Hoy por primera vez me siento obligado a tocar un tema que seguramente causara mucha polémica, no por el tema en sí, sino porque es la primera vez que voy a hacer una crítica de una situación real y vigente que a mucha gente puede incomodar o no estar de acuerdo; sobre todo porque creo que voy a estar –de alguna manera- criticando y cuestionando algunos intereses personales, en fin, desde que inicie decidí que nada ni nadie me podría limitar en mis comentarios y puntos de vista así que ahí vamos……………
En los últimos meses –y analizándolo mejor- tal vez en los últimos años he venido observando una tendencia que cada vez es más repetitiva y más común de lo que muchos quisiéramos y que se supone debiera de estar desapareciendo con los adelantos conceptuales y tecnológicos de las ultimas épocas.
Me refiero al desabasto de productos en el mercado, o como comúnmente se conocen en la industria del consumo masivo los OOS (Out Of Stock).
Es cada vez más común y repetitivo la falta de productos en el mercado, según he observado no es un problema definido en determinados productos o en cierta industria, es una situación que abarca casi todos los productos y redes de distribución del país; desde frituras y pan de caja hasta refrescos, lácteos, medicamentos, perecederos, ropa y zapatos así como electrónica, muebles, etc, etc, en fin casi todo el universo de productos que en teoría deben de estar disponibles en el mercado para satisfacer las necesidades del mismo e incrementar –al menos en teoría- el volumen de ventas y la rentabilidad de las empresas.
¿No me creen?, es muy sencillo comprobarlo, simplemente analicen las compras de los artículos requeridos en casa, realicen las compras y anoten los productos o presentaciones de los mismos que no encuentran en el lugar que habitualmente acuden para la compra de los mismos.
Hagan este ejercicio durante al menos 4 semanas y verán a lo que me refiero, no hay semana o evento en el que algo “falte” y que –si bien nos va- tengamos que sustituir con un productos alternos o, en el peor de los casos, recorrer media colonia o media ciudad para conseguir el producto o presentación que requerimos.
Se van a llevar una sorpresa, el problema es que ya lo vemos como algo cotidiano e inherente al mercado, creo que no lo es, es más, no debe de ser así.
La pregunta es: ¿Que está pasando?
Sería muy pretencioso de mi parte pretender tener la respuesta –y la solución- a situaciones tan complejas, entiendo que cada evento y cada empresa son únicas y las soluciones dependen de las circunstancias, sin embargo creo que podemos tomar un enfoque más amplio y más sencillo, no digo que sea la solución a los problemas pero al menos me ha servido a mí para poder tener una explicación lógica y congruente de lo que está aconteciendo.
Sé que habrá muchos teóricos que no concordaran con mi punto de vista y lo acepto, pero esto no elimina la validez de mi perspectiva y sobre todo de lo que creo que puede ayudar para meter en control la situación.
El mercado actual –al menos en México- es altamente demandante y cambiante, esto genera mucha incertidumbre en los sistemas y procesos de pronostico y administración de demanda pero……………………………esto siempre ha sido así, es más, es el pan nuestro de cada día, no solo en México sino en países con economías completamente abiertas y basada en la irrestricta libertad del mercado, o sea que esto no es nada nuevo.
Tenemos muchos y más variados sistemas de distribución y por lo consiguiente, más opciones de transporte y logística especializada y adecuada a cada necesidad. Contamos con mayor cobertura de transporte y distribución en el país que hace 10, 20 y 30 años.
La infraestructura de almacenaje es la mayor de la historia, casi cualquier población cuenta con los servicios e infraestructura para almacenaje y distribución de todo tipo de productos.
Se cuenta con los sistemas y herramientas más avanzadas desde el punto de vista tecnológico para la asignación, seguimiento y gestión de almacenaje y distribución.
En teoría, tenemos el capital humano especializado y entrenado en este tipo de tecnologías, sistemas y conceptos, generamos Organizaciones grandes y complejas dedicadas a solucionar este tipo de situaciones, su razón de ser es “tener el producto cuando y donde se requiere”; entonces, ¿porque seguimos con faltantes en el mercado?
Por formación y modelo conceptual de solución de problemas, tendemos a recopilar información –toda la que creemos que es la necesaria, entre más información más complejo es el problema-, estructuramos esta información para poder realizar diferentes análisis, pruebas, modelos, etc, etc.
Entre más complejo mejor, más completo –según nuestro paradigma- y por lo consiguiente una mejor “solución”; no necesariamente es cierto.
Cuando adoptamos este enfoque corremos el gran riesgo de estar documentando, analizando y “solucionando” los síntomas del mal en lugar de encontrar la causa raíz del mismo.
Es bien sabido que un mal –o una causa raíz en el modelo japonés de TPM- puede generar un sinnúmero de síntomas o fallas en nuestro modelo. El secreto es realizar el análisis correcto para realmente determinar la causa raíz, entre más complejos son los síntomas, más sencilla –y por ende, de mucho mayor nivel- debe de ser la solución.
Regresamos de nuevo al cambio de paradigma, este interfiere en como visualizamos el problema, como lo atacamos y como lo “solucionamos”, tendemos a creer que entre más complejo, es mejor y sobre todo, mejor habla de mi trabajo y desempeño, no necesariamente es así.
Desde mi perspectiva todo parte de una pequeña bola de nieve que al paso del tiempo se convierte en una avalancha, es decir, diseñamos y desarrollamos de inicio la cadena de suministro y sus componentes como la planeación, la logística y el almacenaje, en función de lo que queremos en lugar de lo que necesitamos.
Esto parte desde situaciones absurdas como “queremos tener no más del 15% del capital de trabajo en inventarios de PT”, tal vez lo que requiere mi negocio para cumplir con los objetivos últimos de venta y rentabilidad es que cuente con un capital de trabajo –que eso es el inventario en términos financieros y reales, “capital de trabajo”- de al menos el 35% por dar un ejemplo.
Y así nos vamos, desarrollando el proceso y las operaciones y cuando los resultados no se empiezan a cumplir nos dedicamos en cuerpo y alma a analizar la situación y buscar soluciones a esos síntomas, pero con el mismo enfoque, que queremos tener en la operación en lugar de que necesitamos.
Así regresamos con una tremenda solución a través de un software de última generación que me ayuda a realizar una mejor planeación y asignación de mis transportes y envíos, porque de acuerdo al vendedor del mismo, en Suecia, Ucrania, Ecuador o Indonesia, este software probó ser la solución a todos los males de cierta empresa en específico.
Además esta solución encuadra perfectamente en nuestro esquema de “como queremos” tener nuestra cadena de suministro y seguimos acrecentando la bola de nieve, tal vez en el futuro lo que debemos de hacer –horror, esto es muy repetitivo- es cambiar de sistema de gestión o ERP y así metemos a toda la empresa en el mismo barco –y problema-.
Según mi entender tenemos dos aristas de la situación que debemos de analizar y entender antes de pensar siquiera en una posible solución, y que a continuación detallo:
1. ¿Qué es lo que realmente necesita mi cadena de suministro?, no solo desde el punto de vista almacenaje y distribución –los síntomas donde se manifiesta el problema- sino desde mi capacidad y flexibilidad de conversión o surtido de producto.
Aquí es donde es fundamental regresar a las bases, comenzar desde el principio puesto que el principio es lo más sencillo; tenemos entonces que la razón de ser de mi cadena de suministro y por consecuencia de sus componentes (logística, almacenaje, distribución, transporte o como los quieran llamar); es la de tener el producto requerido en el lugar requerido en la cantidad requerida, punto.
No necesitamos tener el sistema de transporte más sofisticado, ni el almacén inteligente más avanzado para cumplir con este propósito, eso viene después.
Primero debo entender mi mercado y mi circunstancia en ese mercado para conocer y determinar mis fortalezas y debilidades que si no atiendo o exploto no me permitirán cumplir mi objetivo.
Aquí nos damos cuenta entonces que si entiendo las necesidades del mercado y las expreso y desarrollo en términos de mis capacidades y carencias, podre tener un plan adecuado y adaptable a las circunstancias que me permitan ser exitoso en mi planeación y posterior ejecución en el día a día.
Llegamos pues a la palabra clave detrás de toda esta complejidad……PLANEACION.
Debemos de tener un proceso rector o integral que nos permita manejar y adecuar las circunstancias del mercado y de nuestras capacidades para poder entregar los objetivos establecidos, es decir, contar con una planeación integral, global y simple, es decir con objetivos claros y sencillos, un proceso centralizado al que el resto de las operaciones se subordinan –incluyendo la manufactura- esa es la tendencia actual y que las grandes compañías líderes en el desarrollo de sistemas y procesos de SCM están desarrollando.
Entonces ¿necesito un macro sistema –o supersoftware- que me ayude a hacer esto?, la respuesta es no. Primero necesitamos entender y comprender nuestros procesos, nuestras capacidades y nuestras carencias en términos de conceptos básicos y sencillos que, en teoría, cualquier profesional del SCM entiende.
Debemos de rediseñar toda nuestra operación en función de lo que el mercado demanda y de lo que podemos y no podemos entregar, ese es el primer paso, ya vendrán los procesos de mejora continua para incrementar la capacidad y la flexibilidad, reducir los costos, etc.
2. ¿Realmente tenemos el conocimiento en nuestra estructura de los conceptos y los procesos básicos que toda cadena de suministro requiere?
Yo cuestionaría en este momento ésta aseveración, no estoy seguro que las estructuras actuales –léase los recursos dedicados a la administración y operación de la cadena- realmente entiendan los conceptos básicos de operación.
La experiencia reciente analizando problemas y realizando assesments para diversas compañías me indica que, en la gran mayoría de los casos no se cuenta con el entendimiento de los fundamentos básicos de operación ya no de una cadena de suministro, sino de un simple proceso productivo.
Porque me atrevo a asegurar esto, muy sencillo, he conocido verdaderos expertos en la operación de la cadena y sus componentes (planeación, almacenamiento, transporte, importaciones, compras, etc) que se las saben de todas todas…………………………….en las transacciones de su sistema de gestión, es decir, saben que transacciones y operaciones se deben de cargar al sistema para obtener tal o cual dato o reporte y así es como entienden la operación de la cadena.
Sin embargo no son capaces de pasar la prueba del ácido, ¿cuál es esa?, muy sencillo, opera un día –aunque sea de forma teórica- de forma manual, sin la ayuda del sistema, utilizando puros conceptos y tal vez una hojita de exel como ayuda, simplemente no pueden.
De esta forma, conozco no solo personas, sino Organizaciones completas dedicadas a la administración de materiales, que no entienden los fundamentos básicos de un MRP¡¡¡.
Organizaciones enteras que pretenden planear el abastecimiento y distribución de productos terminados utilizando un MRP¡¡¡
Planeadores de Transporte que no saben ni entienden cuál es la demanda de los productos que en teoría distribuyen sus camiones.
Líderes de manufactura que requieren 25 kaizens diarios para mantener su programa de mejora continua y que se saben de memoria las 5 S’s japonesas –si así, las nombran, como si hubiera suecas o danesas o africanas- y por lo cual son expertos en lean manufacturing.
Desde mi perspectiva, aquí es donde está la falla y se sigue pretendiendo solucionar con más recursos, más tecnología y más estructura.
Tenemos que regresar a los básicos, a lo que muchas compañías las hizo fuertes, es bueno tener tecnología, estructura y sistemas, creo que es mejor tener los resultados esperados y sobre todo:
Contar con operaciones sencillas y entendibles, perfectamente subordinadas a los objetivos de negocio y no tener procesos operativos autónomos y autojustificables –al menos por costo-desligados de la realidad y del mercado.
Regresemos a los fundamentos de la planeación y hagámosla más integral, antes de planear el y transporte o los movimientos entre almacenes, primero hagamos el ejercicio de saber si realmente tenemos la capacidad y la flexibilidad para afrontar las incertidumbres del mercado.
¿Contamos con las coberturas de inventarios adecuadas para enfrentar la incertidumbre y nuestras carencias?
¿Entendemos realmente cual es nuestro nivel de incertidumbre o de plano ni datos tenemos de los comportamientos reales de nuestros productos?
¿Realmente entendemos que variables impactan en el mercado?
¿Sabemos cuántos de estos impactos son generados por nosotros mismos por no tener las coberturas adecuadas y como afectan a futuro?
En fin, una serie de cuestionamientos orientados a entender los básicos de nuestro negocio que deben de ser los fundamentos de diseño y desarrollo de nuestra cadena de suministro o en términos más actuales, de nuestra “solución de negocio”.
Sé que mucha pero mucha gente va a discrepar y tendrán excelentes argumentos de porque lo que se está haciendo es correcto y de las complejidades del mercado y de la operación de las cadenas, al final del día y aunque no nos guste y nos duela, la realidad muerde (reality bites) como dicen los gringuitos y los OOS siguen, la consecuente pérdida de ventas se hace realidad y el descontento del consumidor está a la orden del día, no hay lealtad que se pueda mantener así.
Por lo pronto hoy fui al Super y si……………………………………tres de los productos normales que debiera de haber en una macro cadena como a la que regularmente voy, no había en existencia.