objetivos y viceversa, no se puede hablar de excelencia en la operación y por consecuencia en la excelencia en el servicio a clientes.
Muchas veces las fallas vienen por no tener alineadas las capacidades de la cadena de suministro con las expectativas de negocio, esto sucede mucho más a menudo de lo que creemos pero como la solución es “políticamente incorrecta” al menos para los líderes de la cadena, pues no se trabaja en corregir esas fallas, un ejemplo:
 
Tenemos un producto de consumo masivo, es decir que se mueven grandes volúmenes a todas las poblaciones, pero que a su vez no es un producto de primera necesidad ni perecedero, por lo que es necesaria una red de distribución de buen volumen, lo cual ya conlleva costos significativos de operación.
La cadena de distribución puede hacer entregas semanales sin problema a todos y cada uno de los puntos de venta, estos no tienen problema en recibir entregas semanales dado que el inventario para mantener estas entregas en el punto de venta cumple con los objetivos de espacio y costo.
Sin embargo una estrategia del área comercial para incrementar las ventas es el de entregar en 72 horas –o menos- aduciendo un mejor “servicio a clientes” .
Claramente la cadena no está diseñada para soportar esta estrategia, si bien puede hacer los arreglos para entregar más frecuentemente, los costos de envío tenderán naturalmente a duplicarse con lo que entre más se vende más se pierde.
Por otro lado, los puntos de venta requieren ahora recolecciones de producto o reusados del mismo porque los niveles de inventario no han sido ajustados, puesto que este tipo de productos lleva un ciclo semanal y no pueden estar haciendo lecturas del inventario a media semana, los inventarios comienzan a ser un problema.
Finalmente para “solucionar” el problema, se contrata un staff que se dedique a leer el inventario en los puntos de venta y a programar manualmente o por fuera dl sistema los envíos de este producto.
 
Como dice el comercial “¿Y el servicio al cliente Apa’?”
 
Es nuestra obligación como dueños de la cadena de suministro, conectar con las necesidades de nuestros clientes y consumidores, estudiarlas y analizarlas para encontrar las adecuaciones pertinentes a la cadena que nos lleven a las soluciones requeridas, una vez más, la mejor cadena es la que necesitamos no la que queremos.
A veces tenemos que hacerle ver al nuestros clientes que lo que ellos tiene como expectativa no es lo que más le conviene al negocio y sobre todo, lo que el consumidor final requiere y detecta como “nivel de servicio”
Tenemos que seguir un proceso de alineación con los objetivos y necesidades de nuestro negocio, para que como consecuencia podamos definir un diseño de cadena que nos permita modelar los posibles costos y salidas del sistema para proceder a validar de que nuestro diseño de cadena cumple con las expectativas del mismo.
Al final del día la razón de ser de la cadena es soportar los objetivos de negocio y se supone que uno de los objetivos básicos de cualquier empresa es la de “satisfacer al 100% las necesidades reales de clientes y consumidores” .
Si no estamos en ese canal, entonces si tenemos que invertir un buen de recursos en atender las quejas y proporcionar “soluciones” temporales a nuestros clientes y consumidores hasta que otro competidor más vivo y enfocado nos gane el mercado y realmente conecte con las necesidades reales y comience a satisfacer a nuestro clientes, en ese momento tenemos los días contados y la guerra perdida.
 
No creen?
 

miércoles, 23 de enero de 2013

Supply Chain para PyME's II

 
Que aplica y que no aplica.

 

Es natural tener esta inquietud cuando se está consolidando la empresa o cuando se está pensando en consolidarla o aun cuando ya establecida y con un éxito razonable nos cuestionamos que podemos hacer mejor para hacer más eficientes nuestras operaciones.
La respuesta es muy sencilla………………………………………………….TODO APLICA, cuanto más conectada, simplificada y documentada este nuestra operación, mucho mejor desempeño y resultados.
La clave no es el QUE, la diferencia está en el COMO
Normalmente un empresa –del tipo y del tamaño que sea- realiza una serie de actividades y operaciones orientadas a cumplir con su misión y objetivo de negocio, esto es lo que podemos definir como la “esencia del negocio”; esta serie de actividades y operaciones concernientes a la operación de manufactura, comercialización, almacenamiento y distribución de algún producto o servicio es lo que podemos definir al más alto nivel como nuestra cadena de suministro.
 
Al final del día, esta esencia del negocio se va a mantener como la base de la definición – o redefinición- de la cadena de suministro, es decir, no vamos a hacer algo completamente diferente de lo que ahora hacemos, el que pretenda vender una solución bajo esa argumentación está completamente fuera de la realidad.
Lo que si puede ser diametralmente diferente es la salida de la cadena, es decir sus resultados y como los logramos alcanzar, he ahí el secreto y lo maravilloso de esta actividad. Es importante aclarar que si bien la esencia del negocio (o el QUE) no cambia de forma significativa, solo se adecuan pequeños pero significativos cambios; la forma en como operamos y controlamos este macroproceso (es decir el cómo) es el que realmente sufrirá una transformación importante y en la que debemos de ser muy atinados en contestar tres preguntas básicas:
  • ¿Qué debo de comenzar a hacer para mejorar mis procesos y mis resultados? (Como área, función u operación unitaria)
  • ¿Qué debo de seguir haciendo que me esta redituando en buenos resultados?
  • ¿Qué debo de dejar de hacer que me está impidiendo llegar a los objetivos requeridos o me imposibilita a hacer bien o mejor las cosas?
Un buen consultor trabajara de la mano con los responsables de cada función, proceso u operación para entender y determinar los cambios y adaptaciones requeridas así como lo que se debe de eliminar para mejorar cada proceso.
Aquí es muy importante la capacidad y experiencia del consultor, las recetas de cocina no son exitosas ni tampoco la implantación de un modelo exitoso en otra Compañía; si bien los fundamentos son los mismos, las diferencias sutiles aplicables a la circunstancia específica de cada empresa pueden generar resultados diametralmente opuestos a los esperados, por ende se requiere de un análisis y una solución específica para cada empresa y esta se desarrolla y se implementa en conjunto con el equipo directivo y operacional, no existen los magos que con solo mover su varita mágica resuelven todos los problemas.
La solución final es una composición de un análisis y un diagnóstico acertado y posteriormente de una implementación adecuada por parte de todos y cada uno de los integrantes de la cadena involucrados en el control y administración de la misma.
 
¿Por dónde comenzar?
Pues aunque suene a broma, por el principio, no podemos comenzar el análisis reingeniería y rediseño de la cadena por el final o en medio de la misma, todo lleva un sentido lógico y natural.
Recordemos que el SCM es lo que se denomina la “Ingeniería del Sentido Común” por lo tanto debemos de usar nuestro sentido común y empezar desde ahí.
 
¿Cuál es el inicio entonces?
Pues la definición de nuestro procesos principales, los cuales son los mínimos indispensables y los absolutamente requeridos para cumplir con los objetivos de negocio.
Por reconocer donde comienza nuestro proceso de suministro y que alcance le queremos dar.
Por conocer y reconocer donde tenemos más fallas y que “nos duele más”
Es importante señalar que de acuerdo a los principios de manufactura esbelta, debemos primero comenzar por analizar y definir nuestros macroprocesos, aquellos que le dan sentido y finalidad a nuestro negocio.
Posteriormente eliminar todos y cada una de las fallas y defectos de estos procesos para tener procesos en condiciones básicas de operación.
Finalmente implementar planes de y ciclos de mejora de dichos procesos.
Un error común es el de arrancarnos a mejorar un proceso que adolece de fallas y defectos, esto no es correcto porque podemos caer en la trampa de mejorar una falla o un defecto e incrementar los malos resultados, de acuerdo al principio primero corregimos, después estabilizamos y finalmente mejoramos.
Existen procesos que no requieren de alguna mejora cuando ya están libres de defectos y/o fallas, ese es nuestro objetivo.
 
¿Cuál es mi recomendación?
Desde mi perspectiva, el proceso “madre” que le da juego a todas las funciones y del cual dependen la mayoría de los objetivos primordiales del negocio es el proceso mediante el cual se planifica el desempeño general del negocio, es decir, el proceso mediante el cual se planifica la operación, las salida del sistema (es decir el througput) y el desempeño financiero; este proceso de planeación integral de la operación del negocio es el primero que debemos de analizar y liberar de cualquier falla o defecto que pudiera tener puesto que es de impacto inmediato e importante en el logro de los objetivos de negocio.
Este proceso es conocido como Sales & Operation Planning (S&OP) o más recientemente, Integrated Business Planning
 
¿Qué tan difícil y complicado es aterrizar y adecuar este concepto en nuestro modelo de negocio?
Depende de la voluntad que se tenga para hacerlo, si estos conceptos (de muchísimo sentido común) permean de forma rápida en la Organización, los resultados y la integración general del modelo de negocio serán más efectivos en el corto plazo y con sustanciales mejoras en el mediano y largo termino.
Si recomiendo contar con ayuda experta y especializada para el análisis diseño e implementación del modelo, de lo contrario existe un altísimo riesgo de generar exactamente el efecto contrario al deseado.
Una vez que se cuenta con el recurso adecuado es importante mantener la motivación de generar este cambio de paradigma, porque al final estaremos haciendo básicamente lo que siempre se ha hecho para hacer la planeación del negocio pero con una perspectiva y con un marco de referencia diferente que es el que realmente no ayudara a obtener resultados –que en mi experiencia- rayan en lo increíble.
La más agradable de este modelo es que si lo realmente logramos el cambio de paradigma, este nos facilitara entender y aterrizar los procesos alimentadores y generadores de los resultados esperados como son:
·         El proceso de Procurement
·         El proceso de Conversión
·         El proceso de procesamiento y surtido de órdenes o pedidos
·         El proceso de pagos
·         El Proceso de cobranza
·         Los análisis Financieros
Una vez entendido este cambio de paradigma podemos seguir aplicando los principios de la manufactura esbelta y hacer un pequeño ejercicio de análisis de pérdidas en estos procesos mayores y determinar por cual podemos comenzar para llevar a condiciones básicas de operación y generar mejoras de acuerdo a su contribución en el macroproceso.
 
Todo esto  no es ciencia nuclear pero si se necesita un buen grado de experiencia en la aplicación y desarrollo de los conceptos aunado a la experiencia y conocimiento del negocio de los directamente responsables del negocio.
Lo ideal es establecer procesos sencillos y simples que sean sólidos y robustos para evitar la necesidad de grandes modificaciones en el futuro cuando el volumen y la complejidad sean mayores.
 
El Siguiente paso o proceso que considero importante es el de revisar y analizar el proceso de procurement o de la forma en que conseguimos los insumos o productos necesarios para mantener nuestro negocio, aquí también el tema de los inventarios es vital, pero eso lo veremos en otra intervención.
 
 
 
 
 
 
"Soluciones Integrales en Supply Chain"