viernes, 29 de agosto de 2014

Agilidad en la Cadena de Suministro. El gran desafío moderno

En días pasados uno de mis maestros, público en LinkedIn un comentario acerca del gran reto y oportunidad que es tener una cadena de suministro ágil y flexible.
Su comentario hacia una comparación –y un cambio de paradigma a la vez- en relación a la famosa frase de que el pez grande se come al pequeño, sobre todo en el mundo de los negocios.
El cambio de paradigma viene de que actualmente al pez grande –y al pequeño también- el pez rápido (sea cual sea su tamaño) le va a dar la vuelta y a la postre a mandarlo a la extinción.
Este cambio de paradigma en el diseño y operación de cadenas de suministro conlleva entender el nuevo concepto de ventaja competitiva: aquel que tenga una respuesta rápida y efectiva a las necesidades de su mercado, una capacidad de flexibilidad adecuada y un proceso de adaptabilidad casi instantáneo al entorno y las condiciones de su mercado, será el que claramente se imponga a su competencia.
 
Una cadena de suministro ágil y flexible es una real ventaja competitiva para cualquier empresa, no importando su tamaño o alcance, teniendo esta agilidad puede competir contra cualquiera y lograr un posicionamiento correcto en el mercado, una opción de crecimiento y sustentabilidad y un gran potencial de consolidación como líder del segmento.
Realmente el concepto no es nuevo, ya Peter Druker hablaba de los negocios en el mundo Lego…………………..”el diseño fluido y la habilidad para conectar y reconectar proporciona una nueva agilidad que es un elemento central de la empresa”.
Tampoco es una propiedad de la cadena que no se tuviera desde un inicio, simplemente ha cobrado una notoria relevancia de acuerdo a las necesidades y características de los mercados y entornos actuales, el que no es ágil está en problemas ante su competencia y ante su entorno, los clientes y consumidores son mucho más demandantes por el hecho de conocer e interactuar más en el mercado y el entorno.
 
La pregunta del millón es la misma de toda la vida, ¿Cómo llego a este nivel?
La respuesta no es sencilla y de hecho no creo que exista alguna respuesta acertada, entonces ¿no es factible lograr la agilidad necesaria? Por supuesto que sí pero no debemos de trabajar (es decir, diseñar, desarrollar y operar la cadena) con este simple objetivo en mente porque muy probablemente nos perdamos en el intento, logremos una cierta agilidad pero perdamos la cadena –y la empresa- en el camino.
Para mí la agilidad demostrada en una cadena de suministro es la consecuencia natural de una serie de acciones, planes y esfuerzos orientados a diseñar y desarrollar los componentes requeridos y una conectividad adecuada dentro de la misma cadena que nos lleve a una operación efectiva, eficiente, flexible y ágil.
Retomemos el ejemplo de los deportes, el basquetbol por ejemplo, la agilidad es una característica básica de cualquier jugador y cualquier equipo, sin embargo no se trabaja solo para desarrollar agilidad, se trabaja para desarrollar jugadores de baloncesto que trabajen de forma conjunta y logren desarrollar un excelente trabajo en equipo, la agilidad individual y colectiva es una variable muy importante pero no en perjuicio de la velocidad, la fortaleza, la inteligencia y el rendimiento.
 
En la operación de los negocios y sobre todo, en la operación de la cadena esta propiedad prevalece, requerimos de todo, es decir una cadena eficiente, eficaz, robusta, flexible y ágil.
En resumen, la flexibilidad y agilidad de mi cadena de suministro es la consecuencia de una serie de medidas y acciones realizadas en el diseño, desarrollo y operación de ésta fundamentadas en el conocimiento de mi negocio, mi mercado, mi entorno y los requerimientos de mis clientes y consumidores.
Los pilares de construcción de una cadena de suministro con estas características son exactamente los mismos de toda la vida, los conceptos básicos de operación, los fundamentos operativos de cada componente, las diversas herramientas y metodologías, pero sobre todo, la manera y la forma en como conectamos todos estos elementos.
Sobra decir que bajo estas circunstancias el dominio de estos conceptos, el conocimiento profundo de mi negocio y la conexión correcta con las necesidades del mismo cobran una mayor relevancia para poder adicionar flexibilidad y agilidad en las operaciones de la cadena de suministro.
En resumen, cada vez se requerirán recursos más preparados, con más experiencia y mejor perspectiva para poder lograr estas cualidades en la cadena.
Aquel que no entienda y domine los conceptos básicos, que no logre entender como aplican estos conceptos en el desarrollo de soluciones –y operaciones-para el negocio y de como “conectar” con los clientes y consumidores no será capaz de poder materializar una cadena ágil y flexible.
 
El viejo dilema del costo-beneficio es un fantasma que siempre ronda el diseño y operación de las cadenas de suministro, la tendencia es que generar robustez, eficiencia, agilidad y flexibilidad conlleva una fuerte inversión y, como consecuencia, altos costos operativos y con esto el natural cuestionamiento de la viabilidad de la cadena y del negocio.
Ciertamente, podemos construir las cualidades y propiedades de la cadena a “billetazos” sin embargo a la larga esto no es viable ni sustentable.
Por naturaleza lo muy caro suele ser también muy complicado y esto conlleva ser una contraposición a lo efectivo, ágil y flexible.
Tenemos entonces que la solución más común y más lógica para desarrollar eficiencia, flexibilidad y agilidad a bajo costo es………………………….. la sencillez.
 

¿Cómo construimos una cadena simple y sencilla cuando tenemos un negocio complejo y un entorno muy cambiante que todos los días me demanda “algo” nuevo o diferente?
No quiero sonar simplista porque la realidad no lo es, pero la respuesta a este cuestionamiento es muy directa: con procesos y operaciones simples y sencillas.
Diseñar, desarrollar y más aún, operar procesos sencillos y simplificados no es tarea nada fácil, por el contrario y como dice el adagio; lo más sencillo es lo más complicado de hacer.
Aquí es donde entra en escena el nuevo prototipo de operador/integrante/líder/consultor de la cadena de suministro; es decir, aquel que cuenta con los conocimientos y experiencia necesaria para simplificar las operaciones y reducirlas a su forma más simple y que esta siga cumpliendo con el concepto.
 
Cuando se logra el real entendimiento de los conceptos y fundamentaciones de una cadena de suministro y de la ciencia del supply chain management; es cuando realmente se puede lograr la sencillez en las operaciones y como consecuencia, eficiencia, robustez, flexibilidad y agilidad.
Reitero que no existen ni organizaciones ni operaciones perfectas, pero como todo en la vida, tenemos que trabajar con ese ideal en mente, al final podemos lograr dos cosas importantes; la primera, desarrollar operaciones cada vez más eficientes y más sencillas; la segunda -la más importante- seguir aprendiendo y evolucionando en la aplicación de los conceptos básicos.
En resumen, los profesionales actuales y futuros de la cadena de suministro se les deberá de exigir cada vez más preparación y entendimiento de los conceptos básicos y una mayor experiencia y entendimiento para la correcta aplicación y adaptación de los mismos a las necesidades y requerimientos del negocio, del mercado y del entorno.
 
Cada vez se requieren soluciones más creativas, más demandantes, cada vez los recursos son más limitados y cada día los tiempos y plazos son más cortos, se requiere una capacidad de respuesta más rápida pero a la vez efectiva.
No basta ser solo rápido, se requiere ser además efectivo y eficiente, ahí es donde radica el problema actual.
La mayoría de las empresas están conscientes de que la flexibilidad y la agilidad son dos requerimientos básicos del mercado y el negocio, la realidad es que no saben cómo crear estas cualidades en su cadena de suministro. Solo aplicar tecnología, dinero y gente no soluciona el problema, se requiere además, ciencia, conocimiento, experiencia y “feeling”.
Esto conlleva preparación, maduración y mucho, mucho trabajo, solo así se logra. Correr a conectarse a la red no soluciona nada, no vamos a encontrar la receta mágica que nos diga paso a pasito como resolver situaciones complejas.
Reitero, hoy ya es una necesidad de supervivencia para varios, ventaja competitiva para unos pocos y un completo desconocimiento para la mayoría; en el futuro, el que no esté en este “canal” simplemente estará cancelando su posibilidad de supervivencia en un mercado cada vez más demandante y más cambiante.

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